Eduardo Punset: «La ropa nos ayuda a luchar contra el miedo a la exclusión social»

Si uno busca su nombre en Internet, aparecerán más de un millón de entradas. Hasta que llegó él, era casi imposible que un científico alcanzase su grado de popularidad, y también de simpatías. Ahora, Eduardo Punset publica El sueño de Alicia, del que dice que es «la novela científica que siempre había querido escribir».

Me ha dicho que no le interesa la moda.

Pues mire, la verdad es que no me importa nada lo que llevo puesto.

Y, sin embargo, va usted siempre perfecto.

Pero eso es porque mi ropa la elige gente que me rodea, que entiende de estas cosas. Yo me dejo aconsejar por quien sabe, y ya está.

Vamos, que no tiene usted problemas en ponerse en manos de otros.

Como dice Sydney Brenner, «los que más me han enseñado son los que menos saben de lo mío».

¿Qué le pide a la ropa?

Que sea cómoda. Por supuesto, adecuada al lugar al que voy. Y nada estridente. Me gusta utilizar cosas que no se noten.

No suele usar corbata, ¿verdad?

No. Solo tengo dos, una roja y otra negra. Y es una prenda que solamente utilizo en un caso extraordinario.

¿Por ejemplo?

Si es una acto presidido por el rey o la reina.

¿Y si alguien intentase convencerlo de que se la pusiese para otro tipo de acto?

Discutiría con la persona que ha decidido que hay que llevar corbata para hacerle cambiar de opinión.

¿Hasta qué punto la moda es una convención social?

Bueno, yo creo que la ropa es una forma de protección.

Explíqueme eso, por favor.

En los circuitos cerebrales hay dos tipos de demandas; una es la psicológica: el hambre, la sed, el abrigo. La otra, que nace más tarde, es el miedo a la exclusión social… Determinada ropa nos ayuda a luchar contra ese miedo.

Resulta difícil preguntar esto a quien asegura que no le gusta la moda, pero ¿cuál es su prenda favorita?

Un traje.

Imagine que llega vestido informal a un lugar donde todo el mundo está de esmoquin. ¿Qué haría?

Nada. Si la persona que me invitó no me advirtió de que había que ir de gala, sería que no le parecía muy importante que yo fuese así.

¿Estaría dispuesto a gastarse mucho dinero en una prenda?

El precio de la ropa no entra en consideración con mi teoría de la elección. Ni me molesta llevar cosas muy baratas ni me importa comprar alguna que sea cara.

¿Lo ha hecho entonces?

Sí. Me considero lo suficientemente frugal para comprar de vez en cuando alguna cosa de precio elevado.

Nunca se pondría:

Algo que estuviese diseñado para llamar la atención.

Se ha sentido mal llevando:

Una camisa entallada que me pusieron una vez. Llevar ropa estrecha es lo peor que hay. No soporto la incomodidad física.

¿Qué le favorece?

Mis gafas. Solo tengo este modelo. Las cambio cuando se rompen.

¿De verdad le interesa tan poco lo que se pone?

Mire, le voy a contar una anécdota: en una ocasión, durante una gira promocional, me puse un abrigo que por lo visto era muy bueno. Cuando llegué, una persona del equipo se dio cuenta de que el forro estaba todo roto. Yo ni me había enterado.

¿Y qué hicieron?

Me dijeron que no podía ir así, se llevaron el abrigo y en unas horas me lo devolvieron arreglado.