El desconocido y apasionante mundo de los relojes de alta gama llega a Madrid

Cuando Angelina Jolie le regaló a Brad Pitt un reloj de 2,4 millones de euros el titular recorrió los tabloides de medio mundo. El codiciado modelo suizo 1952 Patek Philippe de platino, una de las firmas más exclusivas de alta relojería, fue el exclusivo regalo de bodas con el que la actriz obsequió a su recién estrenado marido. Un par de años antes, él también se había rascado el bolsillo (aunque no tanto) para sorprender a su amada con un lujoso reloj de alta gama de 200.000 dólares. Una historia romántica y un tanto excéntrica que parece algo lejana al común de los mortales. Pero la realidad está ahí: existen relojes más caros que una Ferrari y mueven millones de euros al año.

Estas piezas de alta relojería, entendidas como pequeñas obras de arte del tamaño de la muñeca y altas dosis de pragmatismo, son las que podrán admirarse (y también comprarse gracias al servicio privado de transfer a cargo de Maserati que lleva a los clientes a las boutiques de la marca) en la tercera edición del Salón Internacional Alta Relojería (SIAR) en nuestro país. Cartier, Chopard, Montblanc, Panerai, Vacheron Constantin y otras nueve firmas exclusivas mostrarán sus relojes-joya del 16 al 18 de junio en un palacete ubicado en el número 14 de la madrileña calle Fernando el Santo. La única cita en Europa que reúne a las principales marcas del sector en un mismo espacio y permite la entrada al público general más allá de profesionales y coleccionistas (los beneficios de las entradas, que tienen un precio de 25 euros, irán íntegramente donados a la fundación Jaime Alonso Abruña, dedicada a ayudar a los niños con enfermedades de difícil diagnóstico).

Aún no se sabe con certeza las piezas de relojes de alta gama  que cada marca exhibirá y pondrá a la venta durante estos días pero Flavia Moreno Barberá, directora de SIAR España, nos adelanta qué podemos esperar de esta cita que espera congregar a 5.000 visitantes. “Una de las piezas más impresionantes que podemos ver será el reloj   57260 de Vacheron Constantin, conocido como el reloj más complicado del mundo porque tiene 57 complicaciones. También estará el reloj híbrido mecánico-electrónico de Piaget, un paso más que nos adelanta lo que queda por ver: alta relojería fusionada con tecnología”, explica Moreno a S Moda. Como adelanta la experta, no cabe duda de que el futuro relojero (también de alta gama) pasa por prestar especial atención a dos aspectos: la tecnología y el mercado femenino.

A pesar de que en 2015 los envíos de smartwatches superaron por primera vez a los pedidos de relojes tradicionales y en el mes de febrero, el total de exportaciones de relojes de alta gama sufrió un descenso del 3,3% con respecto al año anterior, las consolidadas casas suecas no agachan la cabeza ante el Apple Watch y compañía. “La llegada del reloj inteligente ha supuesto una amenaza y ha provocado miedo en las marcas relojeras pero no creo que haga daño al sector. Las personas que compran un reloj de alta joyería compran una joya, un pequeño tesoro para cuidar y dejar de herencia de generación en generación. Esos mismos clientes pueden permitirse tener también un smartwatch pero lo utilizan en otras ocasiones, para hacer deporte por ejemplo”, explica la experta. Eso no quiere decir que estas firmas no vayan a apostar por ir sumando novedosas prestaciones tecnológicas a sus relojes. Todo lo contrario. “Lo mejor está por llegar. Veremos relojes absolutamente modernos de aquí a unos años”, sentencia.

La industria, que ha sido tradicionalmente masculina, está desde hace tiempo cada vez más focalizada en la mujer. “El hombre, que de por sí no tenía tantos complementos como la mujer para elegir, encontró en el reloj un accesorio perfecto para sumarlo a gemelos y la corbata. Pero ahora ellas cada vez tienen más ganas de expresar su personalidad a través del reloj que llevan. Antes era un regalo que recibían de los hombres, ahora los eligen y compran ellas. Esto es algo que las marcas tienen muy en mente y cualquier firma de alta relojería tiene el mismo número de colecciones de hombre que de mujer”, señala Moreno. A pesar de que al mercado español le gusta menos arriesgar que al latinoamericano (los hombres buscan diseños más tradicionales alejándose de las ediciones especiales y más extravagantes), las mujeres se atreven con distintos diseños según la ocasión: desde los más clásicos y femeninos como los de Chopard para la noche, hasta los modelos más deportivos y masculinos para completar estilismos más desenfadados.

Si hablamos de tendencias, lo anterior de traduce en modelos cada vez más grandes para ellas y también una vuelta a lo vintage. “A raíz de que ciertas celebrities y blogueras empezaron a llevar relojes grandes muchas mujeres comenzaron a ponerse los de sus parejas. Las firmas no han tardado en diseñar modelo femeninos de mayores dimensiones, de entre 39 y 41 mm de diámetro. Por otro lado, hay una vuelta importante a lo vintage, a los clásicos. La firma Jaeger-LeCoultre, por ejemplo, celebra sus 75 años creando piezas que recuerdan a sus icónicos relojes”.

Es cierto que la crisis económica le ha echado un pulso a los relojes de alta gama, pero también lo es que el mercado sigue fuerte en nuestro país gracias al turismo y a los clientes, sobre todo latinoamericanos, que nos visitan en busca de estas piezas. Si existen ferias del automóvil, de joyería o de moda también se hace necesario un espacio en el que descubrir el «desconocido y apasionante mundo de los relojes de lujo». Puede que solo unos pocos afortunados puedan desembolsar los 20.000 euros que cuestan de media estas piezas pero no hace falta ser ‘Brangelina’ para adentrarse en un universo de acabados en oro y diamantes, precisión suiza y años de trabajo detrás de los modelos más exclusivos.

* SIAR Madrid 2016 del 16 al 18 de junio de 12 de la mañana a 11 de la noche en la calle Fernando el Santo, 14.