Taylor Swift y las que no se mojarán con la huelga de mujeres del 8 de marzo
El discurso tibio sobre el activismo político por la igualdad pasa factura a artistas como la cantante, Reese Witherspoon o Selena Gomez.
El girl power apolítico que funcionaba hasta hace unos meses empieza a parecer insuficiente. El día de la Marcha de las Mujeres contra Trump pudo verse en las calles y en los podios a muchas caras conocidas: Ariana Grande, Amy Poehler, Alicia Keys, Madonna, Katy Perry, Rihanna… la lista dio para amplísimas galerías digitales. Una figura, en cambio, estaba ausente, la de Taylor Swift. No estuvo caminando por las calles de Nueva York del bracete de Karlie Kloss ni pintando pancartas con las hermanas Hadid. Al final del día, quizá sintiendo algo de FOMO [miedo a perderse algo] al ver su Instagram, tuiteó un texto calculadamente ambiguo: «Mucho amor, orgullo y respeto por la gente que ha marchado. Estoy orgullosa de ser mujer hoy y cada día #WomensMarch».
Demasiado poco, demasiado tarde, a juzgar por las reacciones en las redes y en la prensa, resumibles en un seguidor que le contestó: «No puedes escoger cuando el feminismo te beneficia». La cantante se declaró feminista en una entrevista de 2014 en Rolling Stone. Desde entonces, abogó por una particular idea de hermandad, ejemplificada en las fotos de su interminable pandilla femenina. Cuando recogió el Grammy en 2016 dedicó su premio a las mujeres jóvenes pidiéndoles que no dejaran que los hombres les quitaran el mérito –una pulla a Kanye West–. En su feminismo nunca se habla de los fallos estructurales de un sistema patriarcal, sino de girl power: La responsabilidad recae en la mujer y si no brilla es porque no se esfuerza o porque no se ha rodeado de «mujeres fuertes».
Ese tipo de discurso tibio, que también adoptan Selena Gomez o Reese Witherspoon, que siempre enfatiza que «las mujeres no critican a otras mujeres» y prefiere el término «empoderamiento», funcionaba bien hasta hace poco –noviembre, para ser exactos–, incluso entre feministas que daban la bienvenida a las recién llegadas. Pero resulta difícil de justificar. Pocos días después, una manifestante acudió a una protesta con una pancarta que decía: «@taylorswift13 el silencio es violencia». Triunfó en Instagram.
LAS NUEVAS LIDERESAS: Las que posiblemente se mojarán
Puede que Swift o Witherspoon no marcharan por las mujeres el pasado 21 de enero y opten por ensalzar su feminismo de forma apolítica, pero otras sí han decidido hacer de su fama un altavoz contra la desigualdades sociales. Aquí, varios ejemplos que posiblemente sean muy combativos el próximo 8 de marzo.
Aura Garrido
El twitter de la actriz de El ministerio del tiempo bulle de enlaces a reivindicaciones de la mujer. Critica que en su industria a menudo se trate a las actrices como «muñecas» a las que se maneja.
Nicola Sturgeon
«¿Es Escocia un paraíso feminista?» Se preguntaba The Guardian. Allí, la primera ministra y las líderes de los tories y los laboristas son mujeres que no tienen problema alguno en adjudicarse públicamente este calificativo. Algo infrecuente en nuestro país.
Maisie Williams
La actriz de Juego de tronos propone un pequeño cambio semántico: en lugar de pedir a alguien que se defina como feminista si defiende la igualdad, habría que llamar «sexista» a todos los demás. «O eres normal o eres machista», dice.
Olivia Wilde
La actriz es más vehemente que la mayoría de sus compañeras a la hora de criticar el sexismo en el cine y no se muerde la lengua en sus críticas a las políticas de Trump.
Rowan Blanchard
Con tan solo 15 años, la actriz del canal Disney es una reconocida activista que ha llegado a hablar en la ONU sobre igualdad. Se trata de una portavoz generacional muy implicada que se declara ‘queer’ y reniega del privilegio blanco.
Samantha Bee
Los late shows en Estados Unidos han dejado de ser territorio neutral y la única mujer que dirige uno está con la viralidad subida. La cómica organizará un show alternativo a la cena de corresponsales de la Casa Blanca como apoyo a la prensa libre.
Chimamanda Ngozi Adichie
La autora de Todos deberíamos ser feministas, el título que cita Beyoncé, publica en marzo Querida Ijeawele o cómo educar en el feminismo, su carta a la madre de una niña en Nigeria.
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