Los bolsos hechos en Vic que arrasan en Japón
La firma de accesorios Mercules no deja de ganar adeptas en todo el mundo gracias a sus creaciones ‘Made in Spain’ confeccionadas a mano por artesanos de toda la vida.
Mercedes Gallego diseñaba junto a Galliano en su época en Dior, aprendió a trabajar la piel en Loewe y se dejó llevar por el vertiginoso ritmo del low cost en su etapa en Massimo Dutti. Su paso por tres gigantes de la industria de la moda significaría para muchos el éxito más rotundo. Pero su forma de entender el verdadero triunfo tenía que ver con volver a los inicios. «Back to basics», que dirían los músicos. En 2010 decidió empezar su proyecto personal, una marca de bolsos elaborados lejos de los templos del lujo y de las grandes producciones. Las creaciones de Mercules (a medio camino entre el nombre de la diseñadora y el de Hércules, dios griego de la fuerza) cobran vida en un pequeño taller de Vic, en Barcelona. «Es un espacio familiar con diez trabajadores que pertenece a la tercera generación de artesanos, un matrimonio de 48 años. Tenemos una relación muy cercana y nos gusta trabajar sin fichas de producto, maquetando cada bolso en el momento como si fuera una escultura o un collage», cuenta Gallego a S Moda.
Durante estos siete años esculpiendo bolsos, Mercules ha pasado de ser una firma desconocida a dejarse ver por nuestras calles o por las de Francia, Reino Unido y Japón, los tres países en los que mejor se venden sus creaciones. También por las del mundo virtual, claro. Si han avistado en Instagram bolsos marcados con una flecha dorada, están ante un Mercules. Si le han echado el ojo a una bandolera salpicada de estrellas o en un saco con flecos, probablemente también. En un mercado atestado de nuevas marcas, Mercules ha sabido diferenciarse gracias a sus tachuelas y sus adornos metalizados. «Siempre hemos querido crear productos basados en los pilares clásicos pero con un twist, combinando el lujo de la artesanía con la funcionalidad y fabricando siempre a mano en España», afirma la diseñadora. Esto se traduce en piezas fáciles de llevar en el día a día a precios asumibles (a partir de 120 euros y sin superar en ningún caso los 300). Bolsos de todas las clases y para todos los gustos –bandoleras, bolsitos de mano, shoppers…– confeccionados con piel italiana cortada a mano y ensamblada de forma artesanal. Piezas que huyen de la excentricidad pero tienen alergia al aburrimiento. Porque se puede ser atemporal y original al mismo tiempo.
Y también seguir las tendencias. Las dos últimas temporadas, Mercules ha salido de su zona de confort para atreverse con los bolsos del momento. El pasado verano apostaron por el capazo, el accesorio que, sin duda, definió la temporada. Pero no un capazo cualquiera. Lanzaron varios modelos que combinaban la técnica y aspecto de toda la vida –creados por un artesano en Denia– con el sello de la casa: piel de colores a modo de correa y varias tiras decorativas. Este otoño, repiten la fórmula. La firma ha creado en colaboración con Comme des Machines, estudio español experto en la impresión 3D, su propio jelly bag. Esto es: una cesta de plástico con pinta retro de las que se utilizaban antaño para ir a la compra. La misma con la que siguen jugando las niñas pequeñas y que, por capricho de la moda, llevarán con orgullo las mayores. ¿Un bolso sintético en una marca experta en piel? También han sabido adaptarlo a su ADN introduciendo una cartera en su interior. «Una de las maravillas de fabricar con proveedores locales es su respuesta rápida, así podemos lograr que los productos que son tendencia puedan comprarse de forma inmediata», explica la diseñadora.
Pero Mercules ya es mucho más que bolsos. Lo mismo hacen monederos que cinturones, guantes de piel o una línea para el hogar protagonizada, de momento, por mantas. Cobertores de inspiración navaja elaborados por artesanos en Ezcaray (La Rioja) a base de lana suave y mohair. De esos que se convierten en objeto de decoración instantáneo y que sirven de avanzadilla para seguir diversificando. «Nuestra idea desde el principio es crear un universo Mercules global, queremos rodear los accesorios con productos que encontremos especiales y que convivan con la colección. Para ello buscamos proveedores españoles que ofrezcan un producto que encaje con nosotros y desarrollamos ideas nuevas, no nos importa si es algo artesanal como los capazos o ultramoderno como lo que hacen en Comme des Machines, al final lo que cuenta es hacer piezas con alma», confiesa Gallego. Lo más inmediato será sumar una colección cápsula de hombre y una línea de bolsos de calidad superior y «diseño más sosegado».
Las piezas de Mercules se venden internacionalmente a través de su tienda online pero también tienen más de 50 puntos de venta físicos en lugares como Japón, Corea, Estados Unidos o Francia. Y dos tiendas propias en España. La primera la abrieron el año pasado en un antiguo ultramarinos del barrio de Neguri, en Getxo (Vizcaya), la segunda acaba de abrir sus puertas en la madrileña calle Conde de Aranda. «La de Vizcaya fue algo accidental», reconoce la diseñadora. «Parte del equipo –a día de hoy Gallego cuenta con dos socias, Alejandra O’Shea y Gabriela Laiseca– vivimos en Getxo y buscábamos una oficina-almacén cerca de casa. Encontramos un local maravilloso en una zona poco comercial pero decidimos utilizar una parte como tienda por si vendíamos algo de vez en cuando. Al final resultó ser un éxito y nos ha animado a abrir tienda física en Madrid». Porque reconozcámoslo: comprar en internet es muy rápido y muy cómodo pero cuando se trata de hacerse con una pieza especial – más si es de piel– suele apetecer tantear, probar y manosear un poco. «Creemos que tener tienda física es fundamental, aunque solo sea como escaparate. Es un espacio que respira la esencia de la marca y donde se agrupa toda la colección y esa es la mejor manera de que se entienda el producto. Ya ha pasado por la tienda mucha gente que conoce los bolsos por internet pero que estaba deseando tocarlos antes de comprar», asegura Gallego.
En su nueva colección para este otoño-invierno, presentada en un evocador universo onírico, se cuelan nuevos materiales como el borrego de lo más apetecibles de cara a la inminente bajada de temperaturas. Pero el modelo best seller de la firma sigue siendo el Bullet, una bandolera rectangular disponible en varios colores y tamaños coronada por la icónica flecha dorada. «Lleva en colección años y probablemente no lo matemos jamás. Es el que más vendemos cada temporada en cualquier color». Porque los enamorados de los bolsos, como los músicos, también vuelven a los básicos.
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