Por qué Carmen Maura faltó al reencuentro de Almódovar y sus ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’
El manchego y casi todas las actrices de la cinta celebran 30 años de “Mujeres al borde de un ataque de nervios” entregando el Goya a la mejor película.
Ha sido el bombazo de la noche. Pedro Almodóvar, alérgico durante años a la ceremonia de los Goya, ha viajado a Sevilla junto a algunas de sus actrices fetiche para entregar el premio a la mejor película del año. La ceremonia otorgaba los premios a las mejores trabajos de 2018, justo el año del 30 aniversario del estreno de Mujeres al borde de un ataque de nervios, la cinta que marcó un antes y un después en la filmografía del director a nivel mundial. Junto a él, Rossy de Palma, Loles León, Julieta Serrano y María Barranco. Solo faltaron Kity Manver, de gira con una obra de teatro; María Barranco, por motivos personales y la protagonista, Carmen Maura, que está representando una obra de teatro en El Escorial (Madrid), La Golondrina, con Félix Gómez.
En concreto, fue el 23 de marzo de 1988. La Gran Vía de Madrid recibía a un equipo exultante para presentar una comedia que daría la vuelta al mundo. Acabaría siendo nominada al Globo de Oro, el Bafta, el Oscar a la mejor película extranjera y a 16 premios Goya. De estos últimos se llevaría cinco (mejor película, mejor guion original, actriz para Carmen Maura, actriz de reparto para María Barranco y montaje). Por la película, Julieta Serrano consiguió una de las dos nominaciones que ha obtenido a lo largo de sus 60 años de carrera. “Ese personaje me dio muchas cosas. Yo hacía mucho teatro y le pedía a Pedro que escribiera alguna función, porque hacía la comedia muy bien. ¿Pero la dimensión que podía adquirir esa película? No se podía ni intuir”. Como dice el propio director, “la tesis que el guion propone es que la vida es una celebración. Solo existe un problema: los hombres engañan y abandonan a las mujeres. Tras ese único motivo de conflicto se cuela una sutil reflexión sobre la soledad femenina y la locura momentánea que provoca el abandono del ser amado. Esto le ocurre también a los hombres, pero su reacción es menos espectacular. Y también está presente la espontánea solidaridad femenina en momentos de crisis”.
Esta película hizo de Almodóvar un icono mundial, capaz de provocar que actrices como Meryl Streep o Julianne Moore confirmen que aceptarían estar en una de sus películas sin leer el guion. Sus películas leídas en cifras registran datos apabullantes: según el Ministerio de Cultura, casi 25 millones de personas han pasado por los cines a ver una de sus cintas, logrando algo más de 75 millones de euros de recaudación. Pero fue Mujeres al borde de un ataque de nervios la que abrió la puerta a la taquilla internacional. Junto al crecimiento del director, que ha provocado datos históricos: Todo sobre mi madre consiguió el Oscar y 67 millones de dólares de recaudación mundial (su presupuesto era de 3,9 millones), y Volver, por la que Penélope Cruz logró su primera nominación en Hollywood, superó los 85 millones tras su estreno en 40 países, cuando costó 7,5 millones. Mujeres… fue primordial para lograr ese salto. “Almodóvar es un creador complejo, con una mirada tan personal que no para de crecer sin dejar de ser fiel a sí mismo, aunque haya partes de su evolución que, como espectador, encuentre discutibles”, reconocía el crítico de cine de El País, Jordi Costa.
Carmen Maura se pasaría toda la película corriendo con tacones y falda tubo. Pedro se lo comentó a la actriz en su momento.
– Con tanta acción… ¿no te resultarán incómodos esos tacones y la falda estrecha?
– Claro que será incómodo, pero yo pondré cara de lo contrario.
Porque esta cinta también se convirtió en leyenda. Porque marcó un antes y un después en la historia de amor profesional entre el director y su actriz fetiche. Ella lo narra en el documental ¡Ay, Carmen!: Almodóvar se lo hizo pasar muy mal durante todo el rodaje, situación que culminó en un primer reencuentro en la gala de los Goya de 1990. Almodóvar entregaba un premio y se dirigió por sorpresa a Maura, presentadora. “Vengo de Berlín y te he traído un trozo del muro. Tómalo como sugerencia de que si un muro tan espantoso, tan irracional y sólido como aquel ha caído, ese muro que nos separa a ti y a mi creo que puede caer de un momento a otro”. Las idas y venidas desde entonces han sido constantes.
Ya lo ha comentado Almodóvar en alguna ocasión: “La relación con los actores es algo muy delicado y peligroso. Entablo con ellos una relación que, desde el punto de vista psicológico y sensual, es muy fuerte. Durante el rodaje, lo soy todo para ellos. Después del rodaje cada cual retoma su vida, sólo continúo en contacto con algunos de ellos. Mi pasión por los actores suele terminar cuando acaba el rodaje. Sin embargo, mi memoria emocional está llena de recuerdos de los mejores momentos compartidos con ellos, y eso permanece para siempre grabado en mi corazón”. Tras la noche de los Goya en Sevilla ya puede sumar uno más.
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