Razones por las que la señorita Peggy se merece ser la feminista del año
La cerdita más famosa de la cultura pop recibe un premio a toda su carrera como ejemplo de empoderamiento y éxito femeninos.
La señorita Peggy (Piggy en el mundo anglosajón) es un icono de nuestra época desde que debutó en The Muppet Show en 1976 pero, a pesar de su popularidad, su nombre ha sido ignorado sistemáticamente por cualquier jurado de un galardón mientras su “compañero de vida”, la rana Gustavo, iba ganando premio tras premio e incluso una estrella en el hollywoodiense Paseo de la Fama. Hasta ahora. El próximo 4 de junio, diez días antes de que la famosa cerda cumpla 41 años, el Elizabeth A. Sackler Center for Feminist Art del Museo de Brooklyn le va a otorgar la condecoración anual a toda su carrera como símbolo de liderazgo femenino y pasará a engrosar una lista de la que ya forman parte mujeres extraordinarias como la juez del Tribunal Supremo americano Sandra Day O’Connor, la escritora y Premio Nobel Tony Morrison o la directora de cine y teatro Julie Taymor. ¿Asombrados? Peggy no y así se ha expresado tras conocer la deliberación: “Moi está emocionada pero, sinceramente, no es ninguna sorpresa para mí. Es verdaderamente maravilloso celebrar y compartir este honor con otras leyendas, modelos y pioneros de la “fabulosidad” femenina. ¡Todas molamos mucho!”. Nosotros, aprovechamos también la ocasión para hacerle nuestro más rendido homenaje repasando algunas de las razones por las que nos tiene enamorados desde su primera aparición televisiva (que puedes ver aquí).
1. No se avergüenza de sus orígenes
La señorita Peggy nació cuando las estrellas todavía podían mantener su pasado fuera del ojo público. No obstante, poco a poco se han podido ir conociendo detalles de una infancia que no ha sido fácil. Frank Oz, su creador, contaba a The New York Times en 1979 que “su padre murió cuando ella era muy joven y su madre no la trataba muy bien, así que se fue de casa al terminar el instituto. Para sobrevivir, comenzó a participar en concursos de belleza”. Más tarde, en 1993, fue la propia Peggy quien contó a Larry King algo más de su historia, detalles que ni el propio Gustavo conocía de su pareja intermitente durante los últimos 40 años: “Estoy orgullosa de mi pasado. Moi estaba sola, era soltera e hice lo que pude. Mi primer trabajo fue en un centro comercial vendiendo guantes. Como modelo, también tuve que posar para ciertos anuncios “incomodos”, por ejemplo para una marca de bacon. Hay momentos en la vida de una mujer en los que tiene que hacer lo que tiene que hacer”.
2. Sabe lo que quiere y no tiene miedo de luchar por ello
En lo referente a la rana Gustavo, Peggy no es muy racional. Desde que se enamorara locamente del batracio en el concurso de belleza de Miss Bogen County, ambos animales conviven intermitentemente entre besos y famosas patadas de kárate. Esa misma destreza para las artes marciales también la ha mostrado cuando se trate de defender al resto de muppets o algo que ella quiere… pero no la llames mandona porque Peggy no lo es. “Que me definan como mandona no es algo que realmente me preocupe. Solo me gusta informar a la gente de que sé karate y que quiero que se haga lo que yo diga. También puedo doblar barras con las manos”. Queda dicho, Peggy.
3. Defiende sus curvas por encima de todo
Son sus consejos sobre dietas y peso los que han consolidado el estatus de la señorita Peggy como icono feminista. Aunque Adele, Jessica Simpson o Christina Aguilera hayan sido comparadas con ella cuando se han mostrado con algún kilo de más, la cerda estrella de la televisión hace caso omiso a estas opiniones negativas. Incluso cuando le han preguntado maliciosamente cómo mantiene su dieta, ha afirmado sin complejos que “nunca como nada más que no pueda levantar con mis patas”. Como le contestó a la humorista Chelsea Handler en una entrevista de 2011, su talla “plus” significa “un extra de glamour, no que esté gorda porque no lo estoy. Amo mi cuerpo y mi voluptuosidad. Creo que el estilo viene en todas las tallas: cuanto más grande eres, más estilo tienes, ¿no?”. Eso sí, la señorita Peggy no renuncia al deporte, incluso grabó su propio álbum de aerobic a lo Jane Fonda, Miss Piggy's Aerobique Exercise Workout Album, con el gran hit, Snackcercise.
4. Controla cada aspecto de su carrera
Sus comienzos en su pequeño pueblo de Iowa no han sido impedimento para que Peggy haya trabajado duro para ser una superestrella. Antes de Beyoncé (“Si moi no está disponible, quiero que me interprete en mi biopic”, asegura sin rubor), estaba ella como ejemplo de artista femenina que controla su carrera: además de actuar y cantar en cada episodio de The Muppet Show –que regresa a partir de septiembre a la televisión americana con un programa orientado a un público más adulto–, ha creado sus propias líneas de maquillaje para MAC y de esmalte de uñas para OPI, tiene su perfume Moi y aparece en cada uno de los artículos de merchandising que produce la serie desde hace décadas. Y, no olvidemos, ha publicado el libro de autoayuda Miss Piggy Guide to Life, que estuvo veintinueve semanas en lo más alto de la lista de libros de The New York Times.
5. Es un icono de la moda
En 1980, la desaparecida revista Life le dedicó su portada con el titular “¡La señorita Peggy para presidente!" Desde entonces, la estrella femenina de The Muppets también ha sido cerda de portada en People y The Saturday Evening Post, entre otras publicaciones. En The Muppet Movie llegaba incluso a dirigir el Vogue París en un remedo de Anne Wintour porcina. Ella se sabe icono y lo reconoce: “Yo soy el icono de todos pero lo importante es que tú seas tu propio moi. Pero no voy a negar que ser un icono te permite, por ejemplo, conseguir que Vivienne Westwood te diseñe en exclusiva tu vestuario, incluso un vestido de novia… ¡extravagante!”.
6. Tiene amigos famosos
Ya lo dice la señorita Peggy desde su cuenta de twitter @realmisspiggy: “Los amigos son como la ropa: siempre deben complementar mi apariencia”. Por eso, además de con los Muppets, la glamurosa cerdita se ha dejado ver siempre con lo más granado del star system, siempre eso sí de que no le roben el foco, porque si no tendrá uno de sus ataques de ira incontenible. Durante las últimas tres décadas, hemos podido ver a Peggy siendo íntima de Dolly Parton, cantando a dúo con Elton John, siendo musa de Marc Jacobs o haciendo un maravilloso sketch con la desaparecida Joan Rivers.
7. Y lo más importante: no le importa nada lo que pienses de ella
La propia Elizabeth A. Sackler –primera mujer que consiguió estar en el consejo director del Museo de Brooklyn– deja claras las razones por las que le conceden a Piggy el galardón este año: “A pesar de lo que algunos puedan percibir como obstáculos –ser una cerda, tener sobrepeso, enamorarse de una rana– a la señorita Peggy eso no le supone ningún problema. Es muy inspirador ver a alguien con esa clara resistencia, esa dureza natural, esas ganas de vivir lo mejor posible. Confío en que las jóvenes puedan encontrar algo de esa fuerza en su actitud”. Nuestra muppet favorita sentencia rápidamente: “No me importa nada lo que me piensen de mí, a menos que digan que soy impresionante. En ese caso, están en lo cierto”.
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