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Está pasando: las barbas con flores son tendencia

La ciencia creía que la fiebre masculina por el vello facial había remitido, pero llegan Instagram y Tumblr para contradecirla y confirmar su prevalencia (en forma de jardín facial).

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Willitbeard.tumblr.com

A mediados de abril saltaron las alarmas: la ciencia confirmaba que la barba masculina ya no ponía a la población. El vello facial masculino, ese que con tanto cuidado habían cultivado los jóvenes urbanitas de medio planeta con sus camisas de leñador en invierno y tropicales en verano, había llegado a su pico de atractivo y la cosa no tenía otro futuro que el de volver al afeitado de toda la vida. Lo certificaron 1.453 mujeres heterosexuales y 213 hombres heterosexuales a tres investigadores de la universidad australiana de Nueva Gales del Sur: tras ver 36 imágenes de hombres (barbudos o sin pelo, o con una mezcla de lo dos), los que mayor puntuación de atractivo tenían eran los afeitados, especialmente si se habían visto muchas más fotos de barbudos. Es decir, a más barba vista, menos sex appeal desprendía el vello facial. Es lo que biológicamente se denomina Selección Negativa Dependiente de la frecuencia y viene a decir, tal y como explicó uno de los responsables de la investigación a The Guardian, que "las barbas gustan más cuando son raras, pero cuando están de moda y son comunes, su atractivo deja de funcionar".

Quizá por esta teoría evolutiva de supervivencia, y ahora que parecía que ya habíamos tolerado sin extrañeza todas las medidas de barba habidas y por haber, en Instagram, Tumblrs y demás redes sociales lo último es adorar a las barbas jardín. Buzzfeed, Refinery 29 o Bust ya nos lo vienen advirtiendo en las últimas semanas: ellos se fotografian con barbas repletas de flores.

Tumblr/flowerbeard

En Instagram el hashtag #flowerbeard acumula centenares de ejemplos y hasta se ha creado el fuckyeahflowersbeards de rigor en Tumblr. Dicen que la "combinación del estereotipado romanticismo de la naturaleza femenina de las flores con la connotación masculina del vello facial crea una dulce y encantadora yuxtaposición" para justificar este nuevo movimiento artístico. Sea como fuere, las barbas-jardín son una realidad y las señales de su advenimiento no han sido pocas.

Hace unos meses, Pierce Thiot, un director artístico de Los Ángeles, alcanzó la fama gracias a crear junto su mujer el proyecto Will it beard, donde ha fotografiado su barba de todas las formas posibles: con figuras de Lego, con soldaditos de plomo, con bengalas, con osos de gominola (entre muchos otros) y, cómo no, con flores.

Su cuenta de Instagram cuenta con más de 60.000 seguidores y aunque él no se toma muy en serio el proyecto –"lo hacemos porque es divertido y queremos compartir un poco de alegría", apunta–, Thiot ha dado la vuelta al mundo con su barba multifunción.

Otros que también le vieron futuro a esto de colgar cosas de sus barbas fue la agencia de publicidad Cornett-IMS, que el año pasado acuñó en forma de campaña publicitaria el neologismo Beardvertising, una supuesta iniciativa que pretendía animar a los barbudos a convertirse en hombres anuncio con minicarteles enganchados en su vello facial. Una iniciativa falsa, ya que la campaña tenía como único fin hacer publicidad de la agencia y nunca se planteó llevarlo a cabo. La agencia consiguió sus objetivos: medio mundo reseñó el beardvertising de Cornett-IMS y hasta se hicieron con un premio Webby por tal hazaña en su última edición.

Tumblr/flowerbeard

Aunque queda claro que todo este furor por las flores en los mentones masculinos es un simple pasatiempo digital y no será lo próximo que vea en un local de brunch dominical con fixies aparcadas en su puerta, es solo cuestión de tiempo que los chicos de barbas florales se sumen a esas ilustradoras tendencias masculinas que internet ha explotado entre la ironía y el sarcasmo, como fueron en su día Tu novio de Urban Outfitters o los Novios tristes de Etsy (descritos con profundidad aquí). No sería extraño que alguien crease un mix de ambas, algo así como Novios tristes con barbas de flores y siga de cerca al marido de la artista floral Sarah Winward (el chico de mirada vacía bajo estas líneas), un paciente modelo capaz de enseñar los espectaculares arreglos florales de su chica en su barba, aunque no haya forma de arrancarle una sonrisa.

sarahwinward.com

No se verán por las calles, pero advertimos que las barbas florales ya se han avistado en maniquís de Selfridges y hasta en anuncios gigantes de cerveza por las calles de Londres. Etsy ya vende modelos DIY a 18 euros la pieza y hasta inspiran tatuajes. Durarán hasta que nos cansemos de verlas. O eso dice la ciencia.

Etsy

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