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S MODA + BIMBA Y LOLA
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Tras ser la melena más buscada, Natasha Lyonne tiene ahora el BOLSO de la temporada

Icono de ‘outsiders’ y una de las chicas más ‘cool’ de los dos mil, la estrella de ‘Russian Doll’ protagoniza la nueva campaña dirigida por Petra Collins para BIMBA Y LOLA, un road trip por esa geografía cinematográfica de magnéticos desiertos y estéticas estaciones de servicio, en donde la nueva colección de la firma cobra una vida casi sobrenatural

Con apenas veinte años, cuando acababa de conseguir su famoso papel en American Pie y se preparaba para interpretar a Megan en esa maravillosa sátira queer que es But I’m a Cheerleader; Natasha Lyonne (Nueva York, 43 años) predijo de algún modo lo que sería su carrera cinematográfica: “Aunque en realidad nunca he tenido mucha suerte actuando, en mi corazón y en mi cabeza sabía que era algo que haría que esos cabrones ricos del instituto se dieran cuenta de lo que valía”, le diría al escritor Graham Fuller, con su peculiar voz desgarrada (porque así es como hay que leerla) y ciertas ansias de revancha nerd, en uno de los desaparecidos números de Interview del que llegó a ser portada en los 2000.

Cuando parecía condenada a ser la eterna e infravalorada secundaria —la única capaz, sin embargo, de convertir sus propias experiencias autodestructivas en comedias de culto, como ocurrió con Orange is the New Black —, la actriz-cómica-guionista-productora se sacó de la manga Russian Doll junto a Leslye Headland y Amy Poehler, un ácido día de la marmota en el que la protagonista muere (y renace) en la fiesta de su 36 cumpleaños; para confirmar lo que todos esos adolescentes outsiders, raritos y extravagantes que encontraron en ella representación, ya sabían: Natasha Lyonne es la chica más cool del planeta, con permiso de su mejor amiga Chloë Sevigny. Si su melena rizada se convirtió en uno de los peinados más buscados de 2019, la actriz ya ha encontrado el único bolso capaz de volver a robarle planos. O al menos, de hacerse tan viral como su flequillo: el bolso logo Chimo de BIMBA Y LOLA. 

ICON

Porque Natasha Lyonne también ha sido #BIMBAYLOLIZED: la neoyorquina es la protagonista de la nueva campaña de la firma dirigida por la increíble artista Petra Collins, un road trip por paisajes desérticos, carreteras interminables, estaciones de servicio y luces de neón que componen esa geografía cinéfila y distópica con la que aún hoy soñamos: Paris, Texas, Repo Man, To Die For… Referencias de culto para la generación Tumblr, protagonizadas por seres poliédricos e incomprendidos que, si algo tienen en común con Lyonne ,es haber hecho de la extrañeza su marca de estilo.

Al fin y al cabo, ese también es el espíritu de la colección (y la filosofía) de BIMBA Y LOLA. Frente a una industria que peca de apropiación de clase, sin atender al contexto ni concederles ningún crédito, la firma se ha convertido en el refugio de la disidencia artística más auténtica e interesante, donde la única premisa es que encuentres la forma de expresarte. Que Lyonne, que formó parte de la tribu creativa más envidiada de los 2000, con Humberto Leon y Carol Lim al frente, se haya aliado con Petra Collins para seguir tejiendo su universo, confirma la vocación curational de la firma.

Entre luces y sombras, moteles de carretera y gasolineras heladas en el medio del desierto, las dos creativas nos van adentrando en una glamourosa distopía de abrigazos peludos, camisetas que claman ‘fiesta’ en el medio de la nada y un buen arsenal de americanas. Hay una de satén rosa que irremediablemente nos conecta con aquella niña de vestido rosa a la que Nora Ephron dio su primer papel —fue la hija de Meryl Steep en Se acabo el pastel–, pero con el corte y el rollo para colarse en el demandado armario de Russian Doll. La mirada en todos los fotogramas, sin embargo, se posa sobre una pieza muy concreta.

Del mismo modo que ocurrió con el ya icónico LB, BIMBA Y LOLA ha conquistado las redes sociales con su último objeto de deseo: el bolso Logo Chimo. Una pieza de anatomía hobo que se presta a todo tipo de tamaños y reinterpretaciones: en texturas de cuero, nylon, acolchado o peluche; en una paleta que va de los tonos ácidos a los metalizados, todo le sienta bien. Con tan solo un pequeño aro metalizado, con el logo de la firma, se ha convertido en uno de los modelos más reconocibles de la temporada. Un poder sobrenatural que explota Petra Collins en la irreverente campaña que acompaña la colección.

A medio camino entre Expediente X y el icónico vestuario de Ghost World, el cortometraje de Petra Collins Out-of-this-world que acompaña esta pieza estudia el fenómeno BIMBAYLOLIZED en Lolaville, una ciudad desértica de Estados Unidos en donde la aparición de los bolsos Logo Chimo, en un tejido de peluche nunca visto, ha desencadenado una serie de factores sobrenaturales –¿Cómo es posible que esté nevando en verano?– y trastocado la vida de cuatro amigas protagonistas.

Uno de los ojos de Enya, la chica que trabaja la gasolinera –posiblemente porque es el mejor fondo para sus looks que cuelga en redes– se ha vuelto azul; el cuerpo de Bianca y Peng, las recepcionistas de un motel, se ha llenado de extrañas marcas y Beth… la pobre Beth está como Winona Ryder en Stranger Things, tratando de atar cabos entre este mundo y el extraterrestre. Una intrépida reportera, interpretada por Anna Collins, tratará de encontrar las respuestas al fenómeno en una divertida fábula analógica sobre el poder de los accesorios de BIMBA Y LOLA, en donde lo único que queda claro es que el universo de la firma trasciende al entendimiento.

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