Blogueras de moda: una imagen vale más que mil palabras
Honestidad, autenticidad e individualidad son los valores que diferencian a las blogueras más influyentes –como Susie Bubble– del resto de propuestas. Sus posts son escrutados por miles de ojos.
Quizá todavía hoy Milán, París y Nueva York sean el escaparate oficial de las tendencias que seis meses más tarde llegan a la calle. Pero es Internet (y no la pasarela) la plataforma que dicta las condiciones de uso. Convertida en un auténtico laboratorio de ideas, la red es el catalizador contemporáneo del savoir-faire urbano. Los valores asociados a esta nueva forma de creación son los mismos que reivindica el arte callejero: libertad, comunidad, transgresión y, sobre todo, voz propia. Solo los blogs que se mantengan fieles a este dogma conseguirán permanecer en la lista de medios más influyentes de la industria, e incluso formar parte del jurado de los prestigiosos premios que cada año concede el Consejo de Diseñadores de America (CFDA) –como Tavi Gevinson o Bryan Boy en 2010–.
Con una mirada más fresca y dinámica que los canales tradicionales, los blogueros promueven una nueva forma de estilismo que combate la uniformidad con mezclas audaces y personales, como los looks excéntricos de Tina Leung. «Un día puedo ser dulce y vestirme de rosa; y al día siguiente, llevar cuero y tachuelas de arriba abajo». Por eso firmas como Dior han empezado a colaborar con ellos. La visión de árbitros online de estilo como Leung o Susie Lau, de Style Bubble (con una media de 35.000 visitas al día), renueva los códigos de las grandes maisons parisinas. No se trata de reescribir las claves del chic francés. En la red no existen delimitaciones geográficas a la inspiración. Poco importa desde qué país suban sus posts: Inglaterra (Susie Lau), Francia (Alix Bancourt, de The Cherry Blossom Girl), Estados Unidos (Stephanie LaCava), Hong Kong (Tina Leung, de Tinaloves.com), Italia (Chiara Ferragni, de The Blonde Salad), China (Dan y Qing Wei, de Little Chili) o Japón (Chiharu). Los referentes son siempre los mimos: «Yo, yo misma y la moda», dice la modelo gallega Alba Galocha (Tea Time).
Egotendencias. Personal es, precisamente, la palabra que más veces repiten cuando tienen que describir el enfoque de su blog. «Es un álbum personal de estilo», asegura Alix Bancourt (The Cherry Blossom Girl). «Una recopilación de observaciones personales», coincide Lau (de Style Bubble). Sin duda, porque así lo exigen sus lectores. Los internautas buscan sinceridad y autenticidad. Dos valores en decadencia entre la nueva generación de blogueros –que, como replicantes, cuelgan fotos de looks que parecen cortados por el mismo patrón– y que, sin embargo, son las cualidades que mejor explican el éxito de Susi Lau (en la red desde 2006). Su credibilidad, unida a un increíble ojo clínico para detectar y deconstruir las tendencias, ha hecho de Lau un referente no solo de la blogosfera, sino de la industria en general. Avalada por medios de prensa como The Guardian y Dazed and Confused –revista para la que colaboró hasta 2010–, su nombre aparece incluso en las listas de bibliografía de las escuelas de moda.
«Es intuitiva y humilde», dice de ella la editora de culto Diane Pernet, autora del blog A Shaded View on Fashion. Pocas, muy pocas, son tan buenas descubriendo nuevos talentos como Lau. Y todavía son menos las que consiguen tanta repercusión con un solo post. Por eso es una de las favoritas entre los diseñadores que empiezan. «El papel y la red consiguen efectos muy diferentes. En un blog es casi inmediato. Basta con un clic», explica Lau. «Si un día cuelgo, por ejemplo, una prenda de TopShop y escribo un post, es probable que desaparezca de las perchas al día siguiente. Pero no tengo cifras. Solo el feedback que recibo de marcas y diseñadores», apunta. «La presencia en la red aumenta las ventas», confirma Jack McCollough de Proenza Schouler. «No existe una medida para evaluar el impacto viral. Las analíticas de Google pueden calcular el número de visitas, su duración, la procedencia, etc. Pero es imposible descifrar la respuesta a esa visita», asegura Matthew Rhodes, director de estrategia de la agencia de redes sociales Fresh Networks.
Círculo de influencia. Según datos de la Asociación Comercial de la Industria de Bienes de Lujo Italiana (Altagamma), el 27% de los consumidores europeos y estadounidenses consultan la red antes de comprar un producto. Una cifra que en China llega al 58%. Allí las gemelas Dan y Qing Wei son, junto a Han Huohuo (con millones de seguidores), las estrellas de la moda online. ¿Su mejor prescripción de estilo? «No pensar demasiado en cómo combinar diferentes piezas en un mismo look, a veces menos es más», dicen durante la sesión para Dior.
La reinvención es su mejor aliada, pero también su enemiga. El ritmo frenético de la red obliga a cambiar una y otra vez las fórmulas para no desaparecer ante la avalancha de nuevos blogs. Por eso para muchos la evolución natural es dar el salto a medios tradicionales. Es el sueño de Alba Galocha –que quiere ser periodista de moda–, pero también de Tina Leung, que ya ha trabajado como estilista freelance para publicaciones chinas como South China Morning Post, Prestige, Tatler o Ming Pao.
Vestido de jacquard (2.050 €), bolso tote (10.000 €), cartera de mano a juego de la línea Diorissimo en piel de avestruz (c. p. v.), brazaletes transparentes African Space (520 €/set de tres), todo de Dior; y zapatillas deportivas de Nike.
Tommy Ton
Alba lleva chaqueta de algodón (2.680 €), bolso Miss Dior (c. p. v.), collar Mitzah de perlas y lágrimas de oro (1.290 €) y plataformas (980 €), todo de Dior.
Tommy Ton
Stephanie lleva vestido negro largo de seda con gran escote en la espalda, collar con flores lacadas de color rosa de la colección Diorissimo (1.790 €) y, en la mano, pequeño cofre dorado (1.700 €), todo de Dior.
Tommy Ton
Blusa (860 €), falda (1.800 €), chaleco de cuero (5.150 €), bolso Diorissimo de cocodrilo (26.000 €), brazalete de perlas Mise en Dior (c. p. v.) y en el bolso, a modo de charm, pulsera con lágrimas de cuero (750 €), todo de Dior.
Tommy Ton
Capa de cachemir (980 €), falda de lana (1.250 €), bolso Lady Dior de pitón (c. p. v.), collar Mise en Dior (1.980 €), gorro de cachemir con detalles de zorro y cabra (450 €), todo de Dior.
Tommy Ton
Dan con vestido (3.150 €), top (3.300 €), bolso Diorissimo (2.700 €) y gafas Dior Summerset (250 €). Qing con falda (1.450 €), chaleco (2.150 €), cartera Dior Evening (950 €), gafas (370 €) y guantes (800 €), todo de Dior.
Tommy Ton
Chiara lleva vestido de lana y seda de color púrpura (2.850 €), pendientes Mitzah (310 €) y sandalias de tiras con maxiplataforma en pitón de color fucsia (880 €), todo de Dior.
Tommy Ton
Alix lleva vestido de color rosa empolvado (2.300 €), bolso Lady Dior en patchwork de visón con efecto print de leopardo en tonos negro, blanco y violeta (8.200 €) y brazalete con lágrimas de leopardo (750 €), todo de Dior.
Tommy Ton
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