La trágica historia de Janis Joplin (por fin) llega al cine

Del club de los 27 nos fascina la coincidencia, también la forma en la que intentaban aliviar su dolor y el misterio de lo que hubieran sido sus vidas. En apenas un año, tres de sus miembros han resucitado en forma de documental. Tras Kurt Cobain y Amy Winehouse, Janis Joplin: Little Girl Blue, de Amy Berg, el que convierte a la cantante en objeto de estudio cinematográfico.

Stevie Nicks, Kim Gordon, PJ Harvey y Courtney Love son algunas de sus seguidoras confesas y es casi una evidencia que, si su grito liberador en clave de blues no hubiera irrumpido en los escenarios, ellas no hubieran podido expresar su identidad artística con la libertad con la que lo han hecho. «No hay duda de ello. Janis fue la primera mujer que logró ser estrella de rock», defiende a S Moda Amy Berg, quien ha presentado su filme acerca de la cantante en el Festival de Cine de Venecia. Es la primera gran exploración cinematográfica centrada en la figura de la estadounidense en más de cuatro décadas desde que sucedió su muerte. Han ocurrido otros intentos, pero todos quedaron a medias, entre ellos  proyectos de biopic nunca concretados que involucraron a Pink, Zoey Deschanel y Amy Adams y The Rose un filme de los 70 con Bette Midler, que solo insinúa sin aportar datos de una manera abierta. El complejo entramado en los derechos de autor de sus canciones y el difícil acceso a imágenes –esta producción ha necesitado invertir 250.000 dólares solo en grabaciones de archivo– son las principales razones para que no haya ocurrido antes, explica la cineasta.

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Marginada en el instituto y querida aunque incomprendida por sus tradicionales padres, las heridas de adolescencia de Joplin hicieron su mismo viaje, desde Texas a San Francisco y hasta el momento en que murió. La aceptación que no encontró en sus años de instituto surgía en cambio cuando cantaba en directo. «Amy Winehouse sufría a menudo actuando; Janis lo vivía de forma opuesta. Era la única salida para aliviar su permanente sensación de soledad, pero las 22 horas restantes del día podían llegar a ser muy tormentosas. No sabía ser feliz fuera del escenario», dice la directora, candidata al Oscar por su documental Deliver us from Evil (2006).

Tras ganarse la confianza de los hermanos menores de la intérprete de Piece of my heart, Amy Berg logró acceso a las cartas personales que enviaba a sus familiares y amigos. «Muestran a una mujer ansiosa de sentirse validada y una parte de su personalidad que no podía verse en sus apariciones públicas. Buscaba a una familia entre sus compañeros de banda, aunque fuera una no tradicional», apunta. Esos textos íntimos se reproducen en la voz de la cantautora Cat Power, a quien la directora escuchó hablar en una entrevista en YouTube y que comparte orígenes sureños con la leyenda del rock. Su acento le pareció idóneo para dar voz a las frases íntimas de Joplin. «Luego descubrí que muchos otros aspectos vitales eran paralelos y ella aceptó la propuesta casi de inmediato», recuerda la directora, quien ha invertido cinco años de trabajo en la complicada producción de esta cinta.

Tras varias relaciones sentimentales con hombres y con mujeres, las adicciones de Joplin le hicieron perder al hombre de su vida. David Niehouse no pertenecía al mundo del espectáculo ni se sentía amenazado por la fuerza de Joplin. Tampoco toleraba que ella consumiera heroína, así que, tras separarse, ella decidió demostrarle durante meses que era capaz de abandonar sus hábitos. La noche del 4 de octubre de 1970 en la que ella abandonó de nuevo la abstinencia, le esperaba en la recepción del hotel una carta de Niehouse aceptando retomar la relación. Pero la muerte no permitió que Joplin pudiera leer el escrito que tanto esperaba.

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