Los delirios fotográficos de Gorka Postigo

Cuando Gorka Postigo acudió a dar una charla en la Universidad Europea de Madrid, de la cual a punto estuvo de ser expulsado tres veces, sintió algo parecido al personaje de Woody Allen en la película Desmontando a Harry. "Estudiaba arquitectura y no era capaz de conciliar mi parte creativa con la vertiente más práctica. Y tuve problemas. Que ahora mi opinión sea importante para ellos me resulta curioso“, explica. Mucho antes de acabar la carrera ya trabajaba en David Delfín, marca de moda que había fundado junto al diseñador, Bimba Bosé y sus hermanos Diego y Déborah Postigo. Fue entonces cuando encontró una salida y se volcó en un proyecto común que tan buenos resultados ha dado a todos sus componentes.

"En David Delfín todos nos hemos creado un camino a la vez, colaborando como un grupo, y ahora recogemos los frutos de forma individual“. En su caso ese camino en solitario le lleva a exponer de nuevo sus fotografías en la madrileña La Fresh Gallery a partir del 5 de junio y hasta el 15 de julio. Con Delusions se propone captar lo intangible, manipulando imágenes cotidianas.

Encontrar un título al proyecto dio orden al concepto visual que rondaba su cabeza. Sabe que cada persona distorsiona y deforma la verdad en su mente y juega con ello. Cada mirada supone una realidad subjetiva. Por eso el término Delusions, que se puede traducir como ilusión o delirio, define esos sentimientos que él ha plasmado sobre cuerpos humanos y paisajes. El resultado es un lenguaje algo más siniestro de lo habitual.

Hasta hace poco Postigo estaba a gusto centrado en sus encargos para publicidad y moda – "el trabajo es más sencillo y luce más“, reconoce – , y nunca se había planteado involucrarse en un proyecto más personal, hasta que Topacio Fresh le animó a exponer en su galería. "Hacer algo propio me ha ayudado a conocerme mejor. Resulta que estoy más en paz conmigo mismo, como si hubiera abierto todos mis cajones y me hubiese puesto a ordenarlos“.

Con David Delfin ya había tenido experiencias previas exponiendo en galerías como Soledad Lorenzo, pero su colaboración con La Fresh Gallery supuso su emancipación definitiva. Esta muestra forma parte del festival OFF de PhotoEspaña 2012, algo que encaja a la perfección en su trayectoria.

"¡Por supuesto que soy una persona OFF! Nunca me sentí cómodo en el mundo de la arquitectura, por eso salté a la fotografía, pero en esa disciplina también me he encontrado como un intruso que procedía de otro lugar. Se puede decir que soy autodidacta y eso siempre está fuera de los límites establecidos. Lo positivo de todo ello es que te da un punto de vista más crítico. Ves las cosas desde otra perspectiva y se agradece a la hora de ser creativo“, dice.

Postigo supone que su antigua universidad quiso que los estudiantes de arquitectura comprobaran que hay vida más allá de esta crisis que tan pocas expectativas de futuro que les ofrece. Quizá por eso le invitaron a participar en la conferencia Arquitectos sin arquitectura. Aunque lo cierto es que tiene su propio estudio arquitectónico, AKA, pero es su socio quien ejerce como tal. Él prefiere construir imágenes, a menudo con rostros conocidos como Óscar Jaenada, Mario Casas o Marta Etura. El trabajar con actores le supone una extra de libertad que no encuentra en las sesiones de estudio con modelos. “Los modelos tienen otra relación con la cámara y sufren más -cuenta-. Un actor tiene bastante más autonomía, te obliga a estar más abierto a lo que surja y a estar atento para captarlo“.

Gorka Postigo

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