Cuando la provocación vende (y da mucho que hablar) en la moda

Paren rotativas: "la moda de puttana ya no es tendencia". No lo decimos nosotros, lo defendió hace unas semanas Suzy Menkes, la venerada crítica de moda internacional de tupé eterno, en un polémico artículo en el suplemento de moda de The New York Times. Menkes quiso introducir las propuestas de primavera de la colección de Valentino (mucha manga larga, faldas hasta la rodilla y camisas abotonadas hasta arriba) para defender que la moda decente de la firma italiana se convertía en tendencia y decía adiós "a una década de slut style" (lo que vendría ser, en palabras del pueblo llano, el estilo de putón).

El debate que ha generado Menkes no gira en torno al corte y confección de Valentino. Lo que ha indignado a algunas webs femeninas es que la periodista utilizase el adjetivo en ciernes para calificar a las mujeres que deciden enseñar carne (lógicamente) con la subida de temperaturas. Un delicado tema, ahora que los casos de violación lamentablemente vuelven a despertar prejuicios que parecían estar erradicados en cuanto a la forma de vestir de las víctimas.

Si hace un año el New York Times se cubrió de gloria al insinuar en un reportaje que la culpa de una violación en grupo a una niña de 11 años podía residir en que la chiquilla apenas tenía supervisión paterna (ya saben, lo de la culpa es de los padres que las visten como… ); ahora ha sido la CNN la que nos ha dejado perplejos al dejar caer culpas sobre la víctima y lamentar la sentencia inculpatoria del caso del instituto de Steubenville sobre unos violadores que veían truncado su "futuro prometedor" en el futbol americano. Y no queda sólo ahí. La semana pasada una adolescente canadiense se suicidó 18 meses después de ser violada y por el acoso que recibía en las redes sociales donde se le acusaba de haber sido una 'puta'. Hace unos días se repitió la misma situación con una joven de California que se ahorcó por el acoso cibernético al que estaba sometida después de que las fotos de su violación se compartieran en las redes sociales.

Y mientras el estilo de las mujeres a la hora de vestir sigue dando que hablar en el ágora pública; la moda, por mucho que le pese a la decencia primaveral de Valentino, se calienta este verano. La siempre controvertida American Apparel vuelve a estar en boca de todos (y no pilla desprevenido a nadie) tras comprobar cómo la Agencia de Publicidad del Reino Unido (ASA) ha decidido prohibir su "pornográfica" campaña primaveral  porque las imágenes eran "ofensivas y cosificaban" el cuerpo de la mujer.

Dos de los anuncios de la campaña de American Apparel que se han prohibido en Reino Unido.

American Apparel

Imagen de la campaña de Victoria’s Secret enfocada a las universitarias y que provocó un alud de quejas entre padres de adolescentes.

Como si de una patrulla de modestia se tratara, a Victoria's Secret también le han llegado quejas de padres de adolescentes enfadadísimos por su reciente anuncio dirigido a las universitarias que se van de Spring Break (vacaciones de Semana Santa). Bajo el lema Bright young things, aprovecharon la campaña para mostrar su malestar con la posibilidad de que ahora las niñas de 12 años visitiesen ropa interior con la palabra "salvaje" impresa en el trasero. Desde la firma, no obstante, han afirmado por activa y por pasiva que no tienen previsto lanzar una colección de moda para chicas más jóvenes.

Polémicas aparte, los signos de que el despelote veraniego va a dar mucho que hablar siguen reproduciéndose. Tras atestiguar que los bikinis neones de las lolitas de Spring Breakers son la tendencia del verano (sus protagonista inspiran una colección para Opening Ceremony), el vestido protagonista del encuentro entre Julia Roberts y Richard Gere en Pretty Woman se ha convertido en la prenda de la temporada. Si en Halloween fue la sobrina de la actriz la que decidió disfrazarse de Vivian Ward haciendo la calle, Emma Watson se ha embutido en un modelo clavado para salir en la portada de mayo del GQ británico y el modelo en cuestión está agotado en la web de Urban Outfitters, Nasty Gal y arrasando en Asos.  

No es casualidad. Cualquiera que se haya paseado por el catálogo virtual o las tiendas de low cost sabrá que el cut out (aperturas laterales en vestidos y camisas para enseñar tripa) o el crop top y los corpiños son los reyes indiscutibles del verano. Asos, H&M y Topshop así lo han decidido.

Y es que seamos lógicos, ¿a quién le apetece abotonarse hasta el cuello y lucir manga larga en pleno agosto con 40 grados a la sombra? Lo mejor será dejar los prejuicios y las nocivas etiquetas sociales a un lado y aprovechar para lucir cuerpo, que por fin los termómetros permiten hacerlo.

Los omnipresentes bikinis fluor de las chicas de ‘Spring Breakers’ han inspirado una colección para Opening Ceremony.

Cordon Press