El dentífrico en polvo y sin plástico que nació durante el confinamiento

Nuestra conciencia ecológica nos invita a apostar por productos de belleza sin microplásticos, nos hemos lanzado a usar champús sólidos y retiramos los restos de cosméticos del rostro con discos desmaquillantes reutilizables, pero cuando se trata del cuidado de la boca, seguimos comprando el mismo tubo de dentífrico en el que hemos confiado durante años.

Mientras lidiaban con una pandemia mundial, Andrea Vázquez y Juliana Montaño pensaron también en el planeta y en las decisiones conscientes que podían tomar para preservar su salud. Buscaban un cambio y querían ofrecer una alternativa de consumo distinta para la higiene diaria: así nació Mínima Organics, la primera pasta de dientes en forma de polvo en España que no requiere del tradicional tubo de plástico y promete la misma efectividad para eliminar las manchas.

Los envases de pasta convencionales están fabricados con 11 capas de plásticos, polímeros y resinas, que según las estimaciones tardan unos 500 años en degradarse. Teniendo en cuenta que cada año se desechan millones de unidades, Juliana y Andrea se dispusieron a encontrar una solución. Así crearon este dentífrico en polvo, “un producto natural y ecológico, pero que a la vez en la boca tiene un sabor y textura del dentífrico de toda la vida. Lavarse los dientes es una cuestión de higiene y salud, todos lo hacemos, y el desperdicio de plástico y consumo de sustancias tóxicas que genera nos preocupa. Queremos ser esta puerta de entrada a una nueva manera de consumir: consciente, sin plástico, reutilizando lo más posible y con el menor impacto a nuestro planeta. Más que reciclar: necesitamos reducir y reusar”, explica Andrea, que junto a su socia soñaba con este proyecto desde hace dos años y aprovechó el confinamiento para hacerlo posible. “Ha sido todo rápido porque toda la investigación y plan de negocio ya estaban hechos, la misión también era clara, era cuestión de ponerlo en marcha”, asegura Vázquez, cuya experiencia como responsable de marketing de una marca de cosmética ecológica ha sido de gran ayuda para el desarrollo de su propio producto.

Para formular este dentífrico se ha usado arcilla blanca, aceite de árbol del té, extracto de salvia, extracto de tomillo y menta piperita, que aporta el sabor dominante en boca. “Y en breve esperamos lanzar un nuevo sabor”, adelanta Juliana, economista de formación, y añade que este producto es “apto para niños mayores de tres años, ya que contiene aceites esenciales. La pasta de dientes se comercializa en una cajita de aluminio, “ya que el vidrio se puede romper fácilmente y la lata puede ser más fácil de reutilizar. Nuestra propuesta es que se puede rellenar comprando el dentífrico en una bolsa compostable, pero también se puede usar para poner jabón o champú sólido”, matiza Andrea, firme defensora de la reducción del consumo.

Además de buscar un producto que no tuviera plástico en su embalaje, se centraron en que fuera libre de tóxicos, ya que no lleva sulfatos ni parabenos ni microperlas ni conservantes artificiales. Para desarrollar la fórmula centrada en extractos de plantas, las fundadoras de la marca hablaron con dentistas e higienistas que insistieron en la importancia de usar un dentífrico sin ingredientes tóxicos, así como de un adecuado cepillado y el uso del hilo dental. Así, Mínima Organics añadió a su propuesta de hábito diario sostenible el cepillo de dientes de bambú “uno de los materiales más sostenibles, ya que su recolección no produce deforestación de bosques y absorbe un 30% más de CO2 que los árboles”, e hilo dental de origen vegetal con cera y con aceite esencial orgánico de menta que se presenta también en una caja de aluminio. Actualmente en preventa en la plataforma Ulule (8,9 euros la lata de dentífrico de 30 g, 3,8 euros el hilo cepillo y 5,4 euros el hilo dental de maíz), los productos de Mínima Organics estarán disponibles en su web a partir de la segunda semana de octubre.