10 artistas femeninas que merecen un ‘biopic’ más que Elton John
Tras el éxito de ‘Bohemian Rhapsody’ y, presumiblemente, el que conseguirá el filme sobre la vida de Elton John, ya va siendo hora de que Hollywood ponga su atención en las mujeres.
¿Freddie Mercury o Elton John? Después del bombazo en taquilla de Bohemian Rhapsody, Hollywood ahora quiere que el público ponga su atención sobre la figura del compositor de Your Song o Candle in the Wind en Rocketman. Parece que los biopics musicales están más de moda que nunca, pero echamos en falta que se dediquen aún más películas a mujeres de bandera que han revolucionado la industria musical. Ese es el motivo que nos ha llevado a elaborar una lista con diez nombres propios que se merecen, por razones más que obvias, que sus vidas sean llevadas a la gran pantalla. Faltan muchas, por supuesto, pero los y las guionistas de los grandes estudios deberían plantearse muy seriamente estas propuestas.
Madonna
Parece mentira, pero por mucho que esté a punto de lanzar un nuevo álbum, Madame X, parte de las generaciones más jóvenes ven a la diva como una estrella pretérita y desconocen su incalculable legado. Su actuación en Eurovisión no ha sido de gran ayuda. No obstante, teniendo en cuenta las decenas de momentos icónicos que ha protagonizado (y que aún le quedan) a lo largo de más de treinta años de carrera, su influencia en la cultura popular y algún que otro escándalo sonado (sin ir más lejos, desde la publicación de Sex, pasando por aquellas masturbaciones simuladas del Blond Ambition Tour que no sentaron muy bien que digamos en la Santa Sede), sin duda, hay material de sobras para dedicarle un biopic en condiciones. La historia de Madonna es de esas que tarde o temprano llegará a las salas de cine. Tendremos que ser pacientes.
Britney Spears
En 2017 Lifetime ya grabó un telefilme sobre la vida de la intérprete de Toxic, pero el resultado fue tan poco memorable que cualquier cineasta, con algo más de presupuesto, podría superarlo sin mucho esfuerzo. Ahora que se rumorea con la posibilidad de que se retire de los escenarios por un largo periodo, o incluso para siempre, es un buen momento para contar la historia de esta muñeca rota del pop. Lo tuvo todo, pero los problemas personales y el perpetuo acoso de la prensa sensacionalista estadounidense hicieron mella en la estrella en un 2007 de lo más dramático que es carne de biopic. Esperamos que se recupere por completo para que el hipotético filme tenga un más que merecido final feliz.
Patti Smith
Icono incontestable. La de Chicago iba para poetisa, aunque terminó convirtiéndose en la madrina del punk y una de las artistas más fascinantes de todos los tiempos. Sus seguidores la adoran y en un filme sobre su vida se podrían abarcar diversos temas: la influencia que la religión tuvo en su niñez; su relación con el fotógrafo Robert Mapplethorpe, el mismo que la inmortalizó en la portada del irrepetible Horses; cómo consiguió realmente el éxito interplanetario en 1978 coescribiendo Because the Night junto a Bruce Springsteen; su retorno a la carretera tras la muerte de su esposo, Fred “Sonic” Smith, quien fuera guitarrista de MC5, o su destacada faceta activista.
Céline Dion
Carl Wilson en el ensayo Música de Mierda tomaba prestada la figura de la canadiense para teorizar sobre el esnobismo musical. Durante años la cantante ha sido objeto de burla por muchos, pero su vida va mucho más allá del éxito de Titanic o su victoria en Eurovisión en 1988 representando a Suiza. Sin ir más lejos, en 2016 tuvo que enfrentarse a dos muertes en apenas dos días de diferencia: la de su marido y agente, René Angélil, y la de su hermano Daniel. Entonces muchos pronosticaron que la diva no levantaría cabeza, pero, cual Ave Fénix, Céline resurgió como nunca abrazándose al lujo de la alta costura y elevándose como nuevo icono de la modernidad en los front rows de las fashion weeks y en los escenarios de Las Vegas.
Stevie Nicks / Lindsey Buckingham
Fleetwood Mac más que para un biopic, en realidad, da para un culebrón intensamente melodramático. Rumours, el célebre álbum que editaron en 1977, está cimentado sobre litros de alcohol, montañas de cocaína y, sobre todo, corazones partidos. Aquella colección de canciones estuvo dominada por el despecho y verdades de alcoba de esas que duelen, pero precisamente esos problemas conyugales entre las dos parejas de la banda provocaron que esta catarsis musical, décadas después, siga siendo inmortal. Las idas y venidas posteriores dan para un filme, aunque estamos seguros de que la leyenda alrededor de Rumours centraría buena parte del metraje.
Björk
Una vez The Sugarcubes decidieron decir adiós, la islandesa inició una carrera en solitario que la catapultó a la vanguardia del pop durante los noventa. Cierto es que en los últimos años está dejando algo frío a parte de sus fans porque las buenas ideas han dado paso a intenciones reiterativas, pero pocos peros se le pueden poner a la etapa que va desde Debut hasta Vespertine, incluyendo su traumático papel protagonista (dada su turbia relación con Lars von Trier) en Bailar en la Oscuridad. El fallido intento de asesinato por parte de Ricardo López, un fan uruguayo que mandó un paquete bomba a su casa porque no aceptaba su por entonces relación con Goldie, dio pie a que la artista se retirara durante una temporada en Málaga. Tras aquello Björk nunca volvería a ser la misma, pero de aquel hecho traumático nació Homegenic, una colección de canciones que perfectamente podrían documentarse en un filme.
Kate Bush
Antes de Björk estaba Kate Bush. La británica nunca ha sido muy dada a dar entrevistas o a abrirse en canal públicamente, por lo que su biografía es escurridiza. Wuthering Heights en 1978 dejó al mundo sin habla por su imposible técnica vocal. Nadie le ha podido igualar. Pero más fascinante es aún el hecho de que, lejos de aprovechar su fama, la británica permaneció 35 años alejada de los escenarios, entre otros motivos, por su pánico a volar. El milagro se obró en 2014 cuando durante 22 noches, en el Hammersmith Apollo de Londres, presentó su espectáculo Before the Dawn. Las entradas se agotaron en un suspiro y, pese a los rumores, hasta el momento no hay noticias de ningún DVD. Los afortunados que pudieron ver esta residencia hablan maravillas de lo que ocurrió sobre el escenario, por lo nos encantaría que en el biopic se incluyesen imágenes de aquel show.
Janis Joplin
Tras años de especulaciones parece ser que en 2020 podremos ver a Michelle Williams reencarnando a la artista después de que se descartara otra versión con Amy Adams como protagonista. A pesar de ello sorprende, y mucho, que Hollywood no se haya animado antes a llevar a la gran pantalla la vida de este icono del rock y el blues tristemente adscrito al Club de los 27. Janis era todo fuego sobre el escenario, pero tras los focos en realidad fue una mujer de lo más vulnerable a la que le pasó muchísima factura el desprecio y el bullying que sufrió durante su adolescencia. Aunque la música fue su refugio, el alcohol y la heroína terminaron por apagar súbitamente una de las voces más portentosas de la música popular. No hay que ser ninguna lumbrera para pronosticar que Williams, en el que caso de que borde su papel, estará en las quinielas de los Oscars.
Donna Summer
A pesar de no conseguir inicialmente el papel protagonista del musical Hair en Broadway, su sueño sí se hizo realidad cuando la obra aterrizó en Europa y le ofrecieron reemplazar a Melba Moore en el papel de Dionne. Precisamente, en el Viejo Continente es donde empezaría a conseguir sus primeros grandes éxitos. Cualquier biopic de Summer debería detenerse en 1975, el año en el que se alió junto al productor Giorgio Moroder en Love to Love You Baby, el orgásmico tema que le convirtió en diva y objeto de culto de la música disco. Una película sobre su vida podría servir de excusa para hacer un recorrido por la historia de este género musical que revolucionó las pistas de baile, con menciones al legendario Studio 54 y el hedonismo imperante de una época que difícilmente volverá a acontecer. Kelly Rowland, quien fuera miembro de las Destiny’s Child, ya ha dicho que le encantaría protagonizar la hipotética cinta.
Sinéad O’Connor
La irlandesa es un claro ejemplo de cómo una polémica puede frenar en seco la proyección mediática. En 1990 su versión del Nothing Compares 2U de Prince fue todo un éxito, pero dos años más tarde su destino cambió radicalmente cuando en directo, en Saturday Night Live, hizo trizas una fotografía de Juan Pablo II con el propósito de denunciar los abusos sexuales cometido por la Iglesia. La centralita de la NBC se colapsó y Sinéad pasó a ser una persona non grata en Estados Unidos. Con los años se arrepintió de aquello. Del mismo modo, antes de reconvertirse al Islam en 2018, la artista puso en alerta a sus seguidores tras amenazar en múltiples ocasiones con suicidarse a través de las redes sociales. Su trastorno bipolar, diagnosticado en 2013, ha provocado que Sinéad cada vez más se aleje de los escenarios. Sin duda, lo suyo sería un biopic con muchos tintes dramáticos.
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