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Nuevo varapalo a Kanye: ‘White lives Matter’ está registrado por dos activistas antirracistas y él no podrá vender su camiseta

Ramses Ja y Quinton Ward, presentadores del podcast ‘Civic Cypher’, contaban en una entrevista que un benefactor anónimo registró el mensaje para que no pueda utilizarse con fines de odio.

Kanye durante la semana de la moda de Londres el pasado septiembre, días antes de su polémico desfile
Kanye durante la semana de la moda de Londres el pasado septiembre, días antes de su polémico desfileGetty (GC Images)

Tras la ruptura de Adidas con el rapero hace una semana, el que se autoproclamaba como «el negro más rico de los estados Unidos» ha dejado de serlo. Según contaba la revista Forbes, su alianza con la marca deportiva le reportaba más millones de euros que los royalties de su música. Adidas también ha perdido en la operación: tras conocerse la noticia, caía el valor de sus acciones, y se sabe que la línea Yeezy le reportaba a la enseña alemana entre un 7% y un 12% de las ventas de calzado anual; pero ha ganado en reputación de marca tras ceder a las presiones de decenas de miles de personas que clamaban en redes por la cancelación del artista tras sus comentarios antisemitas.

Ni siquiera su último desfile en París, con el que empezó su caída en picado, le va a servir para sacar rédito económico. Todo comenzó cuando el rapero diseñó varias camisetas con la imagen del Papa Juan Pablo II en el frontal y la frase ‘white lives matter’ (las vidas blancas importan’) impresa en el dorso. Una colección que, paradójicamente, realizó en colaboración con  Shayne Oliver (uno de los artífices de la ya extinta enseña Hood by Air, con un discurso marcadamente antirracista) y que presenciaron en vivo los pesos pesados de la industria. Solo la estilista Gabriella Karefah Johnson y Jaden Smith, hijo de Will Smith, se pronunciaron en contra de forma inmediata. Al resto le costó días, incluso semanas hacerlo, tras contemplar a través de sus móviles cómo el instragram de Kanye se llenaba de insultos y amenazas a aquellos que lo criticaban.

Ahora sabemos que esa camiseta, que el propio rapero lucía en una imagen junto a la presentadora afroamericana pro Trump, Cadace Owens, tampoco podrá venderse. Según anunciaba anoche ABC News, la frase está registrada por Ramses Ja y Quinton Ward, dos activistas antirracistas  presentadores del podcast ‘Civic Cipher’, un programa semanal que se describe como «una herramienta para empoderar a las voces negras y latinas permitiéndoles establecer vínculos tanto con sus comunidades como con la población general». Por si este hecho no fuera lo suficientemente irónico, ambos explicaban en conversación con el canal de noticias que el registro de la frase (usada con anterioridad por supremacistas y miembros de la extrema derecha) fue un regalo de un fan anónimo a finales de septiembre, pocos días antes de que Kanye presentara su desfile: «fue su forma de asegurarse que el mensaje perteneciera a nuestra comunidad y dejara de ser una herramienta de odio, así que lo aceptamos y ahora es propiedad de nuestra empresa, Civic Cypher», explican ambos. Ahora nadie peude usarlo para fines comerciales sin pasar por el consentimiento de estos dos activistas, que obviamente rechazarán cualquier petición, «y, si lo vendiéramos, donaríamos los beneficios a Black Lives Matter», afirman.

En estas semanas, Kanye ha intentado dar todo tipo de explicaciones sin sentido al uso de la frase en su desfile. Primero publicó en su Instagram (hoy cancelado) que su padre, ex miembro de los Panteras Negras, había entendido perfectamente de qué se trataba «porque las vidas blancas siempre son las que han importado», decía. Días más tarde, en una entrevista concendida (obviamente) a Fox News, contaba que «el cincuenta porciento de las muertes de afroamericanos se debían a los abortos». Entre medias, la familia de George Floyd, víctima de la brutalidad policial en 2020 y cuya muerte fue el germen de la visibilización mundial de Black Lives Matter, denunciaba a West por difamación después de que el artista afirmara que su muerte se debió al consumo de fentanilo. «Echo de menos al Kanye de 2004 y 2005, el que denunciaba públicamente el racismo de Georges Bush», comentaban Ja y Ward a Abc news, «pero no tenemos tiempo para darle más atención, nuestro deber es luchar por la representación racial en el gobierno y en un país con múltiples amenazas».

Todo apunta a que la caída en picado del que fuera uno de los mejores artistas de rap de su generación y uno de los productores musicales más aclamados es definitiva. Hasta él mismo es consciente de ello, y quizá por eso hace unos días se coló, literalmente, en las oficinas de la marca de zapatillas Skechers en Los Ángeles, de la que fue ‘escoltado a la salida’.

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