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¿Se puede aprender a andar con tacones?

Existen academias y libros que enseñan a sostenerse en alzas. Pero ¿hay una técnica secreta o todo consiste en práctica y resignación?

Tacones
Getty Images

Según el diseñador de calzado Christian Louboutin, los tacones son orgásmicos porque reproducen el arco en el pie de una mujer cuando alcanza el clímax. La realidad es que por mucho que se empeñe Monsieur Louboutin, para la mayoría es una experiencia un pelín menos placentera.

Eso no quita que se idolatren. Y que hayamos dejado de temer a los 10 centímetros de alza. El vertiginoso alargamiento de los tacones ha provocado un creciente tambaleo en las mujeres de todo el mundo. Algo que una serie de academias repartidas países como Francia o Reino Unido quieren remediar.

La publicidad de estas escuelas recurre a términos como “fabuloso” y “glamuroso”, al color rosa y a las referencias a la serie Sexo en Nueva York. Pero aunque hagan creer que nos transformarán en la nueva Carrie Bradshaw, tienen que ver con el menos atractivo problema de los dolores de espalda, lesiones de rodilla y problemas en los pies que investigan los científicos. La pregunta es si las clases van más allá del puro esparcimiento o la autoayuda velada.

Sarah Toner cree que lo fundamental es una buena postura. En sus clases pone en práctica todo lo que aprendió en su carrera como bailarina y enseña ese arte olvidado de tener “porte”. Para conseguirlo, sugiere ejercitar los pies poniéndose de puntillas en casa, a mantenerse derecha y a controlar los músculos del estómago, la zona lumbar, el interior de los muslos y el suelo pélvico a la vez que se relajan los brazos y las rodillas. Unas directrices no muy diferentes a las que se dan en baile o pilates.

Para Chyna Whyne, otra gurú del tacón con clases en Londres, tiene mucho que ver con la calidad del calzado. "Tienes que tirar a la basura esos zapatos que llevas, cariño", espeta a esta redactora. “Cuando andas, se tuercen hacia dentro, a la larga te van a dar problemas de espalda, de cadera y de rodillas.”

La prueba del balanceo.
Ese es el examen que según Whyne ha de pasar cada zapato antes de entrar en tu armario: "antes de comprar golpea la parte posterior de los zapatos y comprueba si se mueve de lado a lado. Si se inclinan, son dañinos" (se entiende mejor en este vídeo). La ex cantante asegura que muchos de los taconazos más caros del mercado no pasan el test. "Jimmy Choo, Christian Louboutin, Manolo Blahnik… varios de sus zapatos que pueden llegar a costar mil euros, se balancean. No tiene que ver con el precio. He encontrado estiletos en Primark por 15 euros que aprueban con creces".

Las clases de técnica Alexander de Whyne se reciben, por supuesto, en tacones. “A mis lecciones vienen mujeres de todo tipo: modelos, amas de casa, mujeres que quieren recuperar su mojo o ancianas que quieren seguir yendo altas.” Considera a Naomi Campbell como la modelo que mejor camina en la pasarela. En cambio le gustaría ofrecer una lección a Victoria Beckham, una aficionada a alturas de 15 o 16 centímetros: "Siempre parece incómoda. Inclinada hacia adelante y apoyada sobre los dedos del pie. Seguro que tiene juanetes. Necesita encontrar su equilibrio. Con un poco de técnica Alexandre se vería incluso mejor que ahora".

Sobre trucos o posturas ideales, la maestra evita definirse. ¿Debo apretar los glúteos, soltar la cadera o evitar el cruzamiento de pies de las tops? "Dar un paso justo después del otro es para el escenario o la pasarela. Es más natural un caminar más paralelo, pero si a alguien le funciona, ¿por qué no? No hay una fórmula infalible. Cada persona es diferente y en la clase cada cual debe encontrar su postura", explica Whyne. Como deberes simplemente recomienda una serie de rotaciones de tobillo. Resulta difícil asimilar la idea que antes de calzarnos debamos sin falta dedicarnos a calentar articulaciones.

La autora y periodista Camilla Morton prefiere no mojarse dando consejos. La periodista de moda publicó un libro titulado How to walk in high heels (Cómo caminar con tacones) y en él ofrece como sugerencia la práctica. Pura y dura. "Caminar con tacones es como montar en bicicleta, una vez que lo aprendes, nunca lo olvidas", se lee en una de las secciones. “Sin embargo, como con la bici, la primera vez que lo haces sin apoyo puede ser bastante precario".

Conclusión: a pasear mucho, a ser estoicas y no caerse de bruces.
Y un consejo más: pisar primero con la "almohadilla" del pie y no con el tacón. Aún así, un invento de tacones con ruedines tampoco estaría de más.

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