Paloma Elsesser, el rostro que ha derribado todos los estereotipos de la moda
Nueva York es la capital de la inclusividad. Recorremos sus calles con Paloma Elsesser, una de las modelos que están cambiando el rostro y la actitud de esta industria.
A Paloma Elsesser le encanta la música. Este año ha protagonizado el vídeo Bad Bad News, del icono del nuevo soul Leon Bridges y es amiga de Jorja Smith, fenómeno del R&B británico. «La música es muy poderosa, te hace sentir y expresarte. Mi vida tiene una banda sonora», afirma desde Nueva York, que para ella es su ciudad. Desde Chinatown, el punto de intersección de culturas donde vive, defiende una visión de la moda en la que la talla y la diversidad enriquecen. Nació en Londres en 1992 y se crio en Los Ángeles, pero con 18 años decidió mudarse a la Gran Manzana para estudiar Psicología y Literatura en la progresista New School. «Aquí, por fin, me sentí libre. Tenía miedo, dependía mucho del ambiente que me rodeaba en Los Ángeles, y tuve que reordenar mis prioridades. Nunca había vivido sola, descubrí que podía ser yo misma, cometer mis propios errores y crecer como persona. En cierto modo, yo renací aquí», explica con el orgullo de quien siente que ha forjado su propio destino.
No lo tuvo fácil. Admite que las inseguridades –por su cuerpo y su mestizaje– la marcaron desde pequeña, pero que aprendió a lidiar con ellas gracias al apoyo de sus padres (él, chileno-suizo; ella, afroamericana): «Fomentaron un ambiente que me hizo sentir empoderada por mi legado multicultural sin tener que dar explicaciones a los demás sobre por qué no hablaba español, no era lo suficientemente negra o mi pelo era así y no de otra forma. La gente quiere encasillarte y mis padres me dieron el lenguaje, los argumentos y el poder para entender quién soy. Me enseñaron a enfrentarme al tema de la identidad desde niña».
Ahora es ella la que transmite ese mensaje positivo de aceptación y confianza en uno mismo: ha posado para Martin Parr, ha sido imagen de Nike, Proenza Schouler o la línea de maquillaje Fenty de Rihanna y protagonizado, desnuda, la campaña Body Hero de la firma de belleza Glossier. «Para mí fue un orgullo, me hizo superar un obstáculo emocional. No creí que me fuera a cambiar tanto, no pensaba en que iba a inspirar a otras personas a no tener miedo de verse desnudas, sino a sentirse cómodas consigo mismas, a valorarse y decir: ‘Mi cuerpo es mío’. No me daba cuenta de que estaba formando parte de algo que es mucho más grande que yo».
Se refiere al cambio de cánones en las industrias de la moda y la belleza, del que ella, según el editor británico Edward Enninful, es uno de los rostros visibles. «Personalmente creo que estos sectores están siendo unos actores importantes en esta transformación. Lo veo en los castings, donde hay mayor diversidad, pero tendría que extenderse a todos los campos. Mi amigo Tyler Mitchell, por ejemplo, ha sido el primer fotógrafo afroamericano en hacer una portada de Vogue en Estados Unidos. Las fronteras están cayendo poco a poco, pero espero que no sea algo impuesto y que surja de una manera natural. Y esto pone de relieve que tenemos que seguir reivindicando y propagando la presencia de cuerpos negros, la diversidad, porque todos contamos», explica Elsesser.
Sin embargo, no se siente abanderada de ningún movimiento. «No busco hacer historia, simplemente quiero realizar bien mi trabajo e inspirar a otras personas a que sepan que ellas tienen valor, que deben tener autoestima. Siento que estoy logrando muchas cosas, pero no ha sido de una manera consciente o calculada, yo no he pretendido cambiar la moda, solo quiero saber que hay un espacio para mí y que puedo trabajar en esta industria y sentirme orgullosa de lo que hago».
Pese a sus logros, confiesa que algunos complejos respecto al físico no desaparecen por el simple hecho de obtener el reconocimiento como modelo: «Mentiría si dijera que hay un principio, un medio y un final en lo que significa tener confianza. Constantemente nos dicen cómo tenemos que ser, y yo he sufrido muchas inseguridades que ahora comprendo mejor, por eso es necesario abrir esta conversación, porque son cosas que preocupan a todas las mujeres, ya sean grandes o pequeñas, negras o blancas».
Las redes sociales, sostiene, «sirven para mostrar lo que llevas dentro y lo que le interesa a la gente, dar tu testimonio, que puede ayudar». Algo que ella hace al hablar sin rodeos de salud mental. «Es importante que socialmente nos preocupemos de este asunto. Muchas veces cuando tienes problemas mentales acabas muy aislado, y de esa soledad surgen más problemas. Por eso hay que hablar de ello», asegura.
En su cuenta de Instagram (@palomija) comparte sus trabajos como modelo, pero también su pasión por el mundo del motor, curiosidades que se encuentra al pasear por Nueva York o reivindicaciones personales. Recientemente colgó una instantánea de una obra de la artista Jenny Holzer en la Tate Modern, una pieza de mármol con un lema grabado: «Raise boys and girls the same way» (Cría a los niños y a las niñas de la misma forma).
«Hay que educar en feminismo e igualdad. Las redes sociales dan la oportunidad de mantener estas conversaciones con gente que a lo mejor de otro modo no accedería a ellas, así las jóvenes generaciones pueden recibir este mensaje», subraya Elsesser. Porque para ella la sororidad es fundamental: «Mis amigas han sido increíblemente importantes en mi crecimiento como persona. Nos ayudamos, fomentando el espíritu de equipo. No competimos, sino que nos motivamos e inspiramos unas a otras».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.