Miqui Puig: «En este OT serán mileuristas en el mejor de los casos»
El artista reemplaza a Guille Milkyway como profesor de cultura musical en la academia y aquí cuenta por qué «Amaia es como Messi» o cómo en esta edición el talento se valorará de forma distinta.
La maquinaria OT no ha hecho nada más que empezar. Entre las novedades de esta edición está el fichaje de Miqui Puig como profesor de cultura musical, que toma el testigo de Guille Milkyway. Por ese motivo nos hemos sentado con el que fuera líder de la banda Los Sencillos para que nos cuente cómo están siendo estos primeros días en la Academia; su relación con Amaia, la flamante ganadora de la pasada temporada; su vuelta a la televisión tras ejercer de implacable jurado en las primeras dos ediciones de Factor X y los planes que tiene en mente de cara a lo que queda de año.
Nada más arrancar tu primera clase les dijiste “me dedico a sobrevivir de la música” y que con suerte serán unos mileuristas. Está bien que les pongas en aviso de lo que van a encontrarse fuera de las paredes de la Academia.
Mileuristas en el mejor de los casos, porque algunos volverán a sus trabajos cuando el programa acabe. Nadie engaña a nadie. Estuve pensando acerca de si meterme o no en esos berenjenales de la industria, pero es algo que está ligado. Les hablé de Bill Withers, el creador de Ain’t No Sunshine, que grabó su primer disco y siguió trabajando de lo suyo porque no lo veía claro aun siendo un artista de soul en los setenta. En casa tenemos discos de músicos que de repente tienen que hacer un crowdfunding para pagarse una operación porque en Estados Unidos no hay Seguridad Social. La cultura musical lo es todo, no solamente conocer al productor de The Beatles. Desde el minuto cero me han dado libertad total para hablarles de lo que quiera a los concursantes y estoy disfrutando como un enano porque en esa primera clase vi que estuvieron muy receptivos y hasta se emocionaron. Tenía pánico de lo que se diría en las redes sociales, pero el recibimiento ha sido muy bonito.
Hablar de emociones a partir de la música nunca es fácil porque es algo muy subjetivo. ¿Es uno de los mayores retos a los que te enfrentas?
Probablemente. Una cosa que me sorprendió es que llegué a hablarles de una canción de Natalia Lafourcade conectándola con los boleros y, de repente, una parte importante de los chicos estaban muy emocionados. Quiero aportarles esa parte didáctica de la música. No hay música buena o mala, sino la que te gusta y la que no.
¿Qué consejos les darías como punto de partida?
Principalmente que deben ser ellos mismos siempre. Muchos llegan siendo clones de otros y no tienen una voz propia; por eso es muy importante formarse. Una de las cosas que más me gusta de esta generación de nuevos artistas es que llegan muy puros y no tienen ningún tipo de prejuicio musical.
La última vez que tuve la ocasión de charlar contigo afirmaste que nunca más volverías a ejercer de jurado de un talent show tal como en 2007 y 2008 hiciste en Factor X. Ser profesor es muy diferente pero, ¿de haberte propuesto ser jurado hubieses aceptado esta vez?
No, ni de coña. De hecho cuando el año pasado vi a Guille Milkyway como profesor le envidié porque ese era mi sueño. Cuando Tinet Rubira me llamó para decirme que Guille no seguía no me lo pensé ni un segundo porque ya de por sí cada día me gusta compartir con la gente que conozco mis pasiones. Ahora estoy siendo realmente consciente de la cantidad de personas que ven el programa por el número de mensajes que me llegan por Whatsapp y por redes sociales.
De algún modo, ¿acojona el hecho de saber que hay tantísima gente que sigue el programa en general y tus clases en particular?
En parte sí. La primera clase ha gustado mucho, pero nunca hay que olvidar que esto no ha hecho más que arrancar y, por mi parte, quedan muchas clases por delante. Acojona, pero hay que ser consciente de que hay días mejores y otros peores, así como que no todos los días gustará por igual lo que les cuente. Lo que quiero es darles clases muy didácticas y, cuando sea preciso, sorprenderles con un toque muy mío.
¿Consideras que muchos te redescubrirán ahora televisivamente hablando porque el Miqui Puig de Factor X era un personaje y en OT está la persona?
Sí, mucha gente que ahora sigue OT era muy pequeña cuando se emitieron las primeras ediciones de Factor X. Imagino que algunos fliparán viendo a alguien con una camisa hawaiana hablándoles de músicas bonitas. ¡Les gusta hasta el soul! Es algo que me sorprendió muchísimo de esa primera clase. En OT se podrá ver a un Miqui diferente porque muchos no llegaron a entender que lo de Factor X era un personaje que cuando se bajaba la persiana terminaba. Muchos amigos míos actores siempre me dicen que la gente les para por la calle cuando interpretan a un malo, y en ese momento me ocurrió algo parecido.
En tu estreno les hablaste de Aretha Franklin, Pulp o la banda sonora de Deseando Amar, aunque lo que más me sorprendió es que les pusieras Las Kasettes.
Me apetecía. Como hablé de Carole King como compositora les puse la versión que Las Kasettes hicieron de uno de sus temas. El objetivo era mostrarles que hay mucha más música que aquella que se considera comercial. Aparte, les cité el podcast de Jaime Cristóbal de Souvenir que me pongo siempre que voy a correr y con el que yo mismo aprendo muchísimas cosas.
¿Crees que el nivel de los concursantes de este año es alto?
Pienso que esta vez se ha presentado al casting gente de base preparada. Al haber funcionado tan bien la anterior temporada, y comprobar que a los antiguos concursantes no les está yendo nada mal en sus carreras, los de este año es como si fueran a por todas.
¿Qué te llama más la atención de estos nuevos participantes?
Dominan el inglés y las tecnologías a las que yo llego tarde y, además, son como más puros. No son talibanes en sus opiniones musicales como nosotros hemos podido llegar a ser. Están mucho más abiertos a descubrir nueva música, sin duda.
¿Te ha recomendado algo Guille Milkyway?
No nos podemos ver mucho y casi siempre nos comunicamos por Twitter y Whatsapp. Fue muy bonito el vídeo que hizo para el chat de la gala O en el que dijo “Miqui, te daría algún consejo pero tú tienes tu personalidad”. Tomar el relevo de Guille es una responsabilidad porque le amo y hasta le vi debutar en su primer concierto como La Casa Azul. Lo que sí que no he hecho es ver sus clases del año pasado porque no quería contagiarme ni sugestionarme.
¿Tienes algún favorito o favorita ya?
De momento, no. Hay gente que me ha atrapado ya por su carisma y otros que los veo más parados, pero por ejemplo en el caso de Amaia todos nos dimos cuenta de su carisma innato pasadas unas pocas semanas. Aún es pronto para decirlo.
En el concierto que Amaia ofreció en el pasado Primavera Sound se te pudo ver entre bambalinas. ¿Qué relación te une a ella?
El Primavera Sound nos encargaron a The Free Fall Band y a mí, como productor artístico, acompañarla y crear un espectáculo. Con este proyecto nos hemos reído y llorado muchísimo y, además, hemos vivido el fenómeno Amaia de cerca. Todo esto va a terminar el 4 y el 5 de octubre con dos directos en el Teatro Gayarre de Pamplona. A partir de ahí yo ya no sé más, pero he disfrutado muchísimo con ella porque tiene un talento natural. Disfruto como un enano viéndola tocar el piano. Para The Free Fall Band esto ha sido un regalo también porque por circunstancias estuvieron parados una temporada y, de repente, la banda está engrasadísima y con muchísimas ganas. Me encantaría trabajar con Amaia en su primer disco, pero mi papel acaba por ahora con estos conciertos.
Las expectativas siempre son complicadas de gestionar. Teniendo en cuenta lo que ocurrió el año pasado, ¿sería un fracaso si en esta nueva edición no florece otra Amaia?
No. Creo que este año, por lo que hemos visto de momento, puede que no haya alguien con su talento natural, aunque sí un elenco de cuatro o cinco que pueden llegar a ser muy potentes.
¿Qué te fascina de Amaia?
Es Messi, sin duda. Un día me llamó el cantante de The Free Fall Band para decirme si me parecía bien que tradujera del catalán al castellano Darrera una Revista de Antònia Font. Hicimos los arreglos y la gente flipó porque Amaia se la llevó a su terreno y le sentaba como un guante. Y lo mismo ocurrió con Felices los 4 de Maluma, a la que añadimos un punto electrónico a lo Stereolab y Saint Etienne. Ha sido muy divertido trabajar en el repertorio de esos conciertos junto a ella.
Estás a punto de lanzar tu nuevo disco, ¿qué puedes avanzar de él?
El primer single saldrá en noviembre y el álbum en enero. Después de la buena recepción que tuvo Escuela de Capataces el año pasado ni yo ni mi banda, la Agrupació Cicloturista, hemos querido parar. Es curioso porque el disco lo hemos perpetrado en muy poco tiempo. Tenía muy claro que esta vez quería hacer un álbum mucho más de baile que el anterior. De baile a mi manera. Hay electrónica, italo, northern soul y pop rápido. Será muy ecléctico. No tiene título aún pero trabajo sobre la premisa del hashtag #AmorBarroyMotocicletas. De aquí podría salir el título definitivo.
¿Qué te gustaría que ocurriera el próximo año?
Nada en particular. Estoy muy bien. El otro día un amigo me decía que se me veía muy tranquilo. Sí, tengo mis momentos de agobio como cualquier mileurista, pero los proyectos en los que estoy trabajando son muy chulos. Del estudio he salido muy contento por cómo está quedando el disco. Y, sobre todo, lo de Amaia nos ha ayudado mucho a posicionarnos en la industria porque formamos parte de ella. Una cosa que sí te puedo contar es que nos propusieron una reunión de Los Sencillos para un par de festivales este verano y, al final, no ha sido posible porque algunos miembros no han querido, lo cual respeto mucho.
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