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Dejar de llevar sujetador en la cuarentena: pros y contras de esta liberación

Médicos y sociólogos esgrimen razones negativas y positivas del uso de esta prenda femenina.

Sujetador negro de la firma Love Stories.
Sujetador negro de la firma Love Stories.

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Cada vez que nos quedamos en casa – y más ahora con el confinamiento – nos asalta la duda de si tirarnos todo el día sin sujetador o no. Pues bien, hemos preguntado a varios expertos qué opinan de esta tentación.

Free the nipple. Motivos para pasar la cuarentena sin sujetador

1. Tu casa, tus normas

Quedarse en casa sin sujetador viene a ser una pequeña rebeldía, como la de pasarnos el día en chándal o en pijama. Una reivindicación de tu derecho a ser tú misma y a sentirte cómoda con tu propia anatomía, sin disfraces. La sociedad nos impone ciertas normas estéticas, pero ahora que no queda otra que estar en casa las reglas del juego las pones tú.

2. Por comodidad

Por poca que sea, el sujetador ejerce cierta presión sobre el pecho y la espalda. Normalmente no es muy molesta y acaba pasando desapercibida, pero a algunas mujeres les resulta desagradable. «Salvo en casos de gigantomastia o mamas muy grandes, donde el pecho pesa mucho y el sujetador alivia a la columna de sostener todo ese peso, no pasa nada por no llevarlo, si la mujer se siente así más cómoda», explica el doctor Ángel Martín, médico estético, cirujano y director médico de Clínica Menorca.

3. Su utilidad fisiológica está en entredicho

En 2013, el profesor Jean-Denis Rouillon, de la Universidad de Franche-Comte en Besançon, compartía con todo el mundo las conclusiones previas de un estudio sobre la utilidad del sostén en 330 mujeres durante 15 años. La conclusión era sorprendente: ni evitan el dolor de espalda ni previenen el debilitamiento de los tejidos y la caída inevitable del pecho por efecto de la gravedad. Llegaba a afirmar que las mujeres que no lo usaban obligaban a sus propios cuerpos a fortalecer las fibras de colágeno, con lo que las mamas sufrían una elevación de unos 7 milímetros. Sus conclusiones fueron ampliamente reproducidas en la prensa de todo el mundo… pero el estudio final nunca se ha llegado a publicar. O no hay manera de localizarlo. Aun así, el doctor Martín recalca que «a día de hoy, no hay estudios que demuestren una clara relación entre el uso del sujetador y la salud del busto. El pecho se sujeta de forma natural por los llamados ligamentos de Cooper. Es el tamaño y peso de las mamas lo que más incide en que, con el paso de los años, estos ligamentos vayan perdiendo su capacidad de sujeción. También la capacidad de producir colágeno y eso viene condicionado por la genética, no por el tipo de sujetador».

4. Mejora la piel

Las prendas sintéticas dificultan la transpiración y pueden causar irritaciones en la piel. El sujetador no es una excepción. «No usarlo alivia posibles irritaciones por contacto al no estar la piel en constante roce con la prenda. Además, la presión ejercida por el sujetador puede dificultar la circulación sanguínea y complicar el drenaje natural. No llevarlo mejora la oxigenación de la piel en esa zona. Ahora bien, con desprenderse de él unas horas al día suele ser suficiente».

5. Ahorras tiempo y dinero

Tardas menos en vestirte, pero, sobre todo, evitas gastar una prenda delicada que no suele ser barata. Con cero uso y cero lavados alargas la vida de tu sujetador hasta que vengan tiempos mejores.

Razones para no abandonar el sostén

1. Para evitar la flacidez si haces deporte

Aunque ya hemos visto que realmente no impide del todo que el busto se caiga a medida que cumplimos años, la ciencia ha demostrado que los deportes de impacto sí afectan negativamente a las fibras que los sostienen. Aunque no salgas de casa, las sesiones de fitness suelen implicar saltos y movimientos bruscos de los brazos. Según el tamaño del busto, se calcula que puede haber un desplazamiento vertical de hasta 4 milímetros. «Aunque en dos meses no se va a descolgar el pecho por no usarlo mientras entrenas en casa, en algunos ejercicios como saltar a la comba puede resultar algo molesto. En caso de prolongarse la cuarentena o cuando retomemos la rutina, sí debemos tener en cuenta que ese continuo rebote pectoral puede favorecer un aumento de la flacidez. De ahí, que se sugiera el uso de un sujetador deportivo de forma habitual».

2. Para sentirte más atractiva

La principal función del sujetador es la de embellecer el busto. Lo eleva, lo redondea, le proporciona una forma más bonita y hasta puede sacar canalillo de donde no hay de forma natural. Sin olvidar que la ropa, por norma general, se diseña pensando en un busto moldeado por un sostén. Sociólogos y psicólogos reconocen que, a partir de los 30-40 años, muchas mujeres aseguran que llevarlo les confiere una silueta más juvenil y que hasta les proporciona confianza. ¿Has convertido la sudadera en tu uniforme oficial de la cuarentena? Aun así, saber que llevas sujetador evitará esa sensación de abandono que puede darnos usar solo ropa desaliñada para andar por casa.

3. Para mantener apasionada tu vida sexual

Asumámoslo: convivir 24 horas seguidas en un espacio cerrado con tu pareja pone a prueba la solidez de la relación. Por si fuera poco, el look de andar por casa puede reducir la libido a niveles alarmantes. Rachel Wood, experta en estudios de género en la Universidad de Sussex, reconoce que muchas mujeres tienen una relación amor-odio con el sujetador: por un lado perpetúa la sexualización de la feminidad; por otro, te hace sentir más sexy. Valora si, para favorecer las fantasías eróticas en el dormitorio, de vez en cuando te conviene llevarlo.

4. Para evitar situaciones incómodas

Si no te causa problemas sentir que tu busto se cimbrea al caminar, se transparenta o que los pezones se pongan enhiestos al soplar el viento adelante con la ausencia de sujetador. Por el contrario, si va a generarte una situación embarazosa ‘empitonar’ justo cuando abres la puerta al mensajero o el bamboleo al correr para coger el autobús, llévalo. Pero que tu decisión sea por ti misma y no por convencionalismos sociales. No en 2020.

5. No es cierto que cause enfermedades

Una de las múltiples leyendas negras en torno al sujetador es que aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. Científicos de Seattle llevaron a cabo un estudio en casi 1.500 mujeres entre 2000 y 2004 y concluyeron que no hay relación entre los hábitos de uso de esa prenda (ni en la copa, ni en el contorno, ni en cuanto a las horas de uso), y la incidencia de esa enfermedad.

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