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“Solo me masturbo por trabajo”: así se prueban los juguetes sexuales antes de salir a la venta

¿Es un trabajo remunerado? ¿Cuántos juguetes sexuales puede tener una probadora en casa? ¿Cuántas personas prueban un juguete hasta que llega a comercializarse? Hablamos con Venus O’Hara, activista del orgasmo y conocida divulgadora sobre el uso de estos aparatos

Juguetes sexuales
Diferentes juguetes sexuales.MyroslavaPavlyk (Getty Images/iStockphoto)

Los datos reflejan que los juguetes sexuales viven un gran momento. Durante la pandemia de la covid, el sector del juguete sexual hizo una caja de más de 29.000 millones de euros a nivel mundial, según la consultora Grand View Research, que espera que el sector crezca un 8 % hasta rozar los 50.000 millones de euros en 2028. Venus O’Hara, activista del orgasmo y conocida divulgadora sobre el uso de juguetes sexuales, prueba estos aparatos para hacer reseñas sobre sus propiedades y funcionamiento. Comenzó a recibir gran cantidad de ellos gracias a su participación en Eros, un blog erótico de El País, donde eran muy seguidas sus reseñas. “Ahora tengo 800 juguetes eróticos en casa. Los guardo en la habitación de invitados, donde están ordenados y divididos por categorías. Es imposible decir cuál es mi favorito: si siempre usas el mismo, tu cuerpo se acostumbra, y eso fue lo que me ocurrió con el famosísimo Conejo (que se hizo conocido gracias a Sexo en Nueva York). Un día se rompió, y fue una bendición, porque me obligó a redescubrir otros juguetes y a hacer una conexión entre mente y cuerpo gracias a la cual ahora, puedo alcanzar el orgasmo con cualquier juguete. Creo que es fundamental tener variedad. Diría que hay que tener cinco diferentes, y entre ellos, no puede faltar el succionador de clítoris, el micrófono (conocido como Wand) y el Conejo”, dice a S Moda.

Las expertas en el tema suelen recomendar probar un juguete sexual varias veces para saber si hay una curva de aprendizaje y también coinciden en que no existe un estado de excitación óptimo para probarlos. “Es cierto que hay aspectos que hay que evaluar estando en un estado más neutro, pero depende de lo que queramos averiguar. Si, por ejemplo, queremos que la probadora compruebe si funcionan bien los diferentes modos de vibración de un juguete, así como los de succión, no nos interesa su excitación, sino que evalúe cómo fusionan, que analice los estímulos y que nos haga saber si le molesta o no. En cualquier caso, creo que ambos estados son interesantes. Cuando una mujer está excitada, permite una mayor intensidad que en frío”, señala Lucía Jiménez, psicóloga y sexóloga de Diversual.

“Sólo me masturbo por trabajo, y no puedo permitirme repetir juguetes, porque siempre hay algo nuevo por probar. Los sex toys ahora tienen muchas funciones y se pueden usar de varias maneras, y por eso intento probarlos hasta cuatro veces antes de hacer la reseña. Practico la magia sexual y anoto mis orgasmos: tengo unos 20 al mes masurbándome”, asegura O’Hara. Confiesa que del mismo modo que a quien trabaja en oficina no siempre le apetece acudir a una reunión, ella no siempre tiene ganas de masturbarse, pero como asegura, “hay que pagar las facturas”. Tras diez años probando juguetes sexuales de forma profesional, sabe a qué productos decir no. “En pareja no suelo usar juguetes, porque quiero aprovechar la sensación que aporta estar piel con piel. No pruebo juguetes anales y no me gustan para nada los dildos realistas. Entre los 800 juguetes sexuales que tengo, diría que tan sólo tengo uno así, porque creo que son algo vulgares y por si fuera poco, son difíciles de subir a las redes sociales, porque pueden dar problemas. Tampoco acepto cosas que ocupan mucho espacio. En este momento hay muchas empresas intentando enviarme muñecas o torsos pero, ¿dónde los meto? Ni tengo espacio, ni me interesan demasiado. Tampoco acepto juguetes sexuales con pilas”, asegura.

Para finalizar, ¿se remunera a los probadores? Responde Elisabeth Neumann, directora del departamento de experiencia de usuario de Womanizer y Lovehoney Group. “Llevamos a cabo varios tipos de pruebas y en todos los casos, los probadores se quedan con el juguete que están probando, pero a veces también se les regala vales si el esfuerzo para llevar a cabo la prueba ha sido extraordinariamente alto para ellos. Siempre somos muy transparentes en cuanto a la recompensa que ofrecemos por participar. También tenemos un pequeño número de procesos de prueba en los que los probadores tienen que hacer bastantes pruebas y en los que necesitamos entrevistas en persona con ellos. Estas pruebas se renumeran con dinero”, asegura.

Cómo funciona un panel del probadores

El Estudio Nacional de Sexo: Masturbación Femenina de la marca de juguetes sexuales Easytoys señala que el 35 % de mujeres participantes en la muestra se masturba al menos cada semana, existiendo una llamativa brecha al reconocer el 65 % de los hombres hacerlo en el mismo rango temporal. Otra diferencia es que el 39 % de las mujeres asegura integrar juguetes sexuales al masturbarse, mientras que los hombres prefieren prescindir de ellos. Pero, ¿quién prueba los sex toys antes de lanzarse al mercado? ¿Cómo decide una marca incorporar cambios determinados a un modelo concreto? ¿Cuánto tiempo tiene un probador para calificar un producto?

El factor más importante para el tamaño de la prueba del producto no es en realidad el tipo de producto, sino la fase de desarrollo del mismo, pues cuanto más avanzado esté en su desarrollo, mayor será la muestra de los probadores a los que se envía el diseño. Mientras tanto, los productos o prototipos en fase inicial son enviados a grupos de probadores más pequeños. “Normalmente, los probadores tienen de 2 a 3 semanas para probar el juguete y luego rellenar un cuestionario que les enviamos. En algunas ocasiones, los probadores reciben más de un juguete, o reciben un juguete que es relativamente complejo, en cuyo caso podemos ampliar el periodo de prueba. Para nosotros es importante que los probadores acaben probando el producto un par de veces para que los resultados sean fiable”, explica Elisabeth Neumann. Señala también que si se trata de un juguete completamente nuevo, el proceso de prueba puede durar meses o incluso años, en los que el probador recibe repetidamente nuevas versiones del juguete y evalúa los progresos.

Su panel humano está formado por 17.000 probadores internacionales, y lo llaman el MasturbaTEAM. “Nos centramos en probar los juguetes en usuarios reales, porque queremos que nuestros productos sean fáciles e intuitivos para todo el mundo. Queremos probar nuestros productos en las condiciones más realistas que podamos conseguir antes de lanzarlos al mercado. Por eso, el panel de probadores está formado por una mezcla variada de personas de diferente edad y formación. El perfil profesional no es importante, aunque sí es requisito que los probadores estén abiertos a los juguetes sexuales y dispuestos a compartir su experiencia con nosotros en forma de cuestionarios que evaluamos de forma anónima”, añade.

Por su parte Diversual cuenta con un equipo interno, en el que la mayoría de integrantes son sexólogas o expertas en salud sexual, que cuentan con un criterio más técnico, y otro externo, formado por un grupo de gente más heterogéneo. “Teniendo ambas muestras, en función del producto, valoramos. Nosotros no fabricamos de la nada, sino que trabajamos sobre patentes existentes y hacemos ligeras modificaciones. Cuando por ejemplo alguien hace una compra en Diversual, tiene una encuesta de producto, y por descontado, a nuestro sistema nos llega el feedback de los clientes y el equipo de atención al cliente recoge también sus opiniones”, comenta Lucía Jiméne.


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