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Miu Miu: La hermanísima de Prada cumple 20 años

Hace veinte años que nació por un capricho de Miuccia Prada, pero aquella locura ha resultado ser un rentable negocio que le ha colmado de alegrías.

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CZYBIK / Most Wanted Pictures (Christina Czybik **WORLDRIGHTS** /Cordon Press)

Tiene veinte años y ya ha sido beatnik, lolita y novicia a tiempo parcial. Con su media sonrisa de Dakota Fanning y esa mirada lánguida de Mia Wasikowska parece que nunca ha roto un plato, pero nadie sabe lo que hace cuando se excusa para ir al servicio. Nació en Milán y hace siete años que recibe a sus invitados en París −en los 90 lo hacía en Nueva York y Londres−. A estas alturas ya ni se acuerda de aquella mansión decimonónica de la Avenue Foch donde se exhibía descarada. Ahora lo hace en el Palais d'Iéna, sede de uno de los órganos consultivos del gobierno de Francia. ¿El motivo? Le horroriza la casa familiar, ese mamotreto de la milanesa Via Fogazzaro. Hace lo que le da la gana, que para eso la concibieron como un capricho. Libre, sin una tradición que la ahogue, se hace llamar Miu Miu.

Este año el grupo Prada celebra doble aniversario: los cien años de su firma matriz y los veinte de la hija díscola. Junto con Church's y Car Shoe conforman el negocio millonario dirigido por Patrizio Bertelli y su esposa Miuccia Prada, de la tercera generación de la casa de maletas fundada en 1913. Entre los dos logran una sincronía de pareceres poco habitual en la moda, con grandes dosis de mano izquierda y una capacidad visionaria que convirtió el minimalismo de las primeras colecciones de Prada en objeto de culto: bolsos de nailon y calzado deportivo para yuppies. Nada que ver con Miu Miu, su otra mitad, la que decidieron lanzar hace dos décadas. Desde entonces, el ascenso meteórico de la hermanísima ha estado plagado de iconos. El bolso Bowling o las gafas de sol Culte son solo algunos ejemplos de los highlights que sustentan su joven legado.

Pero no todo han sido aciertos en el matrimonio Bertelli-Prada. Todavía escuece el recuerdo de las carísimas adquisiciones de Helmut Lang y Jil Sander, que casi los deja noqueados. Se deshicieron de ellas en cuanto pudieron y se centraron en lo suyo, es decir, Prada y Miu Miu. En esta última, el retrofuturismo y los filtros de Instagram −o su equivalente noventero−  hicieron posible un universo de chicas it y golpes de efecto. La lista de quienes han protagonizado sus campañas es interminable: Vanessa Paradis, Lindsey Wixson, Daisy Lowe, Kirsten Dunst, Lou Doillon… En 1997 eligieron a Chloë Sevigny para vestirla con ropa de hombre y zapatillas, y dos años antes pusieron su mirada en Drew Barrymore, un perfil cuanto menos singular. No obstante, las ganas de dar la nota no solo se limitaron a los comienzos. La campaña de otoño de 2011, firmada por Bruce Weber, tuvo como protagonista a la joven modelo Hailee Steinfeld, de catorce años.

Celebrity hotspots in Los Angeles - Rodeo Drive
CZYBIK / Most Wanted Pictures (Christina Czybik **WORLDRIGHTS** /Cordon Press)

Dos ‘looks’ de la colección para este otoño/invierno.

Imaxtree

Entre 2010 y 2011 organizaron los Miu Miu Musings, cinco encuentros que reunieron a lo más granado de la industria y el periodismo de moda (André Leon Talley, Tavi Gevinson, Katie Grand, Remy Martin…), con el objetivo de hacer balance y reflexionar sobre el futuro del negocio. Este tipo de iniciativas que trascienden lo estrictamente comercial son habituales en las firmas del grupo Prada, pero casi siempre se desarrollan en el marco de las actividades impulsadas por su fundación: proyectos hiperfinanciados que salen en auxilio del arte, el deporte y el mecenazgo en general, principalmente en territorio italiano. Naturalmente, siempre hay tiempo para las filias personales de Miuccia Prada, que en una ocasión pidió a Quentin Tarantino que pusiera al día una selección de películas italianas de serie 'b' para editarlas posteriormente en DVD.

La marca que inicialmente fue recibida como una segunda línea de accesorios antimoda ha acabado convirtiéndose en una firma de lujo para un público joven y sin prejuicios. Según declaró Miuccia Prada a WWD en una ocasión, el proceso creativo es algo muy particular: "Cuando diseño para Miu Miu todo debe ser rápido, instintivo, espontáneo… Si pienso algo tres veces, paro". Una actitud que choca con la firmeza del implacable signore Bertelli, que hace meses demostró que no le dolían prendas al atreverse a abrir un melón peligroso: el calendario oficial de pasarelas. Recién nombrado vicepresidente ejecutivo de la Camera Nazionale della Moda Italiana (CNMI), Bertelli cargó contra los "senadores de la moda", en clara alusión a Dolce & Gabbana y Giorgio Armani, que reniegan de la CNMI. Por ese motivo, estos no deberían participar en el calendario oficial de la fashion week, según el marido de Miuccia Prada. Armani recogió el guante y aseguró que se uniría a la CNMI cuando "otros" dejaran de desfilar en el extranjero.

Polémicas aparte, el camino de Miu Miu parece estar muy definido. El miércoles de la semana que viene presentan en París la colección estival de 2014, el mejor indicativo para saber que las cosas marchan bien. En lo que va de año han abierto trece nuevas tiendas (ya suman 133 en todo el mundo) y se han estrenado en cuatro mercados: Catar, Brasil, Austria y Canadá. En 2012 su balance se cerró con un crecimiento del 16%, y en los primeros seis meses de 2013 la tendencia ha sido la misma (+3,7%). Parece que hay motivos de sobra para celebrar el vigésimo cumpleaños de Miu Miu, pero todos saben que en casa de los Bertelli-Prada los triunfos se saborean con discreción.

Dos imágenes de sendas campañas de 1994 y 1995.

Miu Miu

Campaña primavera/verano 2000.

Miu Miu

Campaña primavera/verano 2012, por David Sims.

Miu Miu

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