El jersey de ‘El Resplandor’ o cómo la moda copia al cine
Coach venderá este otoño un modelo clavado al de la película de Kubrick. Repasamos otros casos en los que la industria ha plagiado prendas del celuloide.
De todas las teorías conspiranoicas que rodean a El Resplandor (Stanley Kubrick, 1980), una de las más aplaudidas es que la película, lejos de ser una adaptación cinematográfica de la tercera novela de Stephen King (1977), en realidad fue un mea culpa simbólico de Kubrick por haber rodado el supuesto 'falso aterrizaje' del Apolo 11 en la Luna en 1969. Varias 'pruebas', tal y como desvela el documental Habitación 237, lo certifican: aunque en la novela original la habitación era el número 217, Kubrick la cambió al 237 porque son los miles de millas que separan a la Tierra y la Luna. La habitación, por tanto, es la Luna (de hecho, al aparecer en pantalla se lee en la llave room n 237, que es un anagrama de Luna en inglés). Cuando Danny Torrance ve la habitación por primera vez, está jugando sobre una moqueta cuyo dibujo es bastante similar al de una plataforma de despegue. Danny, además lleva un jersey con el Apollo 11 bordado. La entrada del pequeño en la habitación simboliza la llegada de la misión a la Luna. Y así, en un pim pam, con cuatro juguetes, una llave, una moqueta psicodélica y un jersey algo chillón, Kubrick quiso jugar con nuestra mente. O eso dicen.
Especulaciones peregrinas aparte, el jersey de Danny Torrance no se quedó anclado en el celuloide. Venerado en el universo crafter y del háztelo tú mismo, lo lució Tavi Gevinson en su encuentro con Stephen Colbert y ahora Stuart Vevers ha diseñado uno clavadito para la colección otoño-invierno de Coach, que ha creado uno (en color negro) para regocijo de los fans de Kubrick.
La prenda es una vuelta de tuerca más a esa relación recíproca e incestuosa de inspiración que viven la moda y el cine. Cada año contemplamos cómo la colección de turno se inspira en el vestuario de tal película o tal serie. Hace un par de años, la adaptación cinematográfica de la trilogía Millenium supuso una sobredosis de Lisbeth Salander en el vestuario femenino y los editoriales de moda. El punk lo invadió todo y H&M, Riccardo Tisci en Givenchy o Versace se rindieron a la heroína hacker de Larsson creando colecciones 'inspiradas' en ella. Pero, ¿qué pasa cuando la moda decide calcar el vestuario del cine? Hacemos memoria porque el jersey de El Resplandor no es el único.
1. La chaqueta de 'Drive'. "Siempre quise interpretar a un personaje que hiciese que la gente se disfrazara de él en Halloween". Lo de Ryan Gosling con la chaqueta del escorpión en la cinta de Nicolas Windingn Refn superó todas las expectativas del canadiense. La bómber acolchada inundó círculos de modernidad con la suficiente autoestima como para llevar el modelo puesto (fue una de las fotos mas compartidas de un Primavera Sound, cuando uno de sus asistentes la paseó por todo el festival). Tal y como reveló la directora de vestuario de la película, Erin Benach, Gosling estuvo involucrado en el diseño de la chaqueta, "inspirado por las chaquetas de souvenir coreanas de los 50".
Cordon Press/ Angeljackets.com
2. El vestido verde de Keira Knightley en 'Expiación'. La que también fuese diseñadora de vestuario de Orgullo y Prejuicio, Jacqueline Durran, estuvo estudiando a fondo la moda de los años 30 y 40 para acertar con un vestido 'clave' en la trama de la película y que para muchos se ha convertido en uno de los modelos más emblemáticos de la historia del cine, igualándolo al minivestido negro de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. El objetivo era encontrar "una estética moderna con formas acordes a las de los años 30". El resultado no pudo ser más demoledor: la prenda consiguió su propia sesión de fotos en Vogue USA, se habló de él en toda publicación habida y por haber del planeta y fue copiado hasta la saciedad (y hasta en moda nupcial). Todo el mundo quería el vestido verde esmeralda. Existen más de 600.000 resultados en Google si se teclea (en inglés) comprar vestido verde Expiación. Todo un éxito.
Cordon Press/ Courtesan Boutique
3. El jersey de lana de Marilyn en 'El Multimillonario'. Gerard Darel lo diseñó en los 60 para que la actriz lo luciese en la película de George Cukor. El diseñador consiguió hacerse con él años más tarde, en una subasta en 1999. En 2010, medio siglo después de que Norma Jean cantase con él, diseñó una réplica que tan bien lució en la campaña de invierno de la firma ese woman crush instantáneo que es Robin Wright. La prenda, además, se ha convertido en un imprescindible en el armario de las famosas. Claudia Schiffer, Emmy Rossum, Rachel Bilson o Katherine Heigl se han dejado ver con él.
Cordon Press/ Gerard Darel
4. La chaqueta y las zapatillas de Marty McFly en 'Regreso al futuro 2'. ¿Quién no ha soñado con calzarse las Nike Air Mag de Marty? En 2011, 1.500 afortunados pudieron hacerlo, cuando Nike hizo una edición limitada de réplicas que fueron a subasta para recaudar fondos para la fundación de Michael J. Fox que lucha contra el Parkinson y con un precio que partía de los 3.000 euros. Aunque ninguna de ellas se ajustaba sola como en la película, las réplicas se vendieron en minutos. Miles de personas, además, firmaron el manifiesto McFly 2015. Make it happen en el que se demandaba a la compañía que comercializase el modelo. Sus plegarias parecen haber sido escuchadas: el rumor de que Nike lanzará el modelo en 2015 alcanzó cotas estratosféricas hace unos meses, cuando Tinker Hatfield, diseñador estrella de Nike e ideólogo de las Air Mag para la película, confirmó la noticia.
La chaqueta de ajuste automático y sistema de secado también ha tenido varios intentos de comercializarse. La original se subastó en 2010 (con un precio de salida de 18.000 euros) y sus réplicas (con más o menos aciertos) pululan por Ebay y webs especializadas.
Cordon Press/ Getty
5. La chaqueta de 'Thriller' de Michael Jackson. Posiblemente Deborah Nadoolman Landis, diseñadora de vestuario de Indiana Jones y el Arca Perdida, no imaginó nunca que la chaqueta bicolor que diseñó para un videoclip llegase a venderse dos décadas después por 1,3 millones de euros en una subasta. El legado de la chaqueta de Jackson en el vídeo/cortometraje que dirigió John Landis en 35 mm es indiscutible: Calcada hasta la saciedad, en 2009 vivió un 'revival' extremo cuando Balmain rindió homenaje al vestuario del cantante e introdujo la silueta militar en la pasarela, lo que supuso un efecto de contagio inmediato en las cadenas de low cost. En 2010, los miembros (vivos) de los Jackson 5 lanzaron a través de la marca J5 una línea de ropa que incluía una réplica de la chaqueta (y que se vendió como churros en Urban Outfitters) por unos 700 euros.
Cordon Press/ Amazon
4. El uniforme de entrenamiento de 'Los juegos del Hambre 2'. Si el fandom en la mayoría de ocasiones ha tomado la delantera en esto de hacerse su propia prenda, la maquinaria de las superproducciones ya lo tiene todo controlado. Aunque en España apenas se ha notado su efecto a nivel de merchandising, en EE UU, la fiebre por los Juegos del Hambre ha derivado en líneas de maquillaje o colecciones de moda que han inundado el mercado. La que nos atañe es la colección que Lionsgate lanzó para Net-a-porter y que incluye una equipación clavadita a la que Katniss y Peeta llevan durante la fase de entrenamiento en En llamas. Diseñada Lucas Hough, las prendas tienen un precio que ronda los 400 euros.
Cordon Press/ Netaporter
6. Los zapatos de Dorothy de 'El Mago de Oz'. Cortesía de Glinda la bruja buena, este par de nostálgicos zapatos que se calzó Judy Garland son los que más pasiones despiertan en la historia del cine. Diseñados por el jefe de vestuario Gilbert Adrian en 1939, los 'Ruby Slippers' no han dejado de evolucionar (y ser copiados) durante los últimos 75 años. En su 50 aniversario, la joyería Harvey Winston confeccionó una réplica con rubíes de 25.000 quilates y también tuvieron su tributo particular en 1999, cuando en la Semana de la Moda de Nueva York Swarovski pidió a 19 diseñadores que lo rediseñaran. Leonardo DiCaprio es uno de sus mayores benefactores. En 2012, el actor aportó una cuantiosa suma de dinero para que uno de los cuatro pares que se usaron durante el rodaje pudiese descansar en el museo de la Academia. Con tanta devoción, no extraña ver que hasta el mismísimo Slimane parece haberles rendido culto en su colección de otoño-invierno para Saint Laurent. Cuestan 575 euros y no, no conceden un deseo si se chocan varias veces pese a su precio.
Cordon Press/ Amazon
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