Enseñar el ombligo: de la obsesión de la moda por lucirlo al tabú por mostrarlo en la edad madura
Hasta 1983 no estuvo permitido mostrarlos en la televisión estadounidense, y solo en 1985 terminó la prohibición de destaparlos en las calles de Nueva York. Fue precisamente en esta década cuando Madonna, la princesa Leia en El retorno del Jedi o Cher normalizaron esta parte de nuestra anatomía en la cultura popular. Aunque mostrarlo en la edad madura, nunca ha dejado de ser tabú.
La tendencia Y2K, que ha devuelto los tops cortos, los pantalones de tiro bajo y las ‘baby tees’, ha ido más allá de Euphoria y de TikTok y ha aterrizado en las pasarelas. En Miu Miu se vio un uniforme acortado a golpe de tijeretazo, en el que el generoso espacio dedicado al vientre sorprendía en prendas de aspecto utilitario. Versace, Isabel Marant y Coperni son otras de las firmas que proponen este tipo de estilos; hasta marcas de lujo clásico como Hermés o Max Mara los incluyen en sus colecciones. Zendaya y Julia Fox, por poner dos ejemplos en puntos opuestos del espectro estilístico, han mostrado el abdomen en sus apariciones públicas. Y no sólo las mujeres han adoptado la tendencia. Harry Styles, Bad Bunny y Lil Nas X son algunos de los que se han apuntado a enseñar el ombligo; Ludovic de Saint Sernin y Alled Martinez han incluido tops cortos en sus colecciones para hombre, y una rápida búsqueda en la sección masculina de ASOS ofrece multitud de opciones. Incluso el streetwear se ha apuntado: Google Trends, las búsquedas para crop tops de la misteriosa marca londinense de streetwear Corteiz han aumentado un 4800% en el último mes.
¿Por qué esta obsesión con el ombligo? Aunque una primera lectura apunte a una mayor apetencia por lo sensual, también puede significar deseo de romper con las normas establecidas.
Lo cierto es que en la sociedad occidental hemos mantenido una relación complicada con los ombligos. La primera en enseñarlo fue Madeleine Vionnet en los años 30. La diseñadora francesa, famosa por sus vestidos fluidos cortados al bies realizó un par de diseños con tejidos transparentes que dejaban ver el vientre y que, como era de esperar, causaron bastante revuelo en la época. Al margen del bikini, hasta 1983 no estuvo permitido mostrarlos en la televisión estadounidense, y solo en 1985 terminó la prohibición de destaparlos en las calles de Nueva York. Fue precisamente en esta década cuando Madonna, la princesa Leia en El Retorno del Jedi o Cher normalizaron esta parte de nuestra anatomía en la cultura popular. Pero a fue a comienzos de los 2000 cuando enseñar el ombligo fue, literalmente, tendencia. Los pantalones de tiro bajísimo que Alexander McQueen puso de moda, las transparencias y los escotes hasta la cintura de la época de Tom Ford en Gucci y, sobre todo, las grandes prescriptoras de estilo de entonces, Britney, Christina Aguilera y Paris Hilton convirtieron el vientre (eso sí, adolescente) al descubierto en moda global.
Recientemente se han seguido librando batallas acerca de esta parte de nuestra anatomía. En 2020 las estudiantes francesas se rebelaron contra la norma que prohibía ir con camiseta corta al instituto. Y en 2021 las adolescentes californianas protestaron contra los códigos de vestimenta que les impedían llevar ‘crop tops’ por considerar que las sexualizaba. De hecho, un estudio de la plataforma de ensayos visuales The Pudding analizó las normas de vestimenta en las escuelas norteamericanas, y los resultados confirmaron al abdomen como la parte del cuerpo más penalizada, con un 71% de centros educativos que lo prohíben explícitamente.
Pero mientras las más jóvenes destapan el abdomen en señal de protesta, las mujeres de más edad siguen reticentes. A pesar de que la tendencia se presenta más inclusiva en la actualidad que en los 2000, años en los que se veneraban las tallas minúsculas, la realidad es que no aún estamos cómodas mostrando el abdomen, sobre todo pasados los 40. La popularidad de los ejercicios para fortalecer la parte central del cuerpo (o ‘core’), y las tendencias de ropa deportiva hacen que seamos muy conscientes del estado de nuestros abdominales. Curiosamente, junto a la de mostrar vientres planos, convive otra tendencia aupada, entre otras, por Rihanna, la de lucir cropped top durante los meses de embarazo. Pero salvo excepciones, como la de Shakira o la propia Rihanna, con la edad y la maternidad las mujeres tienden a tapar más su ombligo.
Los cánones estéticos dictan que debe tener forma almendrada y posicionarse a unos 13 centímetros del pubis. La obsesión por el ombligo perfecto es tan grande que las umbilicoplastias, es decir, el procedimiento de cirugía estética que se realiza para cambiar la forma, el tamaño y la posición del ombligo para conseguir un aspecto estéticamente más agradable y armonioso es cada vez más común. Este tipo de operaciones son demandadas sobre todo por mujeres después de dar a luz, ya que con la distinción abdominal y el crecimiento del útero pueden producirse cambios en su forma.
“Está demostrado que las mujeres mayores tienen más confianza en sí mismas y más autoestima, pero también son más conscientes de de las connotaciones que tienen ciertos estilos, o de cómo en nuestra cultura, aunque no se premie tanto la delgadez, se siga celebrando el cuerpo firme”, argumenta la psicóloga de comportamiento Dr Carolyn Mair, autora de la Psicología de la Moda. “Odio pensar que nuestra edad deba dictar lo que podemos ponernos”.
Con el hashtag #bellybuttonreveal (desvelar el ombligo) como tendencia en TikTok, la actual obsesión por lo que nos queda del cordón umbilical no tiene pinta de amainar. Quizás este sea el momento de unirse a la rebelión y empezar a enseñarlo sin constricciones.
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