Evan Rachel Wood: «Ahora estoy en mi fase Bowie»
Estrena filme con George Clooney, protagoniza serie con Kate Winslet y es imagen de una de las campañas de belleza del momento. El mundo está pendiente de ella.
Nombres no le faltan a la imagen de las fragancias Gucci Guilty, Evan Rachel Wood. Pero a esta californiana de 24 años le gustan las cosas sencillas. Prefiere que la llamen Evan. A secas. No recuerda otra cosa que no sea ser actriz, un trabajo en el que lleva desde los cinco años y, sin embargo, una y otra vez es el gran descubrimiento. En Los idus de marzo, junto a George Clooney, es la becaria inocente que los manipula a todos. «Una chica espectacular», comenta el galán sin cortarse en los piropos. Y en la serie Mildred Pierce achanta a la mismísima Kate Winslet. «No puedo pensar en una actriz más exquisita», añade la británica. Con esos antecedentes me siento delante de esta belleza tan embriagadora como enigmática, el perfecto retrato de la reina de los vampiros, papel que, por cierto, interpreta en True Blood.
¿Aumentó su cinismo tras trabajar en ‘Los idus de marzo’? Sería lo lógico, pero no. Siempre he sido una cínica, aunque también tengo una gran fe en la humanidad. Soy cínica, pero de una manera bastante positiva. Me gusta ver el lado bueno de las cosas, ya sea de la política, como en el filme, o en cualquier otro campo. Al final todo se reduce al dilema moral de si estás dispuesto a vender tu alma.
¿Está dispuesta a vender su alma? Es una buena pregunta y mi respuesta es no. Nadie es perfecto, lo sé, pero prefiero pensar que nunca cruzaré esa línea.
¿Por eso no vive en Hollywood? Me distancié a propósito, porque el cine es todo lo que conozco. De él me interesa mi trabajo y a él dirijo todas mis energías, razón de más para no vivir en Los Ángeles. No quiero que la ciudad me consuma con sus cotilleos y su obsesión con la imagen. Nueva York es mucho más relajada.
Hablando de imagen, pocas se atreven a cambiar tanto. Me gusta la evolución constante. Ahora estoy en mi fase Bowie y admiro a mujeres como Tilda Swinton, con ese estilo andrógino que aúna belleza y firmeza en una sola figura. Alguien que lleva los pantalones y además está muy cómoda con ellos.
¿Y en moda? ¿Cuál es su línea? Me encanta el estilo años 40, la forma en la que los trajes se ajustan al cuerpo, un corte muy atractivo y sensual, pero a la vez con clase. En aquella época había otro concepto de belleza. Me sentí en la gloria con el vestuario de la serie Mildred Pierce.
¿Y qué se siente al ser el rostro de Gucci? Es todo un honor. Especialmente en campañas como las suyas, tan distintas y tan modernas. Por eso ha sido tan divertido. Además poder trabajar con alguien como Frida Giannini (directora creativa de la marca), sentarme a su lado y charlar con ella ha sido una de las mejores cosas que me han pasado.
¿Cree que la eligieron para interpretar un papel o porque representa la esencia del perfume? En este caso fueron ambas cosas, por lo menos eso fue lo que dijo Frida desde el principio. Me escogió porque me parezco mucho al personaje que ella buscaba, una mujer natural, lanzada e incluso un poco temeraria. Además, Frank Miller, que dirigió el spot, me ayudó bastante. Me contó el trasfondo de la historia y aportó mucho al personaje.
Hablando de personajes, el que interpreta en Mildred Pierce protagoniza uno de los desnudos más atrevidos de la televisión… Lo cierto es que no me decidí hasta el final. Me acobardé. Es una de las secuencias más estremecedoras de la serie. Pero acepté el reto de Kate Winslet cuando me dijo eso de «te arrepentirás si no lo haces». Ella estuvo junto a la cámara en todo momento dándome ánimos.
¿Intimida trabajar con Kate Winslet? He tenido mucha suerte con todas las mujeres con las que he rodado, muchas de mis favoritas como Annette Bening, Holly Hunter, Joan Allen o Cate Blanchett. Siempre me han atraído las damas fuertes como Joan Crawford, Paulette Goddard, Katharine Hepburn. Kate Winslet está entre ellas. ¡No sé de dónde saca la energía! Fuimos como hermanas durante el rodaje. Estoy completamente enamorada de ella.
¿Qué deja para George Clooney? Es un cielo y además ¡es tan divertido! Creo que uno de sus mayores talentos es su capacidad para dirigir películas como Los idus de marzo, tan seria y dramática, y mantener a la vez uno de los rodajes más divertidos en los que he participado. Precisamente por eso consigue de cada uno de nosotros el mejor trabajo, porque hace que la experiencia sea fácil.
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