Bárbara Goenaga: «Algún día me daré un capricho firmado por Loewe»

Con su papel de Inés Saavedra en la serie Amar es para siempre (Antena 3), Bárbara Goenaga está presente cada día en las sobremesas de medio país. La actriz donostiarra, que ha trabajado con directores como Gonzalo Suárez o Nacho Vigalondo, tiene una elegancia innata que la convierte en una de las reinas de la alfombra roja. Dice que disfruta llevando tacones altísimos y vestidos de firma, aunque en su día a día le va más el casual.

Así que no atesora ropa de fiesta.

No, casi no tengo nada. Las actrices somos afortunadas, porque nos prestan todo cuando tenemos que ir a un estreno o a una fiesta.

Recuerde uno de esos vestidos de ida y vuelta.

Hay muchos… Tal vez uno azul, de Dsquared2, que me dejaron para una fiesta a la que asistí en el Festival de San Sebastián. O uno de John Galliano para Dior que me puse en 2008 cuando me nominaron al Goya a mejor actriz revelación.

¿Qué diría a aquellas personas que piensan que los armarios de las actrices están llenos de vestidos de alta costura?

Que no saben lo equivocadas que están. Toda esa ropa espectacular que lucimos en los eventos es prestada. Por supuesto, es un privilegio que te cedan prendas como las que usamos en los estrenos, pero no son nuestras.

Y cuando no pisa la alfombra roja, ¿qué se pone?

Pues no me complico nada la vida: vaqueros o pantalones pitillo, camisetas de algodón y jerséis. Y unas buenas botas.

¿Colores?

Soy de negro y blanco, y de tonos suaves. Para animar un poco los conjuntos utilizo los pañuelos. Y los bolsos de Bimba & Lola. Pero ya te digo que arriesgo muy poco y que a diario más bien visto de manera sencilla.

Un diseñador que la haya conquistado.

Últimamente, un español, Nacho Aguayo, que hace unos vestidos de fiesta maravillosos. También Marcela Mansergas. Y me encantan las joyas de Nele Feys.

¿Le gusta la ropa que lleva su personaje en Amar es para siempre?

Es curioso, porque el personaje de Inés ha evolucionado mucho. Al principio vestía de una forma muy severa, muy recatada, pero ahora se ha modernizado.

¿Se divierte cuando sale de compras?

Para eso tengo días. A veces me lo paso muy bien y todo lo que veo me gusta, en otras ocasiones me lo tomo como una obligación.

¿Qué es lo último que se ha comprado?

Un abrigo azul y negro de Maje, muy bonito, que estaba bien de precio.

Algo que solamente por motivos sentimentales todavía siga en su armario.

Un quimono antiguo, amarillo, con unos bordados en dorado, que me compré en el mercado de San Telmo. Fue cuando estaba rodando en Buenos Aires la serie Vientos de agua, y las amigas con las que estaba me decían: «¿Pero cuándo te vas a poner eso?». Es cierto que nunca lo he utilizado, pero me alegro de haber caído en la tentación de comprarlo.

Una prenda con historia que sí use.

Una chaqueta antigua de Gucci, de ante naranja, que me regaló el jefe de vestuario de la película La luna en botella. Es una prenda muy bonita y le tengo muchísimo cariño.

Nunca se pondría…

Imposible responder, porque soy muy voluble en eso. Hace años renegaba de los pantalones pitillo y ahora no me los quito. No me gustaban las botas peludas y han llegado a encantarme. Así que mejor me callo…

Dígame algo que sabe que tarde o temprano terminará comprando.

Los bolsos me gustan mucho y tengo un montón, pero algún día me daré un buen capricho firmado por Loewe, Miu Miu o Saint Laurent.