Louis Vuitton convierte sus iniciales en una colección de joyería unisex para soñar
Francesca Amfitheatrof, directora artística de joyería y relojes de la maison francesa, firma una propuesta que ensalza las L y V mayúsculas convirtiéndolas en piezas atemporales.
Lo que parece un colgante en forma de rayo es en realidad la unión de las famosas L y V, iniciales inequívocas de Louis Vuitton y protagonistas de LV Volt, la nueva colección de joyas de la Maison. No es el único ejemplo: los 28 diamantes de un anillo definen perfectamente la silueta de la letra V, mientras que en unos pendientes la misma inicial se balancea bajo la L que decora el lóbulo. Francesca Amfitheatrof, directora artística de joyería y relojes de Louis Vuitton, ha sabido deconstruir el monograma más famoso de la moda en una colección de joyas unisex en la que establece «una metáfora del movimiento, una alegoría del impulso, una apología de lo esencial y un símbolo de la velocidad», según cuentan desde la marca.
VER FOTOS: TODAS LAS JOYAS DE LA NUEVA COLECCIÓN UNISEX DE LOUIS VUITTON
Las piezas de la colección, en las que las letras LV se unen, se separan y se entrelazan creando distintos volúmenes y texturas, están elaboradas en oro amarillo, blanco o rosa combinado, en gran parte de las piezas, con diamantes. Los materiales –la colección utiliza precisamente aquellos que forman parte el Santo Grial de la joyería– y el diseño las confirman no solo como un generoso regalo navideño, sino como un tesoro de los que permanecen en el joyero toda la vida.
Amfitheatrof, responsable de la colección, es una de las pocas grandes joyeras mujeres, en un mundo hasta ahora dominado por hombres. Esa mirada femenina define sus creaciones que, sin embargo, no distinguen géneros y nacen con vocación unisex. Bautizada como LV Volt, el nombre remite al voltio evocando sonidos, música y sentimientos, y los diseños reinterpretan el emblema más importante de la casa, el monograma de Louis Vuitton, que creado en 1896 se ha convertido en uno de los primeros logos modernos. Lo hacen sin barroquismos y reduciéndolas a lo esencial. Ligeramente curvadas o partidas por la mitad prometen convertirse en objeto de deseo con mensaje: reivindicar el legado, lo duradero y lo sostenible.
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