Secretos del mundo olfativo

01.¿Es difícil convertirse en perfumista?

Antaño se trataba de un gremio y los conocimientos se pasaban de un creador a otro. Hoy la perfumería se ha institucionalizado. «La educación ha cambiado mucho. Yo tuve la suerte de vivir en Grasse cuando era más un oficio y una artesanía que una profesión. Entonces se aprendía por ósmosis, estábamos literalmente inmersos en la industria. Hoy se educa en el laboratorio», compara Michel Almairac, creador de perfumes como L’Eau de Chloé o Bottega Veneta.

02. ¿Existe una capital mundial del aroma?

Grasse sigue siendo la urbe global. Pero con la localidad francesa compiten otras, como Versailles, donde se encuentra la prestigiosa escuela Isipca. A veces no basta con cursar Perfumería. «Con 23 años, accedí a la escuela. Pero mi padre insistió en que también estudiara Marketing, y eso hice. Ayuda a entender el mercado», relata el creador Francis Kurkdjian.

03. ¿Son las fragancias un arte?

Según Chandler Burr, sí. Este crítico del The New York Times ha organizado una exposición bastante atípica en el Museo de Arte y Diseño de Nueva York. La muestra (The Art of Scent, 1889-2012, hasta el 24 de febrero de 2013) repasa la historia de los aromas desde 1889 hasta 2012 y reúne a 15 perfumistas y sus creaciones. La selección traza la evolución estética de las fragancias. «Los perfumistas crean belleza. La sociedad no sabe apreciarla porque no conoce bien el lenguaje de los aromas», explica Burr, autor del ensayo The Emperor of Scent. «La naturaleza biológica de cada sentido nos lleva a crear un arte específico. El gusto y el olfato, por ejemplo, son efímeros. El arte musical desaparece cuando se deja de tocar los instrumentos. A los perfumes les pasa algo parecido. Con la pintura, es diferente, porque  siempre está ahí», sentencia el escritor.

04. ¿Existen ingredientes prohibidos?

«La Unión Europa prohíbe sistemáticamente algunos elementos de forma periódica. Supone un reto que nos obliga a ser más creativos. Guerlain acumula 181 años de historia y nuestro patrimonio olfativo es interminable. Es decir, nos toca revisar las fórmulas y sustituir unos ingredientes por otros», explica Sylvaine Delacourte, directora creativa de Guerlain. Y añade: «Nuestro objetivo es que el consumidor no se dé cuenta de las variaciones, ni por la UE ni por otras cuestiones». Y es que la naturaleza es caprichosa. En esta casa, se usan ingredientes auténticos. La fragancia Nahéma, por ejemplo, se basa en la rosa. Su olor depende del clima y del suelo donde se cultiva. Para que el aroma no varíe, juntamos distintos tipos de rosas». Las técnicas han evolucionado. «Hoy somos más fieles al olor natural de las plantas. Los métodos de destilación y las máquinas son muy punteros», recuerda Kurkdjian.
 
05. ¿Cómo se elige un aroma para regalar?

Las Navidades se acercan; en ese periodo se realiza en torno al 50% de las ventas anuales de fragancias. La mayoría se regala. «Los perfumes relacionados con un diseñador suelen respetar su estética, por eso, si a la homenajeada le gusta un modisto, compensa obsequiarle su perfume», recomienda Jessica Hanson, vicepresidenta de Comercialización de fragancias de Sephora. Si se conoce el favorito, se puede optar por otro de la misma familia olfativa. Aromas y memoria caminan de la mano; para acertar, funciona relacionar la fragancia regalada con un recuerdo –un viaje a Italia, una fiesta, un crucero por el Mediterráneo– y dejarlo bien claro en una tarjeta.