Maite Ruiz de Austri: “Estamos en la época de los referentes. Ahora las niñas ven que pueden ser directoras y hasta hace poco eso no existía”
Acaba de esternar en Netflix ‘Memorias de Idhún’, basada en los superventas de Laura Gallego. Con esta serie se convierte en la primera mujer en dirigir una serie de anime en España.
Pese a tener dos premios Goya (en 1005 por El regreso del viento del norte y en 1999 por ¡Qué vecinos tan animales!, ambos en la categoría de mejor película de animación) y haber sido durante 25 años la única directora de animación en España, la alavesa Maite Ruiz de Austri está eufórica con su nuevo proyecto. Acaba de estrenar la serie Memorias de Idhún en Netflix, basada en los libros superventas de Laura Gallego. Con ella, la cineasta, productora y guionista se convierte en la primera mujer en dirigir una serie de anime en España. “Estoy acostumbrada a ser la de la primera vez en muchas cosas”, dice al otro lado del teléfono.
Estudió Magisterio por tradición familiar y vocación, pero apenas trabajó un año como docente. “Mi pasión por la literatura me llevó a escribir guiones y después de hacerlo pasé a la dirección y a la producción, he tocado muchos palos”, explica. Al mundo de la animación, en el que la presencia femenina era casi inexistente cuando empezó, llegó a través del documental: “Produje junto con Iñigo Silva dos series, Cómic noveno arte y Grandes maestros del cómic, y ahí empezó todo. La frontera entre el mundo del cómic y el de la animación es muy tenue, hay muchas series de animación que parten de cómics y haciendo esta serie tuvimos la ocasión de conocer montones de proyectos, de autores de cómic y de animación, por lo que el siguiente paso fue dedicarme a la animación”.
¿Qué ha supuesto para ti marcar un hito al dirigir Memorias de Idhún?
Ha sido un reto porque es la primera vez. Hay que tomárselo con decisión, al final es trabajo, trabajo y trabajo. Siempre es responsabilidad, pero estoy muy contenta con el resultado. Yo creo que esta serie va a marcar un antes y un después en el papel de las mujeres en la animación española, porque tenemos mujeres en casi todos los puestos de responsabilidad, y eso es fantástico. Era también una primera vez para muchas de ellas.
¿Por qué el de la animación ha sido un sector tan masculinizado?
Es difícil saber exactamente las razones, si supiéramos los motivos verdaderos sería más fácil atajarlo e intentar que eso no fuese así. No solamente es en la animación, hasta ahora había sido en muchos medios, en los negocios, no solo en el cine. En cantidad de sitios las mujeres han tenido restringida su participación, sobre todo en los puestos de responsabilidad. Pero creo que eso se va corrigiendo, y es una buenísima noticia.
Durante 25 años fuiste la única directora de animación de España. ¿Esa situación ha cambiado, ya no hay tantas primeras veces para las mujeres?
Digamos que estamos en la época del deshielo, en la que van sumándose mujeres que van dirigiendo, que están en puestos de responsabilidad, y poco a poco cada vez están incorporándose más a estos puestos, pero todavía estamos muy lejos de esa paridad y todavía es muy raro ver a mujeres en la dirección, por ejemplo. Ahora estamos muy poquitas, pero ojo, antes apenas había, así que vamos mejorando.
Los premios Oscar acaban de anunciar que van a exigir mayor diversidad en las películas que van a optar a los premios, ¿qué opinas de esta medida?
Uf, es complicado, porque la discriminación positiva es algo que molesta mucho a mucha gente…
¿Tú la crees necesaria?
Yo creo que es necesaria, sí. También es cierto que soy de las personas que opinan que debe abrirse paso el talento, en ningún caso el género debe primar sobre otra cosa. Pero como yo creo que hay talento unido al género pues sí que es algo que se debe tener en cuenta y se debe promocionar. Es que ahora mismo solamente por ser mujer muchas se encuentran con que ni siquiera se las tiene en cuenta. Ahí la discriminación positiva hace que esa prevención se rompa y se pueda abrir más.
Eso es algo por lo que habéis luchado en la asociación de mujeres cineastas CIMA desde su fundación en 2006, en la que participaste. ¿Qué ha cambiado desde entonces, por qué hay que luchar ahora?
La lucha no se ha terminado. Como decía, creo que estamos en la época del deshielo, y eso está muy bien, pero queda muchísimo por hacer. Sobre todo creo que estamos en un momento que es la época de los referentes. Estamos creando referentes, y eso es importantísimo: hoy en día hay niñas que pueden ver que hay mujeres que se dedican a la dirección, que ellas pueden ser directoras, y eso es fantástico, porque hasta hace muy poco no existían esos referentes. Y los referentes son absolutamente fundamentales para normalizar las situaciones.
Durante el confinamiento la animación ha sido un refugio para muchas familias. ¿Es importante que tenga una parte educativa?
En el caso de los niños yo suelo decir que todo lo que ven les educa. En el mejor de los sentidos y en el peor: todo lo que ven va formándoles como personas. Por eso yo pienso que lo que vean está muy bien que tenga valores que les ayuden a ser mejores personas y a crecer de una manera más completa. Aunque sean pura ficción, pura aventura, siempre debajo va a haber unos valores y pienso que hay que tenerlo en cuenta y trabajar en ese sentido.
¿Qué momento vive la animación nacional? Klaus estuvo nominada en los últimos Oscar, ¿fue el reconocimiento definitivo a nuestra industria?
Absolutamente, todos los profesionales de la animación españoles estábamos absolutamente maravillados y con los dedos cruzados para que sucediese. Estar ahí como finalista en los Oscar es ya un reconocimiento increíble a la potencia de la industria española de la animación. Pero esto viene de lejos, viene de atrás. Hay muchísimos profesionales de la animación que no solamente están trabajando en España, sino para producciones fuera de España, ahí tienes a Raúl García, que ha trabajado para Disney, está en Los Ángeles hace mucho tiempo y ahora ha trabajado como coordinador de stories en Memorias de Idhún. Hay mucho talento.
¿Qué papel tienen las mujeres hoy en día en el mundo de la animación en España? ¿Es cada vez más fácil formar equipos con presencia femenina o sigue siendo algo residual?
Ahora mismo hay mujeres en casi todos los puestos, no solamente digamos de responsabilidad, sino también en los técnicos, los artísticos, en todos. En concreto, creo que Memorias de Idhún marca un antes y un después en la participación de las mujeres en puestos de responsabilidad en la animación. Es una serie que la autora y guionista es Laura Gallego, yo estoy como directora, después tenemos a una productora ejecutiva como Pilar Blasco, un equipo de producción liderado por Gloria Peña, la diseñadora de los personajes es Lía Marín, la colorista que hace la magia del color es Lucía Blanco, los títulos de crédito que son para enamorarse son de Amagoia Agirre… Casi podemos hablar de un 50% de equipo femenino o algo más.
¿Cuál ha sido el mayor reto de llevar a la pantalla un superventas de ficción? ¿Adaptar un libro con muchos fans supone una presión añadida?
Sí, hay presión porque hay mucha gente que quiere verlo y que lo va a mirar con los ojos del experto, del conocedor. Todo el mundo, además, y eso es lo que añade realmente la presión, se ha hecho la película en su cabeza. Esa es la magia de la literatura, cada uno lo imagina de una manera, y lo que quieres es no decepcionar a toda esa cantidad de seguidores. La gente que no lo conoce quieres que guste, pero sobre todo habiendo tal cantidad de fans y de seguidores buscas no decepcionarlos, que lo pasen bien. La verdad es que ha sido mucho más fácil sobrellevar esta responsabilidad porque hemos tenido a Laura Gallego, la autora de los libros y la creadora de la historia, dentro del equipo de producción. Ella es la guionista de la serie y gracias a eso podemos decir que estamos enseñando Memorias de Idhún tal y como quiere su creadora. Eso te da un apoyo enorme.
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