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La industria se rinde a las ‘cougar’

La cosmética, la moda y el ‘show business’ abrazan a las maduras liberadas sexualmente y rehabilitan un término hasta ahora denostado.

Cougar
Cordon Press

Insulto, reafirmación feminista, fantasía o realidad. Sea como sea, el término cougar ha calado hondo en la cultura popular. No hay más que darse una vuelta por la red para darse cuenta de la pegada de este vocablo, que se refiere a las mujeres maduras que salen con jóvenes.

El espacio de las mujeres pantera se amplía progresivamente. Existen webs de contactos, cruceros, libros-guía y fiestas. Se les dedica una serie, Cougar Town, estrenada en 2009 y protagonizada por Courtney Cox. Y Harry Styles, pin up del grupo para adolescentes One Direction, es un admirador confeso de las mujeres mayores.

Aunque Joan Collins, Elizabeth Taylor o Mae West ya se enamoraron de hombres más jóvenes, famosas como Demi Moore, Sharon Stone, Susan Sarandon o Madonna han dado visibilidad a este tipo de parejas. “Somos felices ¿por qué tengo que tengo que defenderme o pedir disculpas?”, ha declarado la artista Sam Taylor Wood que a los 46 años tiene dos hijas con el actor Aaron Johnson, más de dos décadas menor que ella.

Anna Karenina premiere Outside Arrivals
Steve Finn / Splash News (Steve Finn / Splash News /Cordon)

Sam Taylor Wood y Aaron Johnson, una pareja con hijos que se inició cuando ella le dirigió a él en ‘Nowhere boy’.

Getty

Una industria tan conservadora como la cosmética también muestra interés por las cougars. La marca Über ha lanzado un vídeo para promocionar su nueva crema anti envejecimiento cuyas imágenes muestran una bisabuela con el cutis de una mujer de cuarenta que se despierta junto a un jovenzuelo. Una campaña polémica (el making of se puede ver aquí) que ha dado que hablar y sobre todo demuestra que el fenómeno ha llegado al punto en el que se utiliza para vender productos.

Hace tan sólo cuatro años el término no se usaba de manera tan lúdica. Google llegó a bloquear los anuncios de las webs de búsqueda de pareja para cougars, relegándolos a la sección de adultos. El spot televisivo de una aerolínea neozelandesa que comparaba a las mujeres con depredadoras fue retirado después de que llovieran las protestas. El spot presentaba a estas mujeres como parte de una fantasía calenturienta. Las describía como “demasiado mayor para ser tu novia, demasiado joven para ser tu madre”. Un animal “que no ha probado carne en días” y que lleva a su presa “a un apartamento donde le forzará a escuchar a Enya o Eurythmics”. Como si los veinteañeros se fueran con ellas a punta de pistola.

El apetito exagerado –y algo salaz- por todo lo cougar ha presentado a sus hermanas pequeñas, conocidas en Estados Unidos como “pumas”. Treintañeras que no preguntan la edad a los chulazos, véase Eva Mendes y Ryan Gosling o Jennifer Aniston en la época en la que salía con John Mayer. Ya son ganas de etiquetar.

NRJ Music Awards 2013 - Red Carpet Arrivals
Pascal Le Segretain (Getty Images)

Harry Styles, admirador de las mujeres maduras.

Getty

Bromas gruesas y estereotipos aparte, el término está siendo rehabilitado. Equiparar a mujeres como animales salvajes porque se comportan de la misma manera que muchos hombres rezuma sexismo. Pese a todo muchas dan la vuelta a la tortilla y reivindican la palabra como una manera de negarse a ocultar la sexualidad femenina pasada cierta edad, tal y hacer oídos sordos a la presión de las convenciones sociales.

Las diferencias entre las décadas de los veinte y los cuarenta cada vez están más difuminadas y en una época de eternos adolescentes, donde la juventud es elástica, cobra sentido ese cliché que reza que la edad es sólo un número. Al fin y al cabo, todos estamos enganchados a Juego de Tronos, diferentes generaciones se unen frente a la consola y madres e hijas comparten los vaqueros pitillo de Trafaluc. ¿Qué más da si tu novio tiene 15 años menos?

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