La española que transforma sus recetas en obras de arte

No es fácil fotografiar comida. Lo sabrán todos aquellos que alguna vez hayan intentado inmortalizar su plato para fardar de plan en Instagram. Por muy bueno que sea el emplatado y exótica la elección, lo más probable es que la luz o el ángulo terminen por convertir el manjar en desastre culinario. Si la cosa se complica y el reto está en retratar con buena pinta un trozo de huevo duro o unas colas de caballa, el común de los mortales puede irse olvidando de competir en la próxima edición del World Press Photo. No es así para Vega Hernando, una diseñadora textil de 26 años capaz de transformar un poco de aguacate en una obra de arte. La joven catalana muestra su exquisito trabajo en la cuenta Eating Patterns, un escaparate dominado por ingredientes reales que posan ante su objetivo antes de pasar por la sartén. Sí, lo más increíble de su obra es que todo lo que fotografía son alimentos que después utiliza para sus recetas.

«Siempre me ha gustado mucho la cocina pero me di cuenta de que con lo que más disfrutaba era dándole un valor estético a mis recetas», cuenta la creativa a S Moda. Animada por sus amigos, que conocían sus dotes culinarias y su buen gusto para organizar cenas temáticas, empezó a darle vueltas a la idea de compartir sus recetas presentándolas de forma visual. «Después de varias pruebas di con la idea de crear composiciones tipo pattern con ingredientes reales, vi que funcionaba muy bien y que me servía para lo que quería expresar, así que cuando tuve dos o tres fotos creé la cuenta de Instagram», aclara. Nueves meses después su perfil acumula más de cien estampados gastronómicos y casi 8.000 seguidores. Un número aún modesto que, sin duda, seguirá creciendo al calor de sus coloridas recetas.

El mérito de Hernando es doble teniendo en cuenta que no es fotógrafa: «He tenido que ir aprendiendo conforme el proyecto crecía. Al principio las hacía con el móvil y poco a poco lo he profesionalizado, pero sé lo básico», confiesa. A pesar de no ser una erudita de los flashes sus estampados demuestran la sensibilidad y el gusto suficientes de quien se atreve a inmortalizar lo que tiene en la encimera de la cocina antes de preparar la cena. «La idea que hay detrás del proyecto es compartir mis recetas y lo que cocino en mi día a día, así que casi siempre hago la receta de verdad. No quiero desperdiciar comida así que a veces hago la foto porque tengo una cena o al revés, desarrollo una idea y luego la aprovecho para comer», detalla.

Lo más llamativo de su trabajo es el uso del color. Toparse con una pizza rosa o un pan negro es posible en su universo sin necesidad de Photoshop. Para crear la primera basta con un poco de remolacha; para el segundo, un chorrito de tinta de calamar. «Dedico tiempo a pensar las gamas que voy a usar y muchas veces compro productos que me gustan por su color y a partir de ahí pienso el plato. Alguna vez hago el juego de cambiar el color original de un producto pero siempre con colorantes naturales: la remolacha, la tinta de calamar, la cúrcuma… hay un montón de opciones que además aportan sabores distintos», concede. Su formación en diseño textil y su pasión por la cocina son las bazas con las que ha logrado ejecutar la cuenta de recetas más original de Instagram. El resto es cuestión de invertir tiempo en pensar el plato idóneo. «Busco ideas en Pinterest y voy a mirar tiendas un poco especiales para inspirarme. A veces incluso hago un esbozo para acabar de imaginármelo. Cuando lo tengo claro y he comprado todos los ingredientes, preparo el set y hago la foto. El momento de disparar en comparación con el resto del proceso no me lleva demasiado tiempo».

A pesar de que Hernando realiza su trabajo por amor al arte (y a la comida), en su web es posible hacerse con sus láminas así como echarle un ojo a las colaboraciones que ya ha realizado con marcas como Estrella Damm o la británica Lazy Oaf. Para esta última ha creado composiciones con frutas de verdad a juego con las prendas de estampados frutales de la firma. ¿Veremos sus propios diseños impresos en camisetas? «En principio no me lo imagino en prendas de vestir, pero quedaría genial en menaje de cocina o en los delantales de un restaurante«, afirma. Actualmente sigue trabajando como diseñadora de estampados para moda pero quién sabe si lo próximo será imprimir sus ideas en una taza o crear un libro de cocina. ¿Quién dijo que con la comida no se juega?