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Liposucción, bótox o prótesis mamarias: ¿cuánto duran los efectos de la cirugía estética?

¿Para toda la vida? Depende. Los resultados varían en función de la zona corporal y, especialmente, de los cuidados iniciales.

En verano somos más conscientes de nuestros complejos físicos. No solo porque, por norma general, hemos hecho solo un vago intento con la operación biquini, sino porque además suele ser la época del año en la que nos hacemos más fotos. Es por eso que, de cara a septiembre, una de las cosas que solemos plantearnos es si nos vendría bien un retoque.

La cuestión es, ¿será esa cirugía algo duradero o una vez empezado el proceso, deberemos seguir retocándonos para siempre?  Sobre esta cuestión, Cesar Casado, secretario general de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, aporta que “algunos resultados son más estables con el paso del tiempo que otros, en función del área anatómica intervenida y de las características del paciente”. Al fin y al cabo, hay que entender que la cirugía estética no detiene el envejecimiento, sino que lo enmascara, “por eso apenas hay resultados que aseguren que no van a modificarse con el paso del tiempo”.

Todo depende también de la cirugía estética que estemos hablando. Según Casado, “allí donde el paso del tiempo no juegue esas malas pasadas, es posible obtener unos resultados estables”. Igualmente, los resultados también son más sólidos si los cambios son muy significativos. “Por ejemplo, intervenir unas mamas tuberosas, unas orejas de soplillo o una nariz con problemas estéticos y funcionales”, además de tener en cuenta que “los resultados serán mejores si los pacientes son cuidadosos con los mismos”, puntualiza el experto de la SECPRE.  Sin embargo, hay que tener en cuenta que habrá retoques que deberemos repetir, si queremos mantener su efecto.

Bótox y liposucción: la cara y la cruz

Quizás el caso más obvio es el de la toxina botulínica, más comúnmente conocida por su marca comercial, Bótox.  Teresa Truchuelo, dermatóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, explica que es cierto que “el efecto se acaba pasando al cabo de unos meses, pero al no haberse utilizado tanto el músculo, cuando vuelve a contraerse lo hace con menos fuerza y con ello la arruga no vuelve a ser tan marcada como antes del inicio del tratamiento”, con lo cual sí que existe una mejora en el largo plazo.

Respecto a cuándo deberemos repetir el procedimiento, la experta aclara que lo habitual es aplicarse el tratamiento dos veces al año, aunque hay personas a las que el efecto les dura más tiempo y solo necesitan una sesión anual. Desde entonces, puede aplicarse a lo largo de los años sin contraindicaciones, solamente teniendo en cuenta que hay que esperar un mínimo 3 meses entre una sesión y otra, porque si no podría ocurrir que la piel se acostumbrase.

De forma contraria, la liposucción sí que parece tener efectos más permanentes. La cirujana plástica Teresa Távora, del mismo hospital, aclara que lo primero que hay que entender es que “la liposucción lo que hace es romper el adipocito y aspirar la grasa que hay dentro, de manera que nuestro número de adipocitos disminuye”. Es por ello que “tras una liposucción no solo perdemos esa grasa acumulada, sino que también disminuye nuestro número de adipocitos, por lo que, aunque se volviera a engordar el número de adipocitos siempre será menor al que tenías, de manera que, aunque volvamos a coger peso, no volveremos a engordar de la misma forma”, insiste la doctora.

Sobre esta idea, César Casado aclara que “por supuesto, si volvemos a descuidar la alimentación, volveremos a engordar y descuidaremos los resultados.  Es posible que cojamos peso en otras áreas distintas, ya que en estas nuevas áreas hay más adipocitos que pueden aumentar su tamaño. La clave es cuidar la alimentación y no tener grandes variaciones de peso”.

¿Duran los implantes de pecho toda la vida?

Otra de las grandes dudas es cuál es la duración de los implantes mamarios. Si bien muchas veces se ha dicho que las nuevas prótesis de silicona pueden durar toda la vida, lo cierto es que cualquier prótesis que pongamos en nuestro cuerpo tiende a tener un desgaste.

Aclarando más esta cuestión, el miembro de la SECPRE opina que “es un error decir a la paciente que una prótesis tiene fecha de caducidad o que debe cambiársela seguro al cabo de un plazo fijo determinado”. Si bien la cifra que se ha manejado siempre es que el implante deberá cambiarse en un plazo aproximado de 10 años, estas cifras “se basan en datos obtenidos tras estudios antiguos con prótesis mamarias de hace ya más de 20 años y 30 años”. Por otra parte, “es igualmente perjudicial asegurar a la paciente que el implante durará toda la vida. La realidad es que la paciente debe saber que hay una situación que implica que la prótesis debe ser retirada o sustituida: que dé problemas”, como una contractura capsular o una rotura.  No por ello, hay que pensar que va a durarnos siempre, “es absurdo pensar que tras 30 años llevando un implante, un material inerte, este no se habrá deteriorado. Pocos materiales resisten tanto el paso del tiempo”, reflexiona Casado.

Por tanto, la clave está en entender que lo que deben ser para toda la vida son las revisiones, exploraciones físicas y pruebas de imagen, que deberemos realizar para asegurarnos de que nuestras prótesis no tienen ningún problema. “Si se detectan problemas en esas revisiones, ya sea al año de la intervención o a los veinte, hay que valorar la retirada del implante”. En el caso de que no queramos volver a sustituir una prótesis por otra, también hay que saber que “es posible retirar el implante y no volver a poner uno. Casi siempre se recomienda asociar una mastopexia del tejido que queda en esos casos, con cicatrices variables: desde algunas ubicadas tan solo en la areola, a otras más extensas, incluso en el surco submamario”, concluye Casado.

La importancia de los cuidados iniciales

Queda claro entonces que la clave para asegurar los resultados de una cirugía plástica es ser constante con las revisiones periódicas, y dejar de pensar que con una visita al quirófano ya lo tenemos todo hecho.

Insistiendo en las prótesis mamarias, César Casado puntualiza que lo más adecuado es realizar una prueba de imagen preferiblemente cada dos años, siendo la ecografía la prueba de elección. Para evitar errores diagnósticos, en caso de que la ecografía dé como resultado una prótesis rota, “no está de más solicitar una resonancia magnética para asegurar más ese resultado. Pero comenzar pidiendo una resonancia sin haberse realizado antes una ecografía, parece excesivo”.

Sin embargo, no todos los cuidados serán a largo plazo, ya que muchas veces obtener un buen resultado en una cirugía depende sobre todo de seguir a rajatabla los cuidados que recomienda el especialista en los primeros días.

Así, el cirujano Javier de Benito (http://www.institutodebenito.com/), insiste en que, en líneas generales, “los postoperatorios inmediatos son los más importantes.  Sobre todo, la semana después de cada operación. Drenajes, compresas frías, cuidados al dormir, al moverse, relax etc., hacen que la recuperación sea rápida y en una semana se pueda volver a la vida social y laboral”.

La primera revisión, por tanto, será de las más importantes, porque marcará si todo ha ido o no correctamente. “Las instrucciones se les dan por escrito, pero evidentemente se les explica que pasado un mes aproximadamente o unas dos semanas, dependiendo de la intervención, empiecen la vida normal o más activa con precaución”, teniendo en cuenta que no existe una receta estándar para todo el mundo. Es por ello que de Benito aclara que la paciente debe ser también su propio médico, y deberán estar pendientes de las molestias que sienten, para no sobrepasarse en el esfuerzo, o para consultar con su especialista. “Pueden incluso consultar por email, teléfono o cualquier otro medio ante la duda de si pueden hacer esto o aquello, por si acaso no les conviene”.

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