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Nashville, el destino estrella de 2016

O eso asegura Lonely Planet. Te damos cinco motivos para visitar el templo de la música en directo, que además puede presumir de una renovada escena gastronómica.

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Corbis
Ana Fernández Abad

Es conocida como Music City, pero ahora tiene el sobrenombre de “Nowville”. Dicen que allí pasa todo. Nashville, la capital del estado de Tennessee desde 1843, ha dejado de ser un tópico del viejo sur y el country trasnochado para convertirse en el emblema del moderno espíritu sureño y la renovada americana. En 2012, una encuesta de Gallup la designó como una de las cinco mejores áreas en lo referente al crecimiento del empleo en Estados Unidos. Muchos jóvenes profesionales se han desplazado a esta ciudad de 660.000 habitantes (en su área metropolitana suma 1,6 millones de vecinos), que destaca como destino para emprendedores dispuestos a abrir una ‘start-up’ tecnológica. Ese mismo año la cadena ABC estrenaba ‘Nashville‘, una serie sobre las divas del country y los entresijos de la industria musical. Y ahora Lonely Planet la ha situado en el número nueve de la lista de las diez urbes a las que hay que viajar en 2016 –“Music City logra un buen truco: satisfacer tus expectativas a la vez que las subvierte”, afirman–, junto a Kotor (Montenegro), Quito (Ecuador), Dublín (Irlanda) o Fremantle (Australia). Ese tirón se nota en España. De hecho, según datos de Skyscanner, ha habido un incremento del 31% en búsquedas para viajar a Nashville en enero de 2016, pese a que no existe conexión directa (el buscador de vuelos indica que la mejor opción es hacer escala en Nueva York y que el precio medio es de 803 euros).

1. La música (escuchar, comprar, vivir)

En sus escenarios se curtió la superventas Taylor Swift, pero también es la ciudad natal de Miley Cyrus y Kings of Leon. Además de ‘cowboys’ solitarios guitarra en ristre, en los bares de Nashville hay bandas, dúos, aspirantes a compositor… La música es la sangre de la ciudad y The Bluebird Cafe su corazón, con sus noches de micro abierto en las que artistas conocidos y debutantes cantan rodeados de público. Si el Bluebird es íntimo, el Ryman –denominado “la iglesia madre de la música country”, con sus vidrieras de colores ante las que han tocado desde Keith Urban y Tori Amos a los Strokes y Coldplay– y el Grand Ole Opry –el escenario que consagra a los artistas, que acaba de celebrar su 90 aniversario, donde Loretta Lynn es venerada y Dolly Parton debutó con 10 años– son los santuarios de la ciudad. Pero el rock y el punk también tienen su hueco junto a la música de raíces sureñas en clubes como Mercy Lounge, The 5 Spot, Legend’s Corner –en cuyas paredes cuelga una guitarra de 12 cuerdas firmada por Johnny Cash– o The End. Para llevarse un recuerdo musical, es imprescindible visitar Grimey’s, Ernest Tubb Record Shop –especializada en country desde 1947–, Fanny’s House of Music –donde también venden instrumentos, nuevos y de segunda mano, y dan lecciones– o Third Man Records –el sello creado por Jack White, de los White Stripes–, tiendas de discos en las que no falta la música en directo. Hay que señalar una fecha en el calendario: del 9 al 12 de junio se celebra el CMA Music Festival, el gran evento organizado por la Country Music Association.

Aspecto de la tienda de Third Man Records.
Aspecto de la tienda de Third Man Records.

2. Bailar en un Honky Tonk

Aunque ‘Master of None’ –la serie que el cómico Aziz Ansari ha creado para Netflix, nominada al Globo de Oro a la mejor serie de comedia– discurre en Nueva York, hay un capítulo en el que el protagonista, Dev Shah, sorprende a su cita con una escapada de fin de semana… a Nashville, el nuevo destino de moda para los urbanitas de la Gran Manzana que buscan desconexión, buena comida y Honky Tonk en la zona de Lower Broadway. Ése es el nombre que se da a los locales musicales –la expresión nació con un sentido peyorativo, porque eran los bares para la gente de clase baja conocida como “basura blanca”– en los que se come, bebe y baila marcando los pasos con botas de ‘cowboy’. Tootsie’s Orchid Lounge es el referente, pero también hay que visitar Layla’s, Honky Tonk Central, The Stage, Wildhorse Saloon o Robert’s Western World –que también es tienda de botas–.

http://instagr.am/p/_fh31DiGDY

3. Comer pollo picante (y mucho más)

El pollo picante (‘hot chicken’) es el plato típico de Nashville. Para probarlo se puede ir a Prince’s Hot Chicken Shack –donde se elige el nivel de picante que uno está dispuesto a soportar–, Hattie B’s Hot Chicken o la versión del chef Ryan Poli en The Cat Bird Seat. La carne, con sus ‘steakhouses’ y barbacoas, es la protagonista en Bob’s Steak and Chop House, Peg Leg Porker o Edley’s Bar-b-que. Pero más allá de sus especialidades, la ciudad se está ganando un hueco en la escena gastro y Food Arts Magazine enfatiza el despunte de su “escena culinaria emergente”. Para la revista, el restaurante Capitol Grille que el chef Tyler Brow tiene en el histórico The Hermitage Hotel, con platos sureños hechos con ingredientes procedentes de granjas de la zona, es un buen ejemplo de esa nueva escena. Otros locales a tener en cuenta son Rolf & Daughters, Husk Nashville, Arnold’s Country Kitchen o Etch, además del ‘food truck’ The Grilled Cheeserie.

 
4. Ponerse las botas

Botas de vaquero para bailar combinadas con un vestido ‘vintage’ son el ‘look’ de Nashville. Para elegir un buen par hay muchos establecimientos donde elegir, como Betty Boots, Two Free Boots –tienda que regala el segundo par– o Nashville Boots. Fiel al espíritu country hay que visitar Katy K’s Ranch Dressing, donde venden vestidos inspirados en los 50, además de piezas originales de la época y chaquetas y camisas bordadas para lucirse en un escenario. La dueña tiene fotos con Dolly Parton, y eso es una garantía para lograr el estilo Nashville. Pero no todo son tipismos: quienes busquen diseño y otros aires pueden acudir a Imogene+Wille, Local Honey , Two Old Hippies –que también vende guitarras–, Goodbuy Girls –la preferida de Nylon y Refinery29– o las tiendas de mobiliario y complementos Pre to Post Modern y Old Man Good.

Goodbuy girs.
Goodbuy girs.

5. Visitar museos

Porque también hay un hueco para ellos. Eso sí, íntimamente ligados a la escena musical. En Nashville hay que hacer un hueco para curiosear en el Johnny Cash Museum mientras se tararea ‘Ring of Fire’. También hay que vagar por el Country Music Hall of Fame, que este año tiene una exposición titulada ‘Dylan, Cash, and the Nashville Cats: A New Music City’, en la que se explora la importancia que tuvo para la apertura a nuevos estilos musicales que Bob Dylan eligiera grabar en la ciudad en 1966. La entrada a esta institución puede combinarse con la del Historic RCA Studio B, donde Roy Orbison grabó ‘Only the Lonely’, Elvis ‘It’s Now or Never’ y Dottie West ‘Here Comes my Baby’. Pero el arte visual también se ha hecho un hueco en Music City con The Frist Center, donde ‘collages’, fotografía y pintura muestran la inquietud cultural de la ciudad –que se complementa con una visita a las galerías de arte del barrio ‘hipster’ de Hillsboro Village y la zona pujante de The Gulch–. Los mejores recuerdos de esta visita: un cartel de la mítica imprenta Hatch Show Print, donde se elaboran muchos de los pósteres de los conciertos de la ciudad –se puede hacer una visita guiada e incluso encargar piezas personalizadas– y un ‘tour’ por United Record Pressing, una fábrica de vinilos en activo desde 1949 en la que te muestran cómo se fabricaban y cómo se hacen ahora estos discos.

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Sobre la firma

Ana Fernández Abad
La editora de estilo de vida de S MODA está especializada en temas culturales y personajes de actualidad. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y ha escrito en medios como Diario 16, El Comercio o Descubrir el Arte.

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