Por qué en invierno necesitarás un extra de agua
Las bajas temperaturas deterioran el equilibrio del manto hidrolipídico y favorecen la sequedad. Douglas propone alternativas para devolver la elasticidad a la piel y preservar su humedad.
Pese a lo que podría pensarse, la piel se deshidrata más en invierno. Las responsables son precisamente las bajas temperaturas que alteran el buen funcionamiento del manto hidrolipídico. Esta capa superficial de la piel funciona habitualmente como una barrera elástica que nos protege de invasiones externas a la vez que evita que se pierde la humedad interior. El frío provoca una vasoconscricción de los capilares exteriores. En otras palabras: el organismo bloquea las pequeñas venas que llevan sangre a las capas superiores de la piel para evitar una pérdida de temperatura que pudiera comprometer a todo el organismo. Llega menos sangre y el alimento escasea a flor de piel. A falta de lípidos (el cemento intercelular), esa barrera inexpugnable se resquebraja. La piel tampoco es capaz de preservar su propia humedad y se reseca. Los cambios de temperatura bruscos, como salir de un edificio con calefacción a una calle con frío y viento, también alteran el normal funcionamiento de los mecanismos de hidratación.
Los devastadores efectos se aprecian a simple vista: más arrugas, piel que se descama, pierde elasticidad… Esta sequedad hace mella especialmente en aquellas áreas donde la piel es fina, como el dorso de la mano o el contorno de ojos.
La epidermis se vuelve tan frágil que cualquier pequeño roce produce erosiones o heridas (de ahí que en invierno sea tan habitual tener pequeños cortes o rozaduras en los nudillos). Este proceso de deshidratación da pie a un círculo vicioso de desecamiento: cuanto más se deteriora la piel, más humedad pierde, más vulnerable se muestra a irritaciones, más rojeces y, de nuevo, más sequedad. De ahí la necesidad de buscar texturas muy hidratantes durante los meses más fríos del año y no saltarse la rutina diaria de hidratación antes de salir de casa.
Finalmente, la contaminación y el ‘olvido’ de usar protección solar (cierto que los UVB relajan en invierno, pero los niveles de UVA permanecen casi intactos) también ponen su granito de arena para esa desagradable sequedad invernal. Si queremos evitarla no está de más echar mano de hidratantes con filtro solar.
Desde el 12 de diciembre al 6 de enero Douglas regala 20 euros por compras superiores a 60 euros. Pueden usarse del 7 al 31 de enero de 2018 en compras superiores a 80 euros.
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