El hombre más extravagante y divertido de la moda se llama Di Mondo
Es el joven más fotografiado de Nueva York y no se pierde ningún evento de postín. Dedica su vida a sorprender con estilismos imposibles y viajar junto a su novio, el diseñador Eric Javits.
¿Quién es ese hombre? ¿De dónde ha sacado ese estilismo? ¿Creará escuela y los pantalones transparentes masculinos arrasarán este verano? Cuando la pasada edición de los Premios CFDA un joven ataviado con pajarita, chaqueta cubierta de cristales y pantalones casi invisibles llegó a la alfombra roja, una ristra de incógnitas de vital importancia se descolgaron a su paso. En una gala en la que no hubo Rihannas semidesnudas animando el cotarro, la estridencia estilística de este perfecto desconocido (al menos en nuestras fronteras) se convirtió en lo más extraordinario de la noche.
Si bien el artífice de sus comentados pantalones es todavía un misterio, podemos arrojar un poco más de luz sobre la identidad de su atrevido dueño. Puede que hasta el momento haya pasado desapercibido ante nuestros ojos, pero lo cierto es que no es la primera vez que Di Mondo se cuela en alfombras rojas de las mejores fiestas. Su nombre real es Edmundo Huertas, pero su apodo da buena cuenta de su trayectoria vital. Nació en Texas, se crió en Chile (país del que proviene su familia) y se mudó en 2006 a Nueva York. Un hombre “de mundo” que desde hace unos años vive en la Quinta Avenida junto a su pareja, el millonario diseñador de accesorios Eric Javits.
Su aparición en los CFDA hizo que muchos se preguntaran quién era ese hombre con extravagantes pantalones.
Getty
Di Mondo estudió en una escuela de negocios chilena y se matriculó en arte dramático a su llegada a la gran manzana, pero no necesita trabajar en ninguno de los dos sectores para pegarse la vida padre. Desde que sus estilismos llamaran la atención del archiconocido Bill Cunningham y su incursión en las fiestas de la alta sociedad le convirtieran en imprescindible de estos eventos, su mayor ocupación vital pasa por sorprender al personal en cada una de sus apariciones. Su estilo no ha tardado en captar la atención de la prensa especializada y el año pasado se convirtió según The New York Times, en el hombre más fotografiado de Nueva York. La misma publicación afirmaba que Di Mondo es una nueva versión, más instagrameable, de Patrick McDonald, el mejor representante del dandi neoyorquino. Él, sin embargo, no se identifica con este estilo. “No creo que sea un dandi. No sé lo que me considero. Solo sé que mi estilo es muy ecléctico”, repite hasta la saciedad.
Pero lo que él entiende por eclecticismo sería tachado de excéntrico, estrafalario o extravagante por el común de los mortales. Un rápido paseo por su web (Dimondoworldwide) o sus perfiles sociales sirve para caer en la cuenta. Si bien define a Tom Ford como su diseñador favorito, pocas son las ocasiones en las que viste un traje clásico sin atisbo de color. Lo suyo es hacer excéntricas mezclas de prendas de Givenchy, Pucci, Lanvin o el colorista diseñador Marlon Gobel y construir su fondo de armario a golpe de sombreros y tocados imposibles, camisas de estampados caleidoscópicos y zapatos de vibrantes tonalidades. Se ha convertido en un abanderado del uso de joyas en los estilismos masculinos y las máscaras de cristales son su mayor seña de identidad. Este accesorio es lo más llamativo de su guardarropa y lo ha lucido en toda clase de formas y colores a lo largo de los años. En la gala Save Venice de 2013 llegó a cubrirse el rostro con 5.000 cristales Swarosvki y registrar las vivencias de la noche con una cámara GoPro incrustada en la frente porque “no podía ver nada”.
Tampoco pasó desapercibido en los CFDA de 2014.
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En varias ocasiones ha utilizado máscaras de miles de cristales con las que ha confesado «no ver nada».
Instagram @itsdimondosworld
En su cuenta de Instagram (en la que sorprendentemente todavía no alcanza los 3.000 seguidores) es posible verle posar junto a Justin Bieber, Sarah Jessica Parker o Heidi Klum; hacer yoga totalmente desnudo o recorrer el mundo dejando su impronta estilística junto a la torre Eiffel, las pirámides de Egipto o las playas mediterráneas. Todo ello precedido de #GoodMorningWorld, el hashtag de rigor con el que saluda al mundo antes de contarle (también en formato etiqueta) qué lleva puesto, dónde se encuentra en cada momento y cómo se siente.
Entre tantas idas y venidas, no podemos dejar de mencionar el fiestón que organizó para celebrar su entrada en la treintena. Numerosos rostros imprescindibles de la alta sociedad neoyorquina se dejaron caer en la recepción que dio en una espectacular mansión de principios de siglo XX situada cerca de Central Park. 120 invitados, derroche por doquier, estudiados discursos grabados para la posteridad y una actuación del compositor y director de orquesta italiano Ennio Morricone confirman el peso de su figura en la noche neoyorquina de postín y su elevado tren de vida.
Para él todo esto forma parte de una rutina tan natural que resulta hipnótica (y difícilmente comprensible) para los mileuristas. La moda es para el socialite una herramienta de expresión, “un reflejo del interior de las personas” que establece una correlación indestructible entre su estado de ánimo por las mañanas y la ropa que elige para afrontar el día. No es de extrañar que con tanto viaje y photocall, Di Mondo desee exteriorizar su ociosa felicidad a través de un arcoirís infinito.
Alas azules para parecer un ángel o tocados imposibles, sus incontestables armas para acaparar miradas.
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No, no es una foto de inspiración de lo último de Jeremy Scott.
Instagram @itsdimondosworld
Di Mondo montó un fiestón en Nueva York para celebrar su 30 cumpleaños.
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Documentar sus estridencias por el mundo, uno de sus pasatiempos favoritos.
Instagram @itsdimondosworld
Máscaras y sombreros, sus complementos indispensables.
Instagram @itsdimondosworld
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