15 razones para amar ‘El espíritu de la colmena’

1. Porque después de cuarenta años sigue siendo un objeto no identificado del cine español.

2. Porque Víctor Erice convirtió su primer largometraje en una obra insólita debido a su madurez y sobriedad.

3. Porque nos construyó un puzzle de imágenes que sigue dejando al espectador con la boca abierta.

4. Porque nos hizo volver al país de la infancia, el paraíso de la inocencia (y de su pérdida) a través de los ojos luminosos e inolvidables de Ana Torrent.

5. Porque seguimos recordando a Teresa Gimpera llegando en bicicleta a la estación del pueblo mientras la envuelve el vapor del tren.

6. Porque es un tributo al cine y su poder de encantamiento.

7. Porque nos devolvió (y descubrió) un tiempo de posguerra como nunca antes lo había hecho el cine español.

Teresa Gimpera interpreta a la madre de las niñas, una mujer obsesionada con un amor frustrado.

8. Porque la fotografía de Luis Cuadrado y la música de Luis Pablos nos hacen viajar a un lugar y a una época de soledad y silencio.

9. Porque en ella está esa estupenda actriz llamada Laly Soldevila a la que siempre recordaremos como la maestra de pueblo.

10. Porque como todos los cuentos, nos habla del lado oscuro de las cosas, del aprendizaje de la vida, del dolor y la crueldad como pasos necesarios.

La mirada inolvidable y luminosa de Ana Torrent.

11. Porque nos hipnotiza y nos obliga a entrar en su ritmo lento, hecho de pausas y silencios que hablan.

12. Porque el pueblo de Hoyuelos ya forma parte de nuestro imaginario, como Tara, Villar del Río, Brigadoon, Oz, Springfield…

13. Porque nos emocionan sus protagonistas luchando entre la realidad y el deseo, tratando de encontrar su lugar en un mundo devastado por la guerra.

14. Porque le hizo un homenaje a la película cumbre del cine de terror: El Frankenstein de James Whale.

15. Porque cuarenta años después, entre la ficción y la realidad, continúa mostrándose igual de misteriosa y moderna.