Espina dorsal, plataformas y mucha pedrería: todos los contrastes del ‘look’ de Rosalía en la MET Gala

En la ceremonia de inauguración del museo Metropolitan de 2021 (que se celebró por la pandemia el pasado mes de septiembre), Rosalía se estrenó sobre su mediática alfombra roja del MET con un diseño de Rick Owens que apelaba a la tradición flamenca. En la madrugada del lunes al martes, para su segundo paseíllo consecutivo por la escalinata, apostaba por un estilismo completamente distinto, en este caso firmado por Matthew Williams para Givenchy.

El director creativo de la maison francesa no solo se encargó del diseño, sino que desfiló junto a la catalana. Todo un honor teniendo en cuenta que los emparejamientos de la noche los suele aprobar la todopoderosa Anna Wintour. “Te quiero”, escribía él en su cuenta de Instagram junto a una foto de ambos; Rosalía contestaba con otra en su perfil en la que agradecía el vestido. Un modelo tan cargado de pedrería como de referencias.

El dress code de la velada exigía glamour y la artista no se ha resistido a presumir de él a toneladas. A su paso por la alfombra roja el diseñador ha explicado que la intérprete de Motomami viajó a París para ver con él ideas para este look. La base era la edad dorada y el diseño parte de un patrón relativamente tradicional, un corte sirena. Pero ahí acaba lo convencional, porque Williams consigue hacerlo suyo y actualizarlo cubriéndolo con un exceso de pedrería, perlas y aplicaciones bordadas y una falda que se abre en infinitos volantes. ¿El toque final? Los guantes largos y la espalda, decorada con una espina dorsal simulada con un arnés de cuero, decorado con más brillo, y que se transforma en un original gancho que sujeta los tirantes del vestido.

Tanto le ha gustado a Rosalía el barroco resultado que ha confesado a su llegada al evento que le será difícil superarlo en su boda. Ella lo ha combinado con dos toques propios: unas gafas negras futuristas y la decoración de strass con forma de mariposa que lleva en los dientes.

El look de belleza que ha completado el conjunto ha sido muy minimalista y se ha centrado en un recogido tirante con raya en medio, labios brillantes y maquillaje natural. Todo lo contrario de los zapatos, unas impresionantes botas con varios centímetros de plataforma, y el bolso, una limosnera también bordada con profusión de motivos.