El monte de Venus se reinventa, el diseño llega al vello púbico
En en la última década, las mujeres han optado por nuevos modos de expresión: eliminar el pelo, darle forma o decorar la zona genital es tendencia.
![Biquini](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BILZAYXRBJLW7N62WNVMVJING4.jpg?auth=7cd243725051a1b81b06ff1bd6b784902e0e7d8e470ec3b7f1fb03c380a181b7&width=414)
Definitivamente, el vello corporal no está en boga. Un estudio de Veet revela que el 97% de las españolas se depila de forma habitual las piernas; el 90%, las axilas; y el 80%, las ingles. Las mujeres eliminan pelo en un área de 4.361 centímetros cuadrados de su cuerpo; es decir, se afeitan en una zona 18 veces mayor que la de los hombres, según un estudio de Gillette. Más datos: el 54% de ellas se rasura la línea del biquini, cifra que asciende hasta el 73% entre las jóvenes de 15 a 25 años. Ya sea solo retocar lo que sobresale del traje de baño o hacerlo desaparecer por completo, la depilación del vello púbico está de moda. Algo tiene que ver en esta tendencia la desestigmatización de la pornografía, gracias a su difusión generalizada por Internet, y a que las féminas se han convertido en consumidoras de contenidos eróticos, asumiendo la estética de las actrices depiladas como un estilo limpio y deseable.
«Las mujeres que se afeitan el pubis tienden a mejorar su autoimagen genital y a obtener mejores logros en su función sexual», asegura la sexóloga Debby Herbenick, del Instituto Kinsey. El 55% de los hombres confiesa que les excita más una chica bien depilada. Quienes prueban esta técnica suelen repetir. «Hay mujeres que se realizan su primera depilación brasileña a los 70 años y, por lo general, la mayoría regresa», cuenta Paz Torralba, directora del Centro Médico-Estético The Beauty Concept.
El imperio del láser
Los avances en esta técnica la han convertido en una de las más populares. Se emplea en axilas, piernas y zona púbica. El vello de las ingles, más grueso y más pigmentado, es ideal para ser tratado con este sistema. El láser destruye el folículo piloso gracias al calor. La matriz se sitúa a bastante profundidad y por eso los médicos recomiendan aplicar los más potentes. Es recomendable que sea un experto quien determine, según el tipo de vello y el fototipo de piel, qué clase de láser usar y a qué potencia. El número de sesiones suele depender de la tipología de pelo.
Uno para cada mujer
Existen varios láseres; estos son los más conocidos:
– Pieles claras. El alejandrita de pulso variable es perfecto para pieles claras y para el vello fino o medio.
– Impacientes. «El más rápido y para el mayor rango de fototipos es el Apogee +», afirma la doctora Pilar Bermejo (de cuatro a seis sesiones, desde 35 € cada una en www.drapilarbermejo.com).
– Todas. «La tecnología Elite MPX se adapta a todos los tonos de piel y a todos los colores y grosores del pelo. Se necesitan unas seis sesiones», sugiere Adriana Ribé (50 € cada una en www.ribeclinic.com).
– Morenas. Las pieles más oscuras y el vello más grueso tienen los días contados con el sistema de diodo.
– Quienes no toleran el dolor. El vectus es lo último en láseres. «Se trata de un sistema más seguro, menos molesto y más eficaz: se obtienen mejores resultados con menos sesiones», nos explica Josefina Royo, subdirectora del Instituto Médico Láser (395 € por ocho sesiones en www.iml.es).
– Bronceadas. «El eLase combina láser de diodo con radiofrecuencia y funciona sobre pieles oscuras. También es adecuado para el vello fino y claro, con poca melanina», informa Alberto de Mazaira, del Centro Clean Body de Santa Cruz de Tenerife (Tel.: 922 53 61 35. Precio: 59 € la sesión)
– Quienes quieren ir más lejos. El neodimio-YAG penetra más en la piel y la melanina lo absorbe menos; es decir, lo toleran bien las pieles más oscuras (80 € la sesión).
– Vello claro. « No actúa sobre la melanina, sino sobre los nutrientes del folículo. El Gentle Max Pro es ideal para fototipos altos y pelos menos pigmentados», cuenta César Arroyo, de la Unidad Láser del Centro Cemar (www.cemarlaser.es).
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Getty Images
El arte más íntimo
Nancy Jarecky, fundadora de Betty, creó una línea de coloración natural para el vello púbico al descubrir que las mujeres pedían a su peluquera tinte capilar para aplicárselo en esta zona. Empezó con tonos rubio, moreno y caoba. Hoy la gama incluye también azules y fucsias (16 € en www.bettybeauty.es).
La creatividad no tiene límites: arrasan los tatuajes, los adhesivos, la pintura corporal –incluso fluorescente– y el vajazzling o decoración a base de cristales de colores o piedras preciosas. La actriz Jennifer Love-Hewitt es una de las fans de esta tendencia. Además, el empleo de cuchillas, pinzas y cremas depilatorias permite crear en casa todo tipo de formas.
El IPL, a examen
La depilación con luz pulsada (IPL), más barata que el láser y conocida como fotodepilación, enfrenta a médicos y esteticistas.
– A favor. «Duele menos y con los actuales equipos trabajamos sobre pieles más oscuras», cuenta Sheila Lanzo, del departamento de formación de No + Vello (ingles: 30 €, área perineal: 30 €. www.nomasvello.es).
– En contra. «Debilita y ralentiza el crecimento del vello, pero no lo erradica», asegura la doctora Ribé. Existen varios aparatos de uso doméstico con el sistema IPL: i-Light PRO de Remington, Glide de Silk’n, etc.
Método Eléctrico
Los vellos rubios, pelirrojos o canosos son poco aptos para la depilación definitiva con láser. La solución: la eléctrica.«Vale para cualquier fototipo de piel», explica la experta en estética Gema Cabañero. «Se canaliza un filamento metálico hasta el folículo piloso y se descarga una pequeña cantidad de energía para eliminar las células germinativas del vello». Más ventajas: es el único sistema que garantiza la eliminación permanente del 100% del vello tratado.
Para indecisas
Si hay dudas ante una depilación definitiva, mejor probar un método transitorio: la cera. «Para la piel delicada de las ingles se trabaja con cera cremosa con elementos hidratantes de rosas», señala Ildiko Guba, directora de Chi Spa (desde 20 € en www.thechispa.com).
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