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Lily Allen y el creciente fetichismo por los pies

La atracción por los pies comienza a dejar atrás el estigma gracias a la visibilidad que brindan las redes sociales y a celebridades que aseguran haber encontrado en esa parte del cuerpo una interesante fuente de ingresos

Lily Allen
El fetichismo de pies se ha popularizado gracias a figuras como Lily Allen.Jutta Klee (Getty Images/fStop)

“Imagina ser una artista a la que escuchan cerca de ocho millones de personas al mes en Spotify, pero que gana más dinero al tener a mil personas suscritas a las fotografías de tus pies. No odies al jugador, sino al juego”, respondió Lily Allen a un usuario que al ver cómo la cantante subía a X una fotografía de sus pies acompañada de un link que dirige a su perfil de OnlyFans, le dijo “Imagina ser una de las mayores estrellas del pop de Europa y terminar siendo reducida a eso”. El motivo por el que la británica se animó a abrir un perfil en la plataforma fue que su pedicurista le dijo que tenía unos pies tan bonitos que sin duda, podría ganar dinero con ellos. Así lo comunicó sin ningún tipo de tapujos en su podcast, Miss Me, en el que presumió además de tener la máxima puntuación en WikiFeet, una web que valora los pies de las celebridades. Teniendo en cuenta que la cantante cobra diez dólares mensuales a sus seguidores en OnlyFans, obtiene como mínimo 10.000 dólares al mes gracias a sus pies, por lo que sin duda, ha encontrado en el fetichismo de pies un buena fuente de ingresos.

“Para mantener a los usuarios interesados y comprometidos en sus plataforma, los sitios de redes sociales dependen de métricas de participación”, explica a The Guardian Louisa Warwick, de la agencia de relaciones públicas Social Acceleration Group. “Es más probable que los me gusta, las acciones compartidas, los comentarios y las visualizaciones se promuevan en las plataformas, y esto crea un circuito de retroalimentación donde los intereses específicos, como los fetiches de los pies, pueden ganar visibilidad rápidamente si atraen a una audiencia dedicada e interactiva. El respaldo de celebridades puede legitimar y amplificar la tendencia, alentando a más usuarios a participar”, asegura a la hora de explicar el porqué del creciente interés por los pies en este artículo dedicado a la generalización del fetichismo de pies.

Como señala una encuesta puesta en marcha por la sexóloga Arola Poch, el fetiche por excelencia es aquel que tiene que ver con todo lo relacionado con los pies, pues siete de cada 10 personas fetichistas son fetichistas de pies. De los fetichistas encuestados, un 81,5% manifestó sentir atracción por los pies y un 63,2 % de fetichistas reconoció además que les excita la sumisión vinculada al fetichismo de pies. “Me considero ante todo fetichista de pies. Me excita tanto su visión como el disfrute en sí por contacto con mis manos, pies, genitales o boca, pero también en algunos momentos me he sentido atraído hacia los zapatos en los que ha estado un pie conocido. Me ha gustado olerlos y disfrutar de la huella que ha dejado un pie que me pone en ellos”, recoge uno de los testimonios que la sexóloga recoge en su estudio. “Considero que los fetichistas de pies deberíamos dar una mejor imagen y no de babosos o psicópatas, como he leído y oído muchas veces”, expresa otro.

Sin embargo, el problema de plataformas como OnlyFans, asegura en un post publicado en LinkedIn Vikas Shingala, un hombre que vende imágenes de sus pies en internet, es que “la gente suele querer ir más allá de los pies. Según mi experiencia, además, es más complicado encontrar a clientes si no tienes muchos seguidores en las redes sociales para promocionar tu perfil”. Por eso recomienda FeetFinder, una web que presume de haber vendido más de 10.000.000 fotografías de pies y de contar con más de cinco millones de usuarios que han gastado más de 80.000.000 dólares. Un usuario de la web explicó a El País que los precios de las fotos suelen oscilar “entre 10 y 30 euros por imagen si no son modelos y entre 20 y 45 si lo son”.

Margot Robbie explicó el año pasado a Cinemablend haber descubierto que muchas personas se interesaron por esa parte de su anatomía después de que saliera a la luz el trailer de Barbie en el que la actriz muestra sus pies. Desde entonces, existen muchos vídeos que recopilan las escenas en las que la intérprete muestra sus pies e incluso en Reddit ya hay un hilo que recoge las veces que estos han sido inmortalizados en la gran pantalla. Una de las escenas más comentadas de La casa del dragón, muestra a Larys Strong masturbándose mientras observa los pies de la reina Alicent Hightower. La directora del capítulo, Claire Kilner, manifestó, sin embargo, a Entertaiment Weekly su descontento al comprobar que para grabar la escena, nadie pensó que fuera necesario contar con un coordinador de intimidad. ”Es una secuencia muy interesante, y es curioso que haya tantos coordinadores de intimidad para grabar escenas en las que hay desnudos, pero no para una escena como esta, tan intrusiva e invasiva. Realmente, es una escena sucia”, aseguró.

“Creo que en los últimos años, los medios de comunicación en general han tenido mucho que ver en el popularizar determinados términos o prácticas. Podemos comprobarlo, por ejemplo, al analizar fenómenos de masas como el que supuso el libro y posterior saga cinematográfica, 50 sombras de Grey. En aquella ocasión, el universo BDSM se puso en boca del público general. En la actualidad, la influencia de Internet y las redes sociales es absolutamente potente en este sentido. ¿Por qué se habla más de pies que no de penes o de culos, por ejemplo? Valdría la pena plantearse cómo la moral sexual vigente en nuestra sociedad puede influir en ello. No olvidemos que determinadas zonas del cuerpo hasta pueden aparecer o ser comentadas en horarios de máxima audiencia mientras que otras serían impensables”, explica a S Moda la sexóloga Sigrid Cervera.

Arola Poch, sexóloga de Wyylde, indica que Internet ha tenido un papel fundamental en normalizar los fetichismos, pues ha permitido que alguien que ha empezado a notar un gusto sexual que no encajaba en la mayoría de su entorno haya podido descubrir que hay más personas con ese fetiche. “Eso ayuda a no sentirse raro o a pensar que se tiene algún problema. También ha permitido la divulgación de una sexualidad más diversa para entender que todos los gustos eróticos, siempre que se realicen de forma sana y consensuada, son válidos”, asegura antes de señalar que dentro de los fetichismos, el de pies es de los más comunes. “Su visibilidad nos da pistas de que hay un volumen importante de hombres (porque está más detectado en hombres que en mujeres) que manifiestan gusto por esta parte del cuerpo. De todas maneras, yo no diría tanto como mainstream ya que, aunque no sea ni mucho menos residual, sigue sin ser un gusto mayoritario”, aclara.

La moda, siempre dispuesta a funcionar como reflejo de lo que ocurre fuera de las pasarelas, lleva tiempo indicando que los pies son las nuevas piernas. Desde el furor por la “bota tabi” de Margiela, los icónicos zapatos centrados en los dedos del pie, hasta la colaboración en 2020 entre Balenciaga y Vibram que dio lugar al botín FiveFingers, los pies se han convertido en la estrella de la moda. Firmas como Loewe y Burberry se aseguraron de dejarlos al aire en sus últimas colecciones estivales, una prueba más de que aunque a la moda siempre le ha dado igual lo de tener los pies en el suelo, lo que sí quiere es que estos se vean. “Los dedos de los pies tienen mala reputación desde hace años. Es casi popular expresar el asco que generan los pies de otras personas, pero ¿qué tienen de asqueroso? Nos hemos acostumbrado a exponer nuestros cuerpos con ropa cada vez más escasa. Ahora es el momento de los pies”, asegura a Vogue UK el fetichista del calzado Lars Byrresen Petersen.

“Tengo unos pies preciosos y podría ganar una fortuna enseñandolos en internet, pero no te preocupes: todavía no hemos llegado ahí”, le dice Khloé Kardashian a Kris Jenner en un episodio de The Kardashian en el que explica a su madre que muchísimas personas están interesadas en los pies tanto de celebridades como de anónimos. Incluso le hace saber de forma gestual que hay quienes practican footjobs, es decir, quienes masturban con los pies. “Pero, ¿me darás el 10% de lo que ganes si finalmente te animas a subir fotos?”, bromea la matriarca. El clan ha hablado en más de una ocasión sobre la obsesión que la gente tiene por sus pies, como es el caso de Kendall Jenner, que en alguna ocasión ha advertido a sus fans que bloqueará cualquier comentario negativo acerca de sus dedos. Por su parte Kylie Jenner subió a sus stories de Instagram un vídeo en el que mostraba sus pies tras haberse burlado muchos internautas de ellos. “Tengo unos pies preciosos. Me rompí el dedo central en el instituto y no hay nada que pueda hacer al respecto”, explicaba la hermana más joven.

Desde el gagging, que consiste en introducir el pie en la boca profundamente, hasta el footslap, que supone abofetear con los pies, son muchas las prácticas que involucran a esa parte de la anatomía que aunque repugna a muchos, excita a otros tantos, siendo este un fetiche que comienza a dejar atrás la estigmatización para salir del armario gracias a figuras como la de Lily Allen, que ante la pregunta: Pies, ¿para qué os quiero?, sin duda respondería: Para ganar dinero.

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