En la tienda donde Ryan Gosling eligió el vestuario de Drive
Nos hemos ido hasta Beverly Boulevard, en Los Ángeles, para charlar con el hombre que ayudó a Gosling a escoger las prendas que saca en la película
Ryan Gosling, que soprendentemente se ha quedado fuera de las nominaciones de los Oscar, buscaba ropa con mucha personalidad para meterse en la piel del protagonista de Drive. Además de dejarse aconsejar por el equipo de vestuario del film, dirigido por Nicolas Winding, el actor decidió hacer un poco de trabajo de campo por él mismo. Para ello se acercó a Mister Freedom, una tienda en Beverly Boulevard (Los Ángeles), que presume no solo de tener “vintage de calidad” sino de confeccionar su propia línea de ropa masculina allí mismo, en la parte de arriba del establecimiento.
“Ryan es un tipo con las ideas muy claras. Confió en nosotros para hacerse con las prendas que llevó en la película o que sirvieron de inspiración para confeccionar ropa que saca en ella”, cuenta a Smoda Christophe Loiron, dueño de Mister Freedom.
“Ryan buscaba piezas que con el tiempo se convirtieran en icónicas, que pasasen a formar parte de la historia del cine… Creo que lo ha conseguido porque no para de entrar gente preguntándonos por la camiseta blanca. Obviamente ya no la tenemos, porque nuestras prendas suelen ser piezas únicas, raras. Podemos ofrecer cosas parecidas, pero la camiseta exacta, por ahora, no. La chaqueta del escorpión no la compró aquí, pero se llevó otra que nos consta que sirvió de inspiración para que el equipo de vestuario hiciese la adaptación de la que lleva en Drive”.
Drive
Loiron es un francés que emigró a California a principios de los 90 y que ha hecho de su negocio un referente en la amplia selección de tiendas vintage que ofrece Los Ángeles. Gran parte de su éxito se debe probablemente a la filosofía que da sentido a lo ocurre de puertas para dentro en la tienda. “Nosotros ofrecemos dos tipos de productos: una selección de ropa vintage, que recolectamos por todo el mundo y que normalmente es ropa de trabajo masculina, y nuestras propias colecciones”.
Hasta el momento ha diseñado tres colecciones inspiradas en gangsters, marineros y motocilistas de los años 50. “Para crear una colección me invento un personaje, como si fuera el protagonista de una novela. Luego le creo el fondo de armario que debe tener para el tipo de vida que va a llevar en la historia. No hay demasiadas prendas en cada colección porque no hay que tener mucho sino poco y bien hecho”, asegura.
Mister Freedom, tienda de la que también es cliente Johnny Depp, es un caos bien organizado. La parte de abajo se divide en dos secciones: una que sirve de muestrario de las colecciones y la otra que almacena la ropa vintage por estilos y colores. En la parte de arriba se encuentra el taller. Rollos de tela, recortes con ideas y botes de cristal llenos de botones de los años 20, 30, 40 y 50 se clasifican en las estanterías. En una esquina trabaja Antonio, un sastre que hace realidad los armarios de los personajes que se inventa Loiron. Todo está mirado con lupa. Hecho al detalle. Buen ejemplo de ello son las cajas en las que se le da la ropa al cliente. “Nos gusta prestarle atención al 'packing' y no nos sentimos mal por utilizar cartón para fabricarlas porque creemos que gustan mucho a la gente y en un 99% de los casos las reciclan para guardar otras cosas”.
En esta tienda no existen los chollos ni la ropa barata. Si lo que buscas es una ganga, Mister Freedom no es tu lugar. Una caqueta de la 'colección motorista' ronda los 900 dólares. Los vaqueros no bajan de 250 y llegan a los 400 dólares. “Nuestra ropa no es barata. Pero nuestro cliente sabe de donde viene. Si yo le quiero pagar a Antonio y al resto de las cuatro personas que trabajan conmigo un sueldo digno, con unas condiciones de trabajo justas, tengo que cobrarle esto a mis clientes. Todo está hecho a mano con telas de máxima calidad, con detalles como los botones vintage, muchos traídos de Francia, que son piezas únicas. Si lo piensas bien no es caro porque más vale tener dos vaqueros en el armario bien hechos que diez de esas tiendas que fabrican todo en China y Taiwán y no sabes en qué condiciones se han hecho. Me parecen ridículos esos vaqueros que compra la gente que vienen ya con las marcas como de estar gastados. Muchas veces no se corresponden con la forma de la pierna de la persona que los lleva. Son una aberración. Nuestros vaqueros están hechos con telas crudas [sin tratar] porque creemos que no es bueno para el medio ambiente y que estéticamente no son bonitos”, continúa. Durante la entrevista, Loiran insiste varias veces en que está indignado con las grandes cadenas de ropa y en que desde las revistas de moda debemos informar más al consumidor sobre lo que compra.
Entonces, ¿cómo es el cliente de Mister Freedom?. “Es un tipo al que le gusta la ropa masculina. Le gustan las prendas de tipo duro y trabajador. Además, odia ir de compras al centro comercial. Digamos que mi cliente es un 'anticentrocomercial'. Y lo más importante: tiene muy buen gusto y se quiere vestir como un hombre. No como crío de 10 años. Por último, es un tipo que se va a casa sabiendo que no participa del juego de las grandes multinacionales de la ropa que explotan a sus trabajadores y les tratan como ratas. Es un tío libre, como el nombre de mi tienda”.
La tienda Mr. Freedom en Los Ángeles.
Mister Freedom
El ‘packing’ de Mister Freedom es 100% reutilizable.
Beatriz García
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