Meghan Markle, esa máquina de agotar ropa, cuelga la etiqueta ‘sold out’ en el abrigo blanco del compromiso

A los príncipes Jorge y Carlota de Inglaterra, los más influyentes a la hora de convertir en superventas todo aquello que se pongan, les ha salido una dura y plebeya competidora: Meghan Markle. La prometida del príncipe Enrique apunta igual o más maneras que los miniherederos al trono y ya juega en la misma liga que su futura cuñada, la duquesa de Cambridge, el hasta hora gancho royal por excelencia para las marcas de moda. Todo lo anterior, siempre con permiso de Isabel II, verdadero icono de estilo de la familia real británica.

Buena prueba de ello es que ya se ha agotado el abrigo blanco de LINE, que lució para el anuncio de su compromiso con el príncipe Enrique. El modelo de la firma canadiense, que ha vestido ya en otras ocasiones, es muy sencillo y cuesta 799 dólares canadienses (528 euros). Por ahora no hay otro remedio que ponerse en lista de espera por si la firma decide ‘reeditarlo’.

Pero la capacidad de agotar ropa de la actriz no es nueva, viene de largo. Antes de filtrarse y posteriormente confirmarse su noviazgo, el tirón de la angelina de 36 años que interpretaba a Rachel Zane en Suits, serie cuya séptima temporada está actualmente en antena en Estados Unidos –en España puedes ver hasta la sexta en Netflix–, era bastante cuestionable. En términos de moda pasaba por fiestas y eventos sin pena ni gloria. Como mucho la habíamos visto acudiendo a alguna inauguración o desfile en la Semana de la Moda de Nueva York, invitada por diseñadores como Peter Som y Wes Gordon, o más recientemente posando en los CFDA Fashion Awards. También ejerciendo de reclamo para Reebok, L’Oréal o Sephora, si bien a título puramente presencial, en diversos actos promocionales.

Ahora, desde que Markle se dejara ver por primera vez en público junto al hijo pequeño de Diana de Gales, su informal estilo de calle es uno de los más copiados. De ahí que algunas de las piezas más buscadas de su repertorio sean una sencilla camisa blanca de corte masculino, unos vaqueros rotos, unas bailarinas de piel marrón y un discreto y práctico bolso tipo shopper. Las mismas que forman uno de los estilismos más fotografiados durante los pasados Invictus Games celebrados en Toronto, donde se destapó el amor del príncipe y la intérprete, y ciudad en la que se rueda la serie que protagoniza y en la que vive habitualmente.

Así, las primeras beneficiadas por el ‘efecto Markle’ han sido marcas de precios medianamente asequibles como Misha Nonoo, la diseñadora que firmaba su camisa de 158 dólares (unos 133 euros) y cuyo nombre The Husband (“el marido”) nos puede dar quizá alguna pista acerca del futuro inmediato de la pareja. Este modelo de camisa se lo hemos visto también a Allison Williams, Emma Watson o Jessica Chastain.

Mother Denim es la firma responsable de los tejanos que lució en Invictus Games. Cuestan 200 euros y son una de las piezas clave de esta marca especializada con la que ha colaborado recientemente Miranda Kerr. Sarah Flint, creadora de calzado cuya web se colapsó en cuanto la gente identificó los zapatos de Meghan, lleva sin stock desde el lanzamiento de su modelo Natalie, unas manoletinas de punta decoradas con un lazo y hechas en Italia, que cuestan más de 400 euros.

Pero sin duda una de las más marcas que más ha experimentado el ‘efecto Markle’ es Everlane, una enseña sostenible centrada en los básicos de calidad con sede en San Francisco (California) y cuyo modelo estrella de bolso escogido por la novia del príncipe Enrique cuesta 165 dólares (casi 140 euros) y tiene lista de espera desde hace semanas.

Hace unos días Megham Markle lució un bonito vestido a media pierna y la cazadora de cuero en el mismo tono escogidos por su estilista y mejor amiga –Jessica Mulroney, nuera del exprimer ministro canadiense Brian Mulroney y responsable del armario de Sophie Grégoire, la mujer de Justin Trudeau– para otra de sus apariciones. El vestido firmado por Aritzia y la cazadora por Mackage también se agotaron inmediatamente. Antes de empezar su relacion con Enrique de Inglaterra, Meghan se dejó ver por varios eventos de Marc Jacobs, marca de la que le gusta lucir bolsos.

De todos modos, y a pesar de su innegable potencial en este mundo, casi nada ha trascendido sobre la primera incursión profesional de Meghan Markle en la industria de la moda. Tampoco se ha dicho mucho sobre su vocación de bloguera. Y es que muy pocos saben que Markle es la fundadora de The Tig, un portal de estilo de vida, gastronomía, viajes y tendencias en la línea del Goop de Gwyneth Paltrow, si bien con menos pretensiones, que la actriz ha decidido cerrar definitivamente quizá por su nueva condición de novia de un royal.