Cinco motivos por los que Balenciaga sale ganando con Alexander Wang
Tras confirmarse oficialmente el fichaje del diseñador estadounidense como nuevo director creativo de Balenciaga, analizamos las claves de su incorporación.
Tal y como presagió el oráculo Horyn el viernes por la tarde, la oficina de prensa del grupo PPR confirmaba el lunes la incorporación de Alexander Wang a la dirección creativa de Balenciaga con efecto inmediato. Tras llevar circulando por la red desde antes que Christopher Kane, el primer candidato serio al puesto, se autodescartara nada más conocerse que abandonaba Versus, centrando así todas las miradas, el runrún se dio por bueno enseguida en los principales medios y sin necesidad de comunicado oficial. Las apuestas, y la suerte, estaban echadas.
Aunque parecía que tras el escándalo Galliano la lógica debía dictar que las sucesiones de grandes maisons estuvieran en manos de cuasi anónimos, como ya se ha hecho efectivo en el caso de Balmain y el resto de relevos silenciosos que han tenido lugar en los últimos tiempos en importantes casas francesas como son Vionnet, Ungaro o Rabanne, el fichaje de Raf Simons, pero sobre todo el de Slimane en Saint Laurent, abrieron de nuevo la puerta al diseñador estrella. En firmas como Balenciaga es difícil medir qué sombra va a ser al final, la más alargada, pero de momento, el riesgo de ser eclipsado no solamente vale la pena sino que es un artificio buscado. En este sentido, y para contrarrestar, es normal que, en este caso concreto, los postulantes fueran creadores con marca propia donde dar rienda suelta a todas sus interioridades creativas sin comprometer legado de ningún tipo. La norma, lo que sí dice, es que hay una nueva hornada de americanos en París. Con Marc Jacobs a la cabeza y los californianos Humberto Leon y Carol Lim, responsables de Kenzo, a la zaga: la tasa de yanquis en la ciudad del Sena, se dispara.
Los siguientes motivos, los mismos que hacen que el cambio de Nicolas Ghesquière por Alexander Wang en Balenciaga sea, a fin de cuentas, positivo sobre todo para la cuenta de resultados, ayudan a entender por qué:
1. Su perfil comercial. De esa pata cojeaba precisamente Ghesquière a pesar de sus esfuerzos de última hora por crear bagatelas, bien sean sudaderas, zapatos o demás accesorios, que se vendieran como churros. Baste como ejemplo que en todos sus años en la casa solamente creó un bolso superventas, el Motorcycle, mientras Wang, en lo que lleva de corta carrera por su lado acumula algunos de los más deseados de cada temporada. Esos mismos a los que bautiza con el nombre de sus musas. El Kirsten, el Brenda Walsh, el Donna Martin…Una de las claves de su elección reside en su perfil mucho más cercano a la moda pronta que a la Alta Costura.
2. Su carisma. Wang conecta con el público más joven y fresco. Alterna con las chicas más deseadas. Las mismas que le vienen de perlas para el más arriba mencionado mercado aspiracional: nunca podremos tener su tren de vida pero en el camino hacia emularlas siempre nos quedarán sus jerséis. De hecho, la próxima it girl lleva su sangre: es su sobrina Aila. Wang ha sido el primero en echarle el lazo a Azealia Banks –imagen de su línea T para la primavera/verano 2013– y tuvo la osadía de fichar a Liberty Ross como estrella invitada de su último desfile en la Semana de la Moda de Nueva York, en pleno apogeo del escarceo amoroso entre Kristen Stewart (musa justamente de Ghesquière en Balenciaga) y Rupert Sanders (el marido de Ross). Alex para los amigos es además un fiestero reconocido. Para él son tan importantes las after parties como la pasarela.
3. Su gancho. Arrastrará a esa, su clientela, a comprar en Balenciaga.
4. Su conexión asiática. Profundamente ligada a sus raíces taiwanesas viene su obsesión por Asia. Todos sus planes de expansión pasan por allí, y es que fue en Pekín donde inauguraba en mayo su primera tienda fuera de los Estados Unidos, la segunda en su haber (sin contar todos sus puntos de venta). En Japón también le profesan adoración. Un tirón del que podrás aprovecharse la maison a la que entra. La misma que solamente en China cuenta con 10 establecimientos.
5. Su ojo para las modelos. En style.com le han nombrado el Tyra Banks de los diseñadores, en referencia al programa que conduce la exmodelo en busca de la America's Next Top Model. A Wang se le atribuye el descubrimiento de Aymeline Valade, Maria Bradley o Nadja Bender. Algunos de los maniquís del momento. Hay que quedarse también con Irina Kravchenko porque según Alexander es la nueva Freja Beha.
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