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Racista, homófobo y presunto acosador: la deriva ‘ultra’ del mítico Hércules televisivo

El actor Kevin Sorbo, conocido por dar vida al héroe en la inolvidable ficción de los noventa, se ha convertido en un referente de la derecha más reaccionaria en Twitter.

Kevin Sorbo es hoy uno de los personajes que más antipatía despiertan en Estados Unidos.
Kevin Sorbo es hoy uno de los personajes que más antipatía despiertan en Estados Unidos.Getty (WireImage)

Le conocimos a mediados de los noventa, cuando amenizaba nuestras meriendas luchando contra seres mitológicos como centauros, hidras o cíclopes. Su Hércules, el de “los viajes legendarios”, se convirtió en un icono televisivo que olvidamos tan pronto como terminó el siglo XX y nos echamos en brazo de otros héroes, procedentes estos de las páginas de los tebeos y que lucían un músculo presupuestario más poderoso que el del hijo de Zeus. El intérprete, Kevin Sorbo, ha vagado desde entonces entre convenciones frikis en las que poder vender a 10 euros el selfie y las profundidades menos glamurosas de la industria cinematográfica. Sin poder aspirar de nuevo a una posición como la lograda hace una década, el actor ha decidido mantenerse en la picota de la actualidad gracias a su beligerancia ultra en Twitter. Teniendo en cuenta el historial de comentarios homófobos, machistas y racistas de este férreo defensor de Donald Trump (“Jesucristo votaría por él”), intuimos que una inusitada tolerancia al ridículo es lo único hercúleo que queda en el actual semidiós de la extrema derecha.

El intérprete ha vuelto a los titulares este mes de junio por las acusaciones de acoso sexual recibidas por parte de una compañera de reparto. Con motivo de la reciente marcha de la secretaria de prensa del gobierno de Trump, Sarah Huckabee Sanders, el actor de 60 años publicó un tuit criticando al movimiento feminista por “defender los derechos de las mujeres solo si estas son progresistas”. La actriz y directora Haley Webb, que en 2015 coprotagonizó con Sorbo la película Single in South Beach, le contestó desvelando el supuesto acoso que sufrió por su parte durante el rodaje del filme. “No creo que la persona que repetidamente intentó presionar a su coprotagonista, tres décadas más joven que él, para dormir juntos, que la avergonzó públicamente en el plató cuando ella se negó a hacerlo y que insistía al director para que añadiera escenas innecesarias de sexo entre nosotros debiera ir dando lecciones sobre feminismo”.

La revelación de Web, que recopila ya más de 70.000 ‘me gusta’ como muestra de la animadversión despertada por el personaje, no fue desmentida por Sorbo, que se limitó a publicar una reflexión genérica y sarcástica sobre las fake news. “Uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero, gracias a Internet, puedes decir lo que quieras sobre cualquier persona y no importa si es verdad o no. ¡Ahora eres culpable, punto! Oye, está en Internet, ¡debe ser verdad!”. El propio actor afirmó hace un par de años que el mismísimo Gianni Versace le había acosado en 1984. Él trabajaba entonces como modelo y alega que el diseñador “subió la mano” por su pierna, insinuándose. Añadió también que el episodio no fue a más y que ambos mantuvieron tanto la relación laboral como la amistad.

La deriva reaccionaria de Sorbo abarca casi cualquier aspecto político y social que sea noticia en Estados Unidos. Ha sido especialmente duro con los conocidos como dreamers, los jóvenes sin papeles a los que se les solía permitir residir legalmente en el país si llegaron a él antes de los 16 años y que Trump amenaza con deportar. Para el actor, “solo en América los ciudadanos legales son calificados de ‘racistas’ y ‘nazis’, mientras que los extranjeros ilegales son tildados de ‘soñadores”. Sorbo también ha culpado a la inmigración latina de los tiroteos en masa ocurridos durante 2018 en el país y ha mostrado con contundencia su deseo de que se construya el muro prometido en la frontera con México.

De cíclopes a políticas progresistas: Hércules ha cambiado de diana.
De cíclopes a políticas progresistas: Hércules ha cambiado de diana.

Como epítome de la celebridad ultraderechista, Sorbo también ha defendido las actitudes machistas de Trump asegurando que el éxito editorial de la novela erótica justifica su comportamiento. “Si las mujeres están tan molestas con el lenguaje sucio que utiliza el presidente, ¿quién coño compró 80 millones de copias de 50 sombras de Grey?”. Para completar su perfil, debemos recordar que ha condenado en numerosas ocasiones el derecho al aborto, calificándolo como “la definición del mal”; y que atacó con beligerancia a la comunidad homosexual en Hollywood. Además de participar como conferenciante en un evento antiLGTBI+, ha criticado primero a Disney, por incluir a un personaje gay en uno de sus filmes, y después a McDonalds, por comercializar un batido temático con motivo del desfile del Orgullo.

El actor de Minnesota sostiene que como respuesta a su libertad de expresión la meca del cine lo puso en una “lista negra”. Mientras tanto, ha logrado convertirse en un habitual del conocido como cine cristiano, una muy rentable subindustria de Hollywood basada en filmes relacionados con la fe católica de bajísimo presupuesto. Rodadas como churros –Sorbo tiene pendiente de estreno hasta una docena de películas en los próximos meses– y sin apenas estrellas en sus elencos, estas producciones basan toda su estrategia de marketing en la poderosa red parroquial de congregaciones e iglesias. Sorbo protagonizó en 2014 uno de los mayores éxitos del género, God’s not Dead (Dios no está muerto), que con dos millones de presupuesto llegó a recaudar más de 60 en la cartelera estadounidense. En el filme daba vida a un profesor ateo de filosofía que era ‘iluminado’ por un apasionado estudiante cristiano.

Diversas celebrities se han atrevido a censurar las palabras de Sorbo en Twitter. Desde el mismísimo Stephen King hasta Chrissy Teigen, que tiró de sarcasmo para reducir al personaje a un mero “Xena masculino”. Quien diera vida a la inolvidable princesa guerrera, Lucy Lawless, ha tomado un rumbo vital muy distinto al de su compañero, erigiéndose como icono feminista y activista medioambiental. Quizá el odio xenófobo del que hace gala Sorbo proceda del rencor que todavía experimenta por el éxito de Xena, que fue concebida como un personaje de solo tres capítulos de vida y que con su propio spin-off llegó a superar en audiencia a la propia Hércules: Sus viajes legendarios. El actor vivió esta situación con celos, asegurando que nunca entendió por qué los productores permitieron que la princesa fuera más poderosa que el semidiós que él interpretaba.

Hércules y Xena protagonizaron dos de las series más vistas en la década de los noventa.
Hércules y Xena protagonizaron dos de las series más vistas en la década de los noventa.Cordon Press (©Universal/courtesy Everett)

Es todavía una incógnita la agenda oculta tras el odio tuitero del actor. Si está buscando el favor de Donald Trump, mantenerse como una figura relevante en 2019 o simplemente expresar su opinión, pero quizás fue él mismo quién delató sus intenciones en un tuit reciente. “Dejad de vivir en vuestro mundo Imagine de John Lennon. No es real”. Con referentes de opinión como Kevin Sorbo copando los titulares, no podemos más que darle la razón.

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