Vaselina sobre tu propia crema: el truco económico que llega de Corea para hidratar pieles muy secas
TikTok lleva tiempo haciéndose eco de esta tendencia que muestra a los usuarias con brillantes caras embadurnadas en vaselina.
Fue el químico Robert Chesebrough, quien en 1870 se dio cuenta de que para cicatrizar las heridas los obreros del petróleo usaban un ungüento pastoso que se pegaba a las perforadoras. Hoy, más de 150 años después, el poder cosmético de la vaselina ha trascendido de generación en generación y gracias a su versatilidad de usos. La usamos para hidratar labios, suavizar la piel de los codos, sanar los talones agrietados e incluso para peinar cejas. Es un básico de los neceseres. Marilyn Monroe se ponía vaselina para iluminar sus mejillas, según desveló su maquillador Allan Whitey Snyder en la edición estadounidense de Harper’s Bazaar, y Olivia Palermo apuesta por la versión líquida para desmaquillar sus ojos. El interés por este milagroso ingrediente ha vuelto a dispararse desde que las coreanas, uno de los mayores referentes en el cuidado de la piel, cierran su ritual de belleza nocturno aplicándose una capa de la pomada sobre el rostro. TikTok lleva tiempo haciéndose eco de esta tendencia que se llama slugging y de la que circulan miles de vídeos mostrando a los usuarios con brillantes caras embadurnadas en vaselina.
La idea detrás de este fenómeno viral es que este producto actúa como oclusivo, que es un agente hidratante que asegura la humedad dentro de la piel. “El slugging es una técnica que se ha puesto de moda tanto en Corea como en muchas otras partes del mundo por su eficacia y porque no supone un gran desembolso económico para ayudar a la hidratación. Consiste en finalizar la rutina de cuidado con la aplicación de una fina capa de un aceite mineral, por ejemplo, la vaselina, que todos conocemos, para aprovechar su capacidad oclusiva que evita la pérdida de hidratación”, cuenta Amparo Violero, technical person en MiiN, tienda especializada en el universo K-beauty.
El término slugging hace referencia al rastro pegajoso y brillante que dejan las babosas al moverse y que resulta similar a la capa que queda en la cara después de la aplicación de la vaselina o similar. “Esta técnica, parece extraña o muy novedosa, pero en realidad no lo es tanto. Es como los antiguos cataplasmas o los linimentos muy lipídicos. En cierto modo es como sellar la piel y pasar unas horas con ellos o toda la noche. Es como la típica crema muy densa que se usa bajo los guantes para ayudar a reparar la piel de las manos o las uñas”, tal como recuerda Meritxell Martí, al frente de la farmacia Meritxell en Andorra.
Partiendo de la filosofía de que la vaselina es un gran aliado que ayuda a reparar y regenerar la piel agrietada, la cosmética coreana ha descubierto que al aplicar una ligera capa en el rostro, este se suaviza. “Es un producto que actúa creando una barrera hidrofóbica que impide la evaporación de agua ocluyendo la piel. Por ello, aunque no es un humectante propiamente dicho tiene la capacidad de hidratar de esa manera indirecta; es decir, no aporta ni retiene agua, pero evita que se pierda. Su aplicación tiene sentido en ciertas patologías cutáneas para aprovechar su función de barrera. Es el caso del eczema de contacto en el que hay intolerancia o alergia a determinados cosméticos, ya que la vaselina neutra no contiene aditivos ni fragancias», explica Rosa del Río, dermatóloga del Grupo Jaén.
Como todo lo relacionado con el cuidado de la piel, esta moda no le sirve a cualquiera. Según recomienda la doctora María José Crispín, experta en medicina estética facial de la Clínica Menorca, “la técnica solo es beneficiosa para las pieles muy secas o atópicas, da igual la época del año”. Una opinión que comparte la facialista Silvia Oliete, alma máter de los centros de belleza Blauceldona, quien añade: “El slugging es ideal para las pieles sensibles. Si la vaselina es refinada, no tiene por qué ser mala. Creo que no se ha hecho mucho marketing sobre este cosmético para la piel, en mi opinión, por su bajo precio”.
Aunque el proceso puede ayudar a las personas con ciertos tipos sequedad cutánea, en las pieles grasas la barrera creada por la vaselina podría exacerbar el problema. “Al tratarse de un producto graso y oclusivo puede provocar mayor aparición de acné al taponar el poro que segrega ya de forma habitual más sebo de lo normal. Puede desencadenar la aparición de comedones abiertos o cerrados, porque es muy comedogénica”, advierte la farmacéutica Martí.
¿Cómo se aplica?
El cuidado de la piel depende de las preferencias personales y, por supuesto, de experiencias de prueba y error. A todos no nos funciona lo mismo, pero nunca lo sabremos si no lo experimentamos. Para probar en el rostro esta tendencia viral, desde MiiN dan un consejo: «La idea es usarla como tratamiento nocturno, toda la noche, pero recalcamos la importancia de la limpieza posterior. Es extremadamente importante limpiar bien la cara la mañana siguiente de realizar el slugging. Recomendamos realizar la doble limpieza, ya que la carga de producto que hay que retirar (y las partículas de suciedad que se habrán adherido al aceite mineral) es alta”.
Según los expertos consultados, embadurnarse la cara a diario puede resultar excesivo. En cambio, se postula como una buena estrategia de uso puntual. “No es mala idea cuando necesitamos una reparación extra o cuando la piel requiere de protección extra frente al frío, ya que conserva el agua de la propia piel y la repara. También después de una exposición solar excesiva, o tras haber usado retinol, que deja la piel más irritada”, apunta Meritxell Martí.
La experta en medicina estética facial María José Crispín cuenta que utiliza la vaselina en su trabajo: “La recomiendo en lugar de un cicatrizante después de algunos tratamientos médico-estéticos, como por ejemplo Plasmage, o tras una micropigmentación, porque es un protector muy bueno”, en cambio, no encuentra tanta utilidad como cosmético, la doctora de la Clínica Menorca. “Lo veo un poco pringoso. Hay otras cremas más agradables de utilizar, como las de base de ácido hialurónico o los sueros de proteoglicanos, que también retienen mucho el agua de la piel”.
Tampoco es partidaria de su uso cosmético la dermatóloga Del Río, del Grupo Jaén: “La vaselina es un producto muy seguro, ya que se refina y purifica una vez extraído del petróleo para eliminar restos de moléculas que puedan ser perjudiciales para la salud, sin embargo, al tratarse de un derivado del petróleo, la tendencia actual es no incluirlo tanto en productos cosméticos en aras de la sostenibilidad ambiental”.
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