Stéphanie Magnin: “Cuando aprendí a vivir con poco, perdí el miedo”
En ‘Segundo premio’, la actriz interpreta a la misteriosa bajista de Los Planetas, May Oliver, y vive su gran momento
En 1994, Los Planetas debutaban con el álbum Super 8, y este año, en su 30 aniversario, se lanzan de gira para celebrarlo. Coincidiendo con este momento, llega Segundo premio, de Isaki Lacuesta (Entre dos aguas), codirigida con Pol Rodríguez, Biznaga de Oro en el último Festival de Málaga, una película que no va de Los Planetas, sino de la leyenda de Los Planetas, en cuyo corazón mitológico y misterioso está May Oliver, la bajista de la banda original que en el momento álgido del grupo decidió desaparecer. El filme va de eso y de cómo, J. y Florent, los que se quedaron, construyeron un disco que cambiaría la historia del pop español: Una semana en el motor de un autobús (1998). Va de amistad y de creación en ese siglo XX en el que “las cosas eran muy distintas”, como dice la May del filme que interpreta Stéphanie Magnin (Málaga, 33 años). Para ella, hija de padre francés y madre de origen siciliano que desde Casablanca se mudaron a Fuengirola, este es su primer papel relevante en un proyecto ya mediático antes de su estreno, aunque en el último año su rostro y nombre habían dejado de ser desconocidos gracias a su personaje en la serie diaria La Moderna (La 1). Para Magnin las cosas eran también muy distintas, porque iba para abogada. Aunque en su infancia y adolescencia la interpretación siempre estuvo presente de alguna forma (Pablo Puyol fue su profesor en una academia en sus años de instituto); y Los Planetas, también. Con este filme se cierran muchos círculos y espera que muchas puertas se abran.
¿Cómo y cuándo llega a Los Planetas? Porque el apogeo de la banda le pilla muy pequeña.
Sí, pero mi madre es la pequeña de todos los hermanos y yo soy la pequeña de todos mis primos que viven en España. Mi primo Sandro me saca 14 años y era muy fan de Los Planetas, incluso tenían amigos en común. Cuando empecé a salir de noche, él me acogía, tocaban Los Planetas con la guitarra... Él me pasaba la música y me pasó muchas canciones de Los Planetas.
Así que cuando le llega Segundo premio…
Me acordé de eso y me sabía algunas canciones, pero sobre todo al recordar todo eso, pensé: “Si me dan este papel, mi primo Sandro va a flipar” [risas].
¿Y su primo Sandro ha visto ya la película?
Vino al estreno en Málaga y le gustó mucho. Es la primera vez que me ve actuar, me dijo que no pensó que soy yo, sino May.
¿Pudo hablar con May para entenderla y prepararse?
Antes de empezar a rodar pregunté si podía hablar con ella y me dijeron que mejor que no, y nunca la contacté. ¿Quién soy yo para molestar a esta persona… si lo que ha hecho ha sido preservar su intimidad? Pero ella empezó a seguirme en Instagram y le escribí y me dijo que se alegraba mucho de que estuviese trabajando en la película y que le gustaba mucho lo que yo le transmitía. Y después del estreno de la peli, me escribió y me dijo que J. le había dicho que le gustaba mucho cómo la había interpretado, y que tenía muchas ganas de verla.
Ella era una de las pocas mujeres de la música entonces, ¿llegaron a hablar sobre ese ambiente tan masculino?
La verdad es que no tuve esa conversación, ni con ella, ni con el equipo. Imagino que influye estar rodeada de hombres y tener que vivir en un ambiente masculino, pero creo que su decisión de dejar la banda no tiene que ver con eso. Pienso que tiene que ver con que está buscando su propia vida y su propio viaje, con expresar el arte desde otro lugar. Ella se va a la universidad y se pone a estudiar poesía y literatura para decidir qué viaje quiere.
Es curioso que, en su caso, el viaje ha sido al contrario.
Sí, pero el otro día mi prima me dijo: “Tú sabías que querías ser actriz desde pequeña”. En la familia de mi madre son todos muy artistas, han trabajado en restauración [su abuelo tuvo la primera pizzería de la Costa del Sol]. Pero yo no había conocido a ningún actor. Nunca pensé que se pudiera vivir de esto. Y para mis padres, que han tenido una pequeña empresa toda su vida [de jardinería y arquitectura paisajística], y han trabajado mucho, era muy importante que tuviésemos una carrera. Mi madre siempre me decía que, como yo tenía mucho carácter, fuera abogada. Así que estudié Derecho. Estando de Erasmus en Italia vi un anuncio para presentar un programa tipo Callejeros viajeros, y me cogieron. Ahí me dije: “Esto es lo que yo quiero”. No me veía de abogada, aunque acabé la licenciatura. Me metí a estudiar interpretación y en una agencia de publicidad, quería probar como un año, pero me iban saliendo cosas y fui alargando mientras seguían saliendo.
Creo que, de joven, por su nombre, se sentía que no encajaba. Pero en este mundo, el nombre y hablar cuatro idiomas (español, italiano, francés e inglés) sí será una ventaja. Ya trabajó en The Crown, ¿quiere salir más fuera?
Es verdad que el nombre es difícil, siempre tienes que dar explicaciones, a la gente le cuesta retenerlo, me lo encuentro mal escrito... Uno de los propósitos del año que viene es moverme un poco fuera porque trabajar en otro idioma te abre otro imaginario. Lo difícil es que te vean, llamar a puerta fría…
¿En qué momento vio que podría vivir de la interpretación?
Bueno, en realidad, hubo un momento en el que lo que aprendí fue a vivir con poco. Perdí el miedo y dije: “Me buscaré la vida como sea, mientras siga aprendiendo y esto me siga llenando”. He sido camarera y estado haciendo microteatro a la vez y con esos sueldos podía llegar a final de mes y estar contenta y tranquila.
¿Ventajas de viajar en tren (2019) fue un salto en su carrera?
Yo venía del microteatro y de la publicidad, y pensar que iba a hacer una peli con Luis Tosar y todo ese equipo… pero después de ese rodaje me pasé casi dos años sin trabajar, coincidió con la pandemia. Pero permitió que más directores de casting me conocieran.
Después ya vino Cerdita, y series como Mía es la venganza y La Moderna, con la que ha empezado a ser más conocida.
Estoy muy contenta con el momento que estoy viviendo. Hacer una serie diaria deja poco tiempo, pero es bonito acompañar a la gente por las tardes. Siempre quiero seguir avanzando.
Parafraseando alguna de las canciones de Los Planetas del filme… ¿tiene la certeza de que puede decidir?
Es muy difícil llegar a esa certeza, muy poca gente llega, quizá Penélope Cruz y Javier Bardem, pero llegar a eso es muy excepcional. No tengo la certeza y no la sé si la tendré.
¿Pero compensa arriesgarse?
Totalmente, yo creo que es mejor estar donde tienes que estar, aunque no salgan las cosas bien, que estar donde no tienes que estar o no quieres estar, aunque todo parezca estable.
Y como le pregunta J. a May en el filme, ¿está haciendo lo que quería hacer, está donde quería estar?
Sí, yo ahora estoy donde quiero estar. Y es fuerte poder decir eso porque es muy difícil llegar a eso. Y me doy cuenta del privilegio que es estar aquí porque cuesta mucho y porque somos pocos y muchas veces no tiene que ver contigo, tiene que ver con la suerte, con estar en el momento exacto. Yo, por ejemplo, a lo mejor no podría haber sido May hace dos años o dentro de tres. Estoy donde quiero estar, pero siempre quiero seguir avanzando, el sueño, la ambición, la curiosidad seguirán ahí.
Antes era el grupo de su primo, ¿ahora qué significan Los Planetas personalmente?
Ahora tiene que ver conmigo y con todo el rodaje y con mis compañeros y con toda la experiencia que ha sido esta película, que creo que me va a marcar para siempre. La peli va de cómo se construye un disco y a la vez estábamos construyendo una película, era un metauniverso todo el rato. Gracias a que Los Planetas existen yo he podido hacer esta película, esta gente ha marcado la historia de la música y nosotros hemos podido hacer nuestra propia historia.
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