El arte del ‘home organizing’ o cómo hacer un oficio de tus obsesiones
Ante la imperante necesidad de reanimar nuestra economía, proponemos importar este modelo yanqui de rentabilizar neuras y ganarse la vida con ellas.
A quienes vivimos fuera de EE.UU. siempre nos ha fascinado la capacidad que tienen para traducir las desgracias ajenas en negocios rentables. Mientras, en Europa, nos rasgamos las vestiduras cuando lo ideal sería que ante la llegada, por ejemplo, del circo de Adelson a Alcorcón nadie arguyera hipotéticas conversiones ludópatas o futuras ruinas humanas. Y qué decir de esas voces disparatadas que hablan de un posible auge de la prostitución. ¡Qué imaginación, oiga!
Nada que ver con la actitud de Alejandra Costello, nuestra protagonista, que consciente de que los tentáculos de un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) la acechaban, decidió darle la vuelta a la tortilla y convertirse en una de las profesionales del home organizing más respetadas de su país. Esta disciplina, que ella y sus colegas defienden como una especie de cuasi ciencia, consiste en reorganizar espacios (en el hogar, en el trabajo, etc.) y que alguien te pague por ello. Como ella misma afirma en su web, se trata de “algo más que poner en orden tus cosas, creando un estilo de vida productivo y conseguir una sensación de calma y paz”. Un milagro, vamos.
El año pasado, esta heroína de la armonía empezó a subir vídeos a You Tube para concienciar a las víctimas de la “desorganización crónica” (patología que sólo debe existir en EE.UU.), y alentarles mediante trucos DIY (Do it yourself) para que llevaran una vida más ordenada y en comunión con la religión de la pulcritud. Resultado: todo un éxito. Tanto, que hasta el Washington Post habla de Costello. Tan joven, tan profesional y aparentemente tan equilibrada, nos remite de forma inevitable a Bree Van de Kamp, aquel personaje de Mujeres Desesperadas que bajo su impávido hieratismo escondía un silencioso torrente de neurosis calculada.
Pero no nos engañemos. No se trata de un aire que le ha dado a un ama de casa aburrida, sino de una profesión plenamente reconocida y que está constituida en un asociación de tintes colegiales llamada N.A.P.O. (National Association of Professional Organizers). Costello, que hace cinco años que dejó su puesto como ingeniera informática y fundó la consultora Color-Coded, ofrece seminarios y claves online sobre su tema estrella. Hasta se ha asociado con The container Store, una franquicia presente en 23 estados norteamericanos y que, sin duda, es el particular santuario de Lourdes de los seguidores de esta gurú.
Tan serio es el asunto que las siempre avispadas cadenas estadounidenses dedican realities llevando al extremo el hoarding, que se define justo como lo contrario del ya famoso home organizing. En Hoarding: buried alive, del canal Discovery Communications, se muestra el aspecto más descarnado de las personas que tienen problemas con la higiene y que padecen síndrome de Diógenes. Una enfermedad que, según la prestigiosa clínica Mayo, en combinación con el obsessive compulsive disorder o TOC, puede resultar un problemón que no hay 'alejandracostellos' que valgan.
Lo cierto es que nuestra coach favorita es perfectamente consciente de su don (seamos realistas, eso se tiene o no se tiene) y de su capacidad para moverse en los márgenes de la asepsia. “Me di cuenta de que ésta era mi misión en el Universo”, asegura impúdica en su web. Quizás haya quien piense que esta devoción desmedida por lo pulcro viole de forma flagrante el estatus de república independiente de tu casa, convirtiéndolo en algo así como un régimen militar. Y sí, es cierto que a veces es un placer tener la casa en rompan filas, pero es alentador descubrir que hay nuevas formas de racionalizar nuestro caótico estilo de vida, cada vez más cercano al barranco desde donde dijeron ciao Thelma y Louise.
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