_
_
_
_
_

Trucos para que tu ‘crowdfunding’ sea un éxito

Stephanie Pereira, directora de programas artísticos de Kickstarter, visita el Festival Sónar y nos desvela los engranajes del mecenazgo digital.

cover
Isabel Sánchez, diseño S Moda

No empezaron en un garaje, y mucho menos en San Francisco. Fue en la barra de un bar en Nueva York en 2005. Perry Chen trabajaba de camarero en un restaurante de Brooklyn y allí solía servirle el brunch a Yancey Strickler, por aquel entonces editor de eMusic. Entre almuerzo y almuerzo, Chen le contó una idea que le rondaba la cabeza desde que estaba en el paro en Nueva Orleans. Allí ejercía de Dj y una vez se quedó con las ganas de traer a Kruder & Dorfmeister a una sesión poque no contaba con los 15.000 dólares que le pedían. ¿Y si le hubiese pedido a la gente que pagase por adelantado? Si lo hubiese conseguido, no hubiese tenido que poner un dólar de su bolsillo y si no, hubiese sabido que la sesión tampoco tenía interés como para llenar el local. Más o menos, según explicaron los fundadores a Wired hace unos años, así es como empezó la aventura de Kickstarter, una de las plataformas de 'crowdfunding' más potentes a escala global.

Tras escuchar "la mejor idea que un camarero lanzó en 2005" y acordar que para su funcionamiento debían ingresar el 5% de los proyectos con éxito, entró en escena el tercero en discordia, Charles Adler, un diseñador que desarrolló la web tal y como se conoce hoy en día. No sabían escribir código, pero encontraron a gente para hacerlo. Y a las pocas semanas, y tras conseguir inversores como David Cross (el actor de Arrested Development, primo de un amigo de Chen) y más adelante del cofundador de Twitter, Jack Dorsey, o el cofundador de Vimeo, Zach Klein, Kickstarter se convirtió en una plataforma líder en la que el poder del dinero colectivo ha hecho historia. Para demostrarlo ahí está la película de Veronica Mars, un film que se negaron a rodar los estudios y que salió adelante gracias a los 5 millones de dólares recaudados (tres más de los que se pedían en el proyecto) por más de 91.000 mecenas digitales y fans acérrimos de las aventuras de Kristen Bell. O los 8 millones de dólares que recaudó Ouya, una nueva videoconsola para la TV. O los 10 millones que recaudó Pebble, un reloj capaz de conectarse a tu iPhone o Android.

Gracias a la participación de más de 90.000 ‘microsocios’, la película de ‘Veronica Mars’ pudo salir adelante.

Captura de pantalla de Kickstarter

"Kickstarter se ha convertido en un lugar donde el mecenazgo ha resucitado. Donde la gente puede ser parte de la historia de un artista, de la creación de un nuevo trabajo". La que habla es Stephanie Pereira, directora del programa artístico de Kickstarter que visitará mañana Barcelona con mótivo del Festival Sónar, dentro de las jornadas de networking del Sónar+D. Allí explicará cómo la plataforma ha conseguido reunir más de 750.000 millones de euros en aventuras creativas desde su fundación. Según ella misma nos cuenta, "más del 44% de los proyectos que se lanzaron en Kickstarter han conseguido o superado su objetivo".  Esto, en cifras exactas, supone que 63.371 ideas se han transformado en una realidad. Pero, ¿cómo se consigue? ¿qué hay que hacer para estar dentro de ese 44%? Estas son las claves que, según Pereira, se deben tener en cuenta:

1) Tener una idea definida y clara sobre nuestro proyecto. "Cuando compartes un proyecto en Kickstarter, quieres que la gente entienda lo que es y por qué es tan excitante o importante. No solo has de compartir tu historia con palabras, utiliza imágenes y vídeo".

2) Busca una meta razonable de éxito. "Cuando la establezcas, considera cuánto necesitas para sacar adelante lo que estás intentando llevar a cabo, así como cuánta gente crees que necesitas para agrupar el dinero que necesitas. Si tu meta te parece demasiado alta, deberías sentirte cómodo pidiendo solo una parte  de todo el producto. Pongamos un ejemplo: puedes conseguir mecenazgo para la postproducción de una película, y no para toda la película".

3) Focaliza tu público. "Antes de lanzar tu proyecto, debes tener claro quién es la comunidad a la que te quieres dirigir. Para ello debes elaborar un plan en el que les cuentes tu proyecto. Los proyectos de Kickstarter son extremadamente personales, se trata de gente apoyando a otra gente. Piensa en cómo puedes comunicar tu proyecto de forma que se vea especial y como una oportunidad excitante dentro de tu red de trabajo o networking".

Para Pereira los proyectos más exitosos son los que tienen claro "cuál es su comunidad". Saber a quién nos dirigimos y cómo lo hacemos son las claves de conseguir nuestro objetivo. "Cada elemento de tu proyecto, desde el video, su imagen, o los premios y las actualizaciones para los 'backers' tienen que tener a toda esa gente en mente".

Ahora que el Gobierno español ha dado marcha atrás a parte de los límites que quería poner a la financiación colectiva en internet –el primer borrador del anteproyecto de ley establecía un máximo de 3.000 euros por iniciativa en contribuciones personales y 6.000 euros por plataforma–, preguntamos a Pereira cómo ve esto de que las administraciones también quieran poner barreras a la voluntad y buena fe de fomentar la creatividad y los negocios personales. Aunque no se sale del guión, la directora de proyectos artísticos deja clara su posición. "Kickstarter ha cambiado el qué se hace, cómo se hace y quién lo consigue gracias a liberarse de las limitaciones. Los creadores consiguen la libertad de crear en sus propios términos y tienen la habilidad de crear una comunidad de apoyo en torno a una idea. Los mecenas disfrutan de ser la voz de la clase de cultura que ellos quieren conocer y consiguen una conexión mucho más cercana al proyecto creativo. Por último, la cultura disfruta de una gran diversidad de opciones, lo que significa que muchas más ideas ven la luz: ideas más imaginativas, ambiciosas y diferentes".

Coartar este camino de libre comercio que ha aupado internet sería un error. Scott Wilson, ex director creativo de Nike, consiguió casi un millón de dólares gracias a Kickstarter para lanzar una pulsera electrónica que convertía un iPod nano en un reloj. Aunque tuvo que contratar a seis personas para responer a los más de 40.000 mails de sus mecenas y otros tantos miles de mensajes, él siempre ha asegurado que ha sido la mejor decisión de su vida: le ayudó a acortar el proyecto del año de duración que hubiese supuesto "lidiar con la política e indecisión de las grandes compañías" a lanzar su producto en apenas 30 días. Si todo son ventajas, ¿por qué entorpecerlo?

Stephanie Pereira.

Cortesía de Sónar

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_