¿Quién podrá ser madre ahora? ‘Maternidad en cuarentena’, el instagram sobre precariedad, ansiedad y embarazos

¿Cuántas mujeres estarán, en estos momentos, retrasando todavía más la voluntad de ser madres frente al panorama económico y de nuevo orden social que se les avecina? Si muchas ya eran precarias antes, ¿cómo plantearse ser madres primerizas, o engendrar más hijos, frente a la incertidumbre de los ERTEs, EREs o sin tener un panorama de convivencia social definido? La periodista Irene Sierra (Avilés, 1991) estaba en la ducha cuando pensó exactamente eso. Su momento ahá fue poco antes del estado de alarma, antes del confinamiento forzoso, mientras la sociedad ya andaba amueblando su cabeza y espíritu para encajarse en la lógica de la reclusión.

Tras pasar siete años trabajando en Madrid y volver a su ciudad natal para ejercer como freelance, Sierra estaba organizando con el ayuntamiento de Castrillón (Asturias) un evento en torno a «cómo la creación cultural femenina tiene la capacidad de cambiar nuestra identidad y el discurso de lo social». Una de las mesas redondas del programa iba, precisamente, «sobre la no maternidad y cómo muchas mujeres están postergando este deseo por el contexto de precariedad que nos rodea a muchas de nosotras». Y fue duchándose cuándo pensó cómo 2020, para muchas, había sido el año en el que habían programado decidir dar el paso (o no) de la maternidad.  «Pensé en esas mujeres ahora inmersas en un ERTE o con facturas sin cobrar, si volverían a quitarse esa idea de la cabeza». Fue ahí cuando lo vio claro: «Me di cuenta de que la maternidad también está en cuarentena. Tanto la que ya ha sido cumplida y que ahora se enfrenta a un postparto de confinamiento, como la que estaba presente en los deseos de muchas mujeres«.

La periodista ha creado Maternidad en Cuarentena, la cuenta de Instagram en la que, a través de entrevistas y directos de Instagram durante los fines de semana de este proceso de confinamiento, varias expertas y afectadas charlan con la periodista sobre el paradigma de este nuevo escenario.»He tratado de dar respuesta a varios aspectos de la maternidad y la no maternidad que no suelen estar sobre la mesa, al menos como tendencia general», cuenta a través de correo electrónico y tras una primera etapa de charlas que continuará el próximo fin de semana. Por la cuenta ya han pasado Marta Garrido, profesora de Educación Especial y madre, que explicó «cómo vivió el último trimestre de su embarazo de riesgo, tumbada durante semanas en posición horizontal, sin poder moverse porque si lo hacía su bebé con un problema de restricción de crecimiento, no se desarrollaría». La psicóloga, doula y asesora de lactancia Paola Roig «abordó el tema de las contradicciones emocionales que aparecen durante los primeros meses y explicó más en profundidad cómo es la tristeza que define una depresión postparto». En una nueva jornada participaron las periodistas Noemí López Trujillo (Newtral) y Ana Requena (jefa de género en eldiario.es). Con la primera abordó su ensayo El vientre vacío (Capitan Swing, 2019) y la precariedad de las no madres. Con Requena Aguilar charló sobre el papel del periodismo y la literatura en la maternidad. La última ronda de entrevistas se centró Andrea Ros (@madremente en Instagram) y la ilustradora (y madre confinada) Nica (@barcelonadraw) que «arrojaron un poco de luz en base a sus propias experiencias como madres. Mientras la primera de ellas hizo de este momento vital su proyecto profesional, Nica nos contó cómo fue parir en medio de un estado de alarma».

¿Cómo lo hacen?

Cuando López Trujillo escribió El vientre vació, recogió que la media de emancipación en España era a los 29 años y medio (tres años más tarde que la europea). Antes del coronavirus, tal y como recogía la periodista, España concentraba el mayor porcentaje de población joven de toda la UE con trabajos de contrato temporal (56,4%). Seis de cada diez jóvenes que trabajaban a tiempo parcial lo hacían de forma involuntaria. Básicamente, no había oportunidades para ellos. ¿A qué se enfrentan todos esos jóvenes que, tras ser golpeados por la crisis de 2008, ahora se enfrentan a un paradigma todavía más incierto? ¿Quién quiere ser madre ahora?

Sierra, precisamente se encuentra en esa diatriba. «Voy a cumplir 29 años y a pesar de que llevo cuatro años con mi pareja no nos veo siendo padres porque el contexto que nos rodea nos dice que todavía somos muy jóvenes. Él tiene un contrato en prácticas y yo soy autónoma. Sin embargo, veo que ya no soy tan joven como en realidad me siento y comienzo a preguntarme qué contexto tendría que darse para que yo me plantease llevar a cabo una maternidad. Empiezo a preguntarme y a buscar respuestas en las demás. ¿Cómo lo hacen? ¿En qué contexto se lanzaron? ¿Pudieron conciliar? ¿Qué ruptura de expectativas experimentaron? El proyecto surge de la necesidad de establecer un diálogo entre la maternidad y la no-maternidad».

El proyecto continuará este fin de semana con más charlas para analizar este nuevo paradigma frente a una pérdida de enfoque en los medios de comunicación. «En términos generales, creo que todavía falta bastante por hacer. Mi sensación es que hay mucha información de servicio (cómo educar a tu hijo según Montessori, qué hacer si tengo diabetes gestacional, cómo incluir a tu hijo en la declaración de la renta…) y muchos, muchísimos temas en torno a la belleza (el entrenamiento definitivo para que pierdas los kilos que has cogido tras el embarazo, X celebrities que demuestran que ser puede ser madre y no perder el estilo, etc)». Aunque aplaude la gestión de secciones como Nidos en eldiario.es, Sierra apunta a que «todavía falta colocar la voz de la maternidad en un lugar importante». Visibilizar lo que no se nombra.» Y esto es como el cine o la televisión, al final lo que no aparece representado en la pantalla parece que no existe».