_
_
_
_

«Una prenda que nace de la explotación está manchada»: así trabaja Ethical Fashion Initiative, la plataforma que une a artesanos y marcas

En sus 15 años de trayectoria, la asociación ha logrado mejorar las condiciones de miles de trabajadores de zonas empobrecidas y ha puesto en el mapa el valor de las tradiciones textiles africanas.

Una artesana de Burkina Faso trabajando con algodón
Una artesana de Burkina Faso trabajando con algodónCortesía de EFI

En 2006, durante uno de sus viajes por África, Simone Cipriani, un ejecutivo del sector del lujo, recaló en Kogorocho, una zona empobrecida de Nairobi. Allí conoció a Gino Filippini, un misionero que vivía y trabajaba con un grupo de artesanos del calzado. «Vi un oportunidad. Pensé que, con sus habilidades, podrían acceder a mejores condiciones de vida si lograba introducirlos en una cadena de suministro más internacional, que les diera mejores márgenes de beneficio. Contacyté con una organización de las Naciones Unidas que me apoyó para conseguir mi objetivo», cuenta Cipriani. Así nacía Ethical Fashion Initiative , una plataforma que lleva más de una década poniendo en contactos a artesanos de países en vías de desarrollo con marcas de moda de prestigio global. «Hemos logrados que miles de artesanos y sus familias salgan de la pobreza. La mayoría son mujeres, por lo que el impacto que su trabajo tiene en sus respectivas comunidades es enorme. De alguna forma, trabajamos para regenerar el capital social de muchos países del Sur», explica.

Desde hace un par de años, reciben apoyo económico de la Unión Europea para realizar su trabajo. «Ahora nos estamos centrando en comunidades de Afganistán, Burkina Faso, Mali, Congo, Uganda o Benin, entre otras». Han desarrollado colecciones para Camper, Adidas, Stella McCartney, o Brother Vellies, entre muchos otros. «Llevamos 11 años trabajando con Vivienne Westwood, esa continuidad ha logrado que juntos haya podido crear muchas oportunidades para mucha gente», relata Cipriani. «Con Zazi Vintage hemos construído comunidades de artesanos, con United Arrows nos hemos centrado en crear nuevas redes de consumo…». Recientemente, han puesto en marcha un programa de aceleración del diseño africano. «Muchos de los creativos son invisibles porque el foco de la moda aún sigue puesto en las grandes capitales europeas. Lo que hacemos es intentar conectar a diseñadores del continente con actores clave de la industria para que los visibilicen y las asesoren en materia de producción».

Desde Ethical Fashion Initiative también realizan informes periódicos sobra la transparencia del sector, y ofrecen asesoramiento para alcanzar la sostenibilidad y la trazabilidad en la cadena de suministro. «Queda mucho por hacer», sentencia.Durante décadas la industria de la moda se ha encargado de producir masivamente ocultando el funionamiento de su cadena de suministro, como relata Cipriani «Las tradiciones textiles han acabado siendo absorbidas por una industria y un modelo de negocio basado en la producción estandarizada», pero incluso, cuando se han respetado dichas tradiciones, en la mayoría de los casos no se han respetado a las manos que las ejecutan. «El otro día leía un artículo sobre cómo algunos textiles de lujo, fabricados en países desarrollados, los hacían personas explotadas. Esto es inaceptable. Una prenda que se ha hecho en esas condiciones es una prenda manchada», comenta. La sostenibilidad (al menos la sostenibilidad ‘real’) juega en dos direcciones: ambiental y humana, y amabas se retroalimentan. «En la cadena de suministro es donde se violan los derechos humanos y donde se contamina, es donde ocurre todo. «, argumenta.

Se pueden hacer las cosas de otra forma. La clave, según Cipriani,  es pedir explicaciones. «Las compañías tienen que informar sobre cómo y dónde fabrican y cuáles son sus valores en materia ambiental, social y laboral. Ya se lo están pidiendo los accionistas y las agencias, pero también se lo deben pedir los consumidores y los grupos de influencia. Cuando estas prácticas sean habituales, mejorarán las condiciones de los trabajadores»

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_