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El callo solar no existe: los peligros de la tendencia viral que invita a tomar el sol sin protección

Una nueva tendencia negacionista anima a tomar el sol de manera progresiva y sin protección para que la piel genere resistencia de forma natural. ¿El objetivo? Obtener el nivel máximo de bronceado sin riesgos. Expertos aclaran el fenómeno.

La piel siempre necesita protección frente a la exposición solar.
La piel siempre necesita protección frente a la exposición solar.Getty

“Si generas callo solar puedes recibir el sol sin problemas como todos los animales de la tierra. No hay un solo animal al que el sol le haga daño y ninguno utiliza protector solar. El sol no causa cáncer, nunca lo ha causado y nunca lo causará”, estas afirmaciones del Dr. Guillermo Rodríguez Navarrete en su cuenta de Instagram @nutrillermo con 1,6 millones de seguidores (@nutridoctor en TikTok) son solo un ejemplo de la tendencia viral que crece en redes y aboga por tomar el sol sin protección para crear una tolerancia progresiva durante todo el año. Más ejemplos. La creadora digital de la cuenta de Instagram @blancagomez_lifestyle con 127 mil seguidores lo explica de forma más detallada “el callo solar es la capacidad de exponernos al sol de manera segura en el máximo de tiempo. Se trata de recibir todas las longitudes de onda para que nuestro cuerpo entienda en qué momento del día está y qué funciones corporales debe inducir. La luz roja e infrarroja de la mañana activa las mitocondrias y la luz UV sintetiza la vitamina D. Y por supuesto, la exposición de día prepara la melatonina para tener un sueño reparador. Tomar el sol durante todo el año, en especial la luz del amanecer prepara y protege nuestra piel para que no se queme ante las intensidades fuertes del mes de agosto. No hacerlo y, encima, aplicar cremas solares cargadas de tóxicos hace que las capas superficiales no se quemen, pero por dentro recibimos una carga oxidativa excesiva sin darnos cuenta. Ante todo, sentido común. Callo solar no significa estar todo el día al sol en una tumbona. Tu piel te guiará para ponerte bajo una sombrilla, sombrero o camiseta. Pero no lo prives de él saliendo de casa con las gafas y crema solar. Puedes tener un producto solar natural para momentos puntuales, pero bajo mi punto de vista, es la última herramienta y no la primera”.

Todas estas declaraciones que circulan en redes levantan ampollas e indignan a dermatólogos, cosmetólogos y expertos de marcas de belleza. Si algo hemos aprendido en los últimos años es que protegerse del sol es esencial para la salud de la piel y los datos corroboran el fenómeno. En junio, Nivea Sun de Beiersdorf presentaba su estudio sobre hábitos de uso del protector solar y afirmaba que el 96% de los españoles era consciente de que los rayos UV son perjudiciales. Así, el 99% de los encuestados lo utiliza en verano, el 55% en primavera, un 33% en otoño y un 28% en invierno. La conciencia solar ha calado hondo en la sociedad y no podemos dejar de preguntar ¿cómo ha podido surgir una tendencia tan polémica como la del callo solar?

Expertos desmontan el fenómeno. ¿Existe el callo solar?

La Dra. Mar Mira de la Clínica Mira+Cueto habla claro “no existe evidencia que sustente el hecho de que exponernos al sol sin protección solar tenga beneficios para la piel, sino todo lo contrario. Está demostrado que los rayos del sol alteran el ADN de las células, por eso, las personas que se exponen sin control tienen la piel envejecida, más gruesa y rugosa, menos elástica, con arrugas y manchas. Presentan un fotodaño poco alentador, con más posibilidades de padecer lesiones tumorales que de mejorar su inmunidad y su resistencia”. Las redes sociales, que dan voz a quien sabe y a quien no sabe, se convierten en el caldo de cultivo de teorías disparatadas. “Que a pesar de toda la información que tenemos sobre los peligros del sol, surjan afirmaciones como la del callo solar y, lo más grave, se hagan virales es muy peligroso. Promover la idea de que exponerse al sol sin protección crea una supuesta tolerancia a los rayos UV y mejora la síntesis de vitamina D, carece de base científica y es peligroso para la salud,” comenta a S Moda Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.

Como la mayoría de los bulos que circulan en redes, el callo solar se apoya en verdades a medias. “Cuando nos exponemos a la radiación ultravioleta la piel se inflama, engrosa (en este sentido la palabra “callo” no va nada desencaminada) y produce más melanina que aporta cierta protección a las células. Pero para que aumente la melanina nos hemos tenido que exponer a la radiación UVB, que es la más dañina. Es decir, buscar el callo solar significa dañar las células de nuestra piel. A largo plazo esto implica fotoenvejecimiento y el aumento de riesgo de cáncer cutáneo” dice Dra. Inés Escandell, dermatóloga del GEDET (Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica) de la AEDV.

¿Podemos crear tolerancia al sol?

Según esta teoría, a más exposición al sol la piel desarrolla resistencia a los daños solares, lo que permite una mayor exposición sin efectos negativos. “Esta afirmación es falsa y muy peligrosa. La exposición sin protección, incluso por periodos cortos, genera daños acumulativos en la piel, incluyendo el riesgo de cáncer y envejecimiento prematuro. La piel tiene memoria, y cada exposición sin protección añade daño acumulado en el tiempo. Aunque la melanina producida por la piel ofrece una protección natural limitada, no es suficiente para contrarrestar los efectos nocivos de la radiación ultravioleta. Por tanto, lo más seguro es usar protección solar y, en el caso de que se quiera tomar el sol durante 10 minutos sin solar, hay que hacerlo a primera hora del día, cuando la radiación es menos agresiva” afirma Raquel González. La Dra. Mar Mira apostilla “es cierto que nuestra piel puede adaptarse a la exposición solar, pero no podemos abusar de esa exposición. De hecho, la quemadura solar es una reacción inflamatoria a la radiación ultravioleta, que daña la piel y puede alterar un gen supresor de tumores. Así, las células lesionadas tienen menos posibilidades de repararse antes de convertirse en cancerígenas”.

No existe el bronceado saludable

Así es y por mucho que nos guste estar bronceadas, el moreno no es sano. Si todos los médicos, dermatólogos y expertos inciden en la importancia de aplicarse protector solar es por algo más que ganar dinero con la venta de cremas. “El uso diario de protector solar es esencial para proteger la piel de la radiación ultravioleta, infrarroja y la luz azul. Aplicar un buen filtro solar reduce el riesgo de cáncer y frena el envejecimiento prematuro”, dice Raquel González. Además, “se recomienda completar los filtros con nutricosméticos ricos en antioxidantes que contrarresten los efectos del daño solar”, añade Sole Urrutia, directora de Advanded Nutrition Programme. También es importante aplicar la cantidad exacta de producto para que el filtro funcione bien. “Debemos aplicar el corrector de forma generosa en todas partes del cuerpo que vayan a estar expuestas. Llueva, truene, nieve o esté nublado hay que usarlo, ya que más del 80% de los rayos UV traspasan las nubes y los cristales de las ventanas”, afirma Raquel González. Por ese motivo, como explica David Deibis, maquillador de Perricone MD “la única manera segura de broncearse es a través del maquillaje o de autobronceadores, que imitan el efecto del bronceado sin la necesidad de exponerse al sol”.

¿El callo solar es perjudicial para todos los fototipos?

La melanina es el pigmento que da color a la piel y la defiende de los rayos del sol. Es la responsable del bronceado y la cantidad que producimos viene determinada por la genética. “Por ello, los fototipos más claros se queman con el sol, mientras que los más oscuros se broncean. Pero ambas respuestas de la piel son signos de daño celular. Todos los fototipos deben protegerse siempre y evitar el sol en las horas punta”, advierte el equipo médico de Clínica Mira+Cueto. Una regla común a la hora de tomar el sol es tener en cuenta que “es mejor hacerlo en las horas en las que la intensidad de UVB y UVA es menor, y esto en verano se corresponde con las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. En horas intensas (entre las 11 am y las 18 pm) es aconsejable utilizar fotoprotección con un factor 50+ resistente al agua que tocará reaplicar cada 2 horas o después de cada baño. Además, también son esenciales las prendas de vestir como gorros, gafas y camisetas”, indica la dermatóloga Inés Escandell.

¿Por qué los animales no se queman?

Uno de los argumentos esgrimidos por los seguidores del callo solar es que los animales se exponen al sol sin protección y no les pasa nada. “La piel de la mayoría de los animales tiene unas características distintas a las nuestras; si dejamos a un lado a reptiles y aves que son aún más diferentes y nos centramos en los mamíferos, muchos están cubiertos por pelo terminal en toda su superficie corporal que les protege de la radiación, sobre todo los que viven en zonas de mayor insolación”, explica la Dra. Inés Escandell. Muchas de estas teorías recalcan que la humanidad ha vivido la mayor parte del tiempo sin protección solar: en 1920 se empezaron a crear fórmulas rudimentarias y no fue hasta 1938 cuando el químico suizo Franz Greiter creó la primera crema para protegerse del sol durante una expedición de montañismo en el Piz Buin. “Este tipo de afirmaciones que apelan al “se ha hecho siempre” no tienen en cuenta que en las últimas décadas la supervivencia ha aumentado de forma considerable. Vivimos más y queremos vivir mejor, y exponernos al sol sin protección a ciertas horas, especialmente los fototipos claros, aumenta el riesgo de cáncer de piel a medio y largo plazo”, argumenta la Dra. Escandell.

¿Los solares bloquean la vitamina D?

La creencia está muy extendida: los protectores son los culpables de que en países soleados como el nuestro haya cada vez más personas con déficit de vitamina D. ¿Es cierto? Las investigaciones realizadas por la Skin Cancer Foundation confirman que los solares con SPF alto están diseñados para filtrar la mayoría de los rayos UVB, que son los que desencadenan la producción de vitamina D, pero también son los responsables de generar quemaduras solares y cánceres de piel. No obstante, y según los datos de la Skin Cancer foundation, los estudios muestran que las personas que usan protector solar cada día pueden mantener sus niveles de vitamina D. Una de las explicaciones es que el protector no impide que algunos rayos lleguen a la piel. Un solar SPF 15 filtra el 93 % de los rayos UVB y SPF 50 el 98 %. Esto permite que incluso con la protección más alta y aplicada a la perfección el 2 % los rayos UVB penetren en la piel.

Además, “la vitamina D se puede absorber en áreas como manos y brazos, y una exposición breve al sol en horas de menor intensidad (temprano en la mañana o tarde en la tarde) suele ser suficiente para mantener niveles adecuados de vitamina D. Incluso usando protector solar, la piel aún puede producir cierta cantidad de vitamina D y es una medida importante para proteger la piel de daños a largo plazo”, aclara Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.

La lucha contra los solares

La teoría del callo solar demoniza a los protectores solares y los considera un invento de marketing para vender cremas cargadas de tóxicos. La Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) advierte que la incidencia del cáncer de piel ha aumentado un 40% y que solo en España se diagnostican más de 78.000 nuevos casos al año. Desde la asociación inciden en que las cremas solares son las mejores aliadas para prevenir los efectos nocivos del sol. “Hay que tener en cuenta que los protectores que se venden en España están avalados por la Unión Europea, cumplen con toda la normativa de sanidad, pasan por estudios clínicos y por severos estándares de calidad. Con lo cual, no tiene sentido hablar de protectores solares tóxicos para nuestro cuerpo. Los solares aportan muchos más beneficios que efectos secundarios perjudiciales”, apostilla Ana Yuste, asesora facial de Purenichelab.com.

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