El orgullo de un rostro lleno de arrugas: cómo conseguir el «efecto Huppert», según los expertos

Estética, dermatológica y cosméticamente hablando, solo hay una cosa peor que una piel arrugada: una piel apagada. Si bien es cierto que las arrugas son el factor que más preocupa a las mujeres de más de 30 años a lo largo y ancho de este mundo (lo confirma la AEDV), es, en realidad, la falta de luminosidad lo que hace que alguien parezca mayor de lo que es o menos sano de lo que en realidad está.

Por suerte y, aunque al igual que las arrugas, debe evitarse con el cuidado diario a lo largo de los años, la fórmula para acabar con un rostro opaco y sin vitalidad está más que estudiada y produce efectos casi inmediatos si se aplica como debe. Para conocer todos los detalles, hemos consultado con diversos expertos que nos han desvelado y ayudado a comprender cómo funciona el decálogo para lograr una piel más luminosa y fresca (sí, a pesar de estar arrugada).

Cuidados diarios en casa

1. Hidratación

“La clave primordial para que la piel se mantenga joven y vital a pesar de cumplir años es que conserve una adecuada nutrición”, advierte Rocío Fernández, Brand Manager de Germaine de Capuccini, a S Moda. Al final, las arrugas no son más que el reflejo del envejecimiento de la piel producido porque ésta deja de producir colágeno y elastina, esos elementos que la mantienen hidratada y elástica. Así que el primer paso es suplir esa hidratación natural con cosmética: «Lo más importante es ir adaptando las formulaciones para mantener un buen equilibrio hidrolipídico, a la vez que seguimos alimentándola para hacerla trabajar lo máximo posible; que nuestra rutina de cuidado facial diaria mantenga los niveles de hidratación de la piel y, además, nos ayude a conseguir que luzca lo más bonita posible, sin que eso signifique tener que ocultar nuestras arrugas», nos explican Elena Ramos y Marta Barrero, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab. 

Un tip: «Pese a que tengamos una edad avanzada, siempre deberá adaptarse a las necesidades del tipo de piel: seca, grasa… Utilizar texturas adaptadas y que mantengan los niveles de agua», añaden.

2. Exfoliación

Un paso al que no suele dársele la importancia que merece y que hay que llevar a cabo integrado en nuestra rutina facial una media de dos veces a la semana. «Dado que, a mayor edad menor capacidad de renovación de la piel, debemos recurrir a productos que nos ayuden a desprender y eliminar las células muertas que se van acumulando con más rapidez para conseguir que la piel esté más suave y más luminosa», aconsejan Ramos y Barrero.

Un tip: Utilizar un exfoliante suave de uso diario como, por ejemplo, Daily Superfoliant de Dermalogica o Silky Bright Enzyme Powder de Osèque, un limpiador en polvo que exfolia ligeramente.

3. SPF

Es bien sabido que el primer y más fuerte agente que hace envejecer a nuestra piel es la exposición al sol. Junto con el paso del tiempo, es el peor enemigo de una piel joven y luminosa. Sobre todo, cuando se toma demasiado a lo largo de la vida o incluso se hace sin protección: las radiaciones UV causan el envejecimiento prematuro de la piel y, además, daños irreversibles que pueden convertirse en cáncer de piel. Por eso los expertos han recomendado hasta la saciedad aplicar protección solar todos los días del año. Por si fuera poca razón: «utilizar protección solar durante todo el año resulta aún más fundamental, ya que uno de los principales problemas de las pieles maduras es la hiperpigmentación. El SPF es la mejor arma para retrasar al máximo posible el fotoenvejecimiento y mantener las manchas a raya», añaden desde The Secret Lab.

Un tip: Igual que hacemos con la hidratante, adaptar el protector solar a las necesidades de nuestra piel hará que sea más cómodo y sostenible aplicarlo a diario. Importante repetir este paso cada dos o tres horas para no perder la protección.

Ingredientes clave

4. Vitamina C

Infravalorada hasta hace unos pocos años, la vitamina C es uno de los básicos para pieles de cualquier edad que, durante los meses de confinamiento en 2020 se convirtió en un imprescindible para aportar esa luminosidad y combatir la oxidación extra provocada por las pantallas. «Uno de los mejores ingredientes para la salud de la piel es, sin lugar a dudas, la vitamina C. Dado su alto poder antioxidante, está entre los tres súper ingredientes más valorados por los dermatólogos y es un suplemento diario esencial 365 días al año. La contaminación, el tabaco, el estrés, la luz azul de las pantallas y, sobre todo, el sol, dañan a diario nuestras células y oxidan nuestra piel, envejeciéndola, así que la vitamina C es el mejor escudo antiedad. Pero además, debido a sus extraordinarias propiedades para estimular la energía cutánea natural, se ha convertido en el paso que nunca se saltan las pieles más bonitas», destacan sobre ella desde Germaine de Capuccini. 

«Es capaz de parar la acción de los radicales libres causantes del fotoenvejecimiento de la piel. Pero por si ese efecto protector no fuera suficiente, la vitamina C además nos ayuda a corregir los daños producidos por el sol: estimula la actividad de las células aportando luminosidad y brillo, inhibe la producción de melanina reduciendo las manchas, transforma la melanina oscura en melanina clara igualando el tono, promueve la síntesis de colágeno para una piel más firme y mejora la hidratación», explican desde la marca a S Moda. 

5. Retinol

Lo habrás oído cientos de veces: junto con el ácido hialurónico (esencial en el paso de la hidratación), el retinol es el activo estrella para luchar contra el envejecimiento. Conocidas y reconocidas sus múltiples bondades, se empieza a aplicar rondando los 30 años y se mantiene en la rutina diaria una vez que la piel ya se ha acostumbrado a su uso. «Si buscamos un extra de luminosidad y de firmeza, no podemos olvidar utilizar retinol en nuestra rutina: un gran aliado a la hora de ‘alimentar’ a los fibroblastos, que son los encargados de dar sostén a la piel», indican a S Moda Ramos y Barrero.

6. Alfahidroxiácidos

Ácido glicólico, ácido azelaico, ácido láctico, ácido mandélico… Son un total de 12 y sirven para exfoliar de forma química la piel cuando ya va perdiendo su capacidad de hacerlo de forma natural, así que luchan contra la aparición de arrugas, de manchas, la falta de elasticidad y la pérdida de firmeza y luminosidad. «Son fundamentales para su renovación e hidratación y mejoran la textura. Estos activos además iluminan, ayudan a la renovación celular e intervienen en la síntesis de colágeno y elastina que, con la edad, se ralentiza mucho», indican desde The Secret Lab. 

Tratamientos en cabina

7. Radiofrecuencia

«Estamos seguras de que es el tratamiento que se hizo Isabelle Huppert antes de su aparición en Cannes», nos cuentan Ramos y Barrero. Si es así: lo queremos. Una vez nos metemos en acción y pasamos a los tratamientos en cabina, ellas lo tienen claro: «Sin duda, la radiofrecuencia es el idóneo para esa edad: de una manera natural, estimula la síntesis de colágeno, restablece el potencial de la membrana celular, mejora el flujo de oxígeno y nutrientes a las células. Trata de forma totalmente indolora y nada invasiva arrugas, pérdida de firmeza y cicatrices, aportando mucha hidratación y mucha luminosidad al rostro», indican.

8. Inducción de colágeno

Otro tratamiento que también recomiendan para pieles maduras: «Se trata de una inducción de colágeno mediante Roller, un regenerador dérmico que, además, ayuda a eliminar imperfecciones, manchas, cierra los poros, disminuye las arrugas y la pérdida de firmeza. También el láser IPL, una luz pulsada intensa para el fotorejuvenecimiento (manchas de edad, pigmentaciones, pequeñas arrugas y líneas de expresión), siempre de una forma segura y respetando al máximo la piel», añaden.

Dos pluses sencillos y apetecibles

9. Mascarillas nutritivas

Si ya son recomendables a cualquier edad, más en esta en la que la hidratación nunca sobra. Mejor si las encontramos con efecto tensor, como X-Lifting Mask de Boutijour.

10. Gimnasia facial

Aunque los alfahidroxiácidos sean como la gimnasia para la piel del rostro que recomiendan los expertos, aún hay un paso más allá que podemos dar para un plus en ese efecto tensor y de energía. Puedes utilizar el rodillo de jade o una piedra Gua Sha o hacerlo con tus propias manos. Los expertos de Germaine de Capuccini comparten sus movimientos:

1. ZIGZAG: realizar movimientos horizontales en zigzag por la frente.

2. PLANCHADO: lo mismo, pero ahora verticales y ascendentes.

3. TONIFICACIÓN: realizar movimientos rápidos ascendentes, desde la comisura de la boca hacia el pómulo.

4. BORRADO DE ARRUGAS: caminar con los dedos simulando un borrado de arrugas.

5. DEFINICIÓN: pinzar la barbilla y realizar movimientos ascendentes recorriendo el mentón hasta el lóbulo de la oreja.

6. ALISADO: realizar movimientos ascendentes de alisado de cuello y papada.

Lo ideal es llevar a cabo este proceso acompañándolo de un sérum nutritivo o un producto que aporte activos a la piel y ayude a realizar los ejercicios mientras éstos hacen que penetre mejor en la piel, como el nuevo Elixir Absoluto de Nutrición de Germaine de Capuccini.